Cap 8. Solo nosotras

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Wanda.

-¿Como hiciste eso?- pregunté mientras Nat abría la puerta del armario del conserje, revelando un pequeño cuarto lleno de utensilios de limpieza.

-Tengo algunos trucos.- me guiño el ojo e hizo una seña para que pasara primero, luego entro ella cerrando la puerta de nuevo. El lugar es un poco pequeño, el frente de Nat estaba casi pegado a mi espalda y su respiración en mi nuca. Siento mi rostro ardiente... gracias a los dioses no lo puede ver.  

-Okey... necesito pasar.- puso ambas manos a los lados de mi cintura pegándome aún más a ella y dio un giro cambiando la posición, haciéndome quedar de frente a la puerta.

Di media vuelta y vi como Nat bajaba una escalera de mano.

-Sígueme.- tomo la escalera y comenzó a subir. Tengo un poco de miedo de lo que pueda pasar, es decir, su presencia me pone muy nerviosa... no quiero decir o hacer algo malo y arruinar las cosas.

Al final de las escaleras había una trampilla de metal con una pequeña cerradura. Nat la abrió sin problema alguno y termino de subir, cuando llegue al tope me ofreció su mano para ayudarme, la tomé sin dudar.

Salí a lo que parecía ser un reducido espacio  del techo de alguna parte del colegio. Tenía una linda vista que daba al campo de football y por la hora del día, una parte más alta del edificio universitario generaba una sombra perfecta que cubría el área.

Nat estaba sacando de su mochila una especia de toalla para playa y la colocó en el...

¿Suelo? ¿Techo? Técnicamente estamos en el techo pero al mismo tiempo se está convirtiendo en nuestro suelo... el punto es que la dejo y se sentó sobre ella, palmeando el espacio libre a su lado.

-Vaya... es cómodo, no sabía que se podía subir aquí.- tome mi mochila y saqué un par de sodas y golosinas, sentándome junto a ella.

-De hecho no podemos, pero me gusta estar aquí, es muy tranquilo.- respondió Nat abriendo la bolsa de skittles.

Antes de venir fuimos en busca de provisiones en las máquinas expendedoras a lo largo del colegio y la cafetería, que como ambas esperábamos, está repleto de todos los alumnos que no tenían clase.

-Entonces...

-Sip, nos podríamos meter en problemas por esto.- rió ante mi cara de angustia y me dio un ligero apretón en el hombro.

-Hey no te preocupes, no nos atraparán, es casi imposible que nos vean y el timbre se escucha perfectamente desde aquí, pero si no te sientes cómoda podemos bajar y...

Antes de que pudiera pararse puse una mano en su rodilla y la mantuve en su lugar, me miro con una expresión de alivio acompañado con su hermosa sonrisa.

-Esta bien, quiero estar aquí...- asintió dejando escapar una pequeña risa y volviendo la cabeza al campo escolar.

-me gusta estar contigo...

Volteo a verme por unos segundos levantando una ceja y sonriendo ligeramente.

-A mi también me gusta estar contigo.

Oh mierda, lo dije en voz alta, sentí mi rostro arder como el sol... bueno, al menos su respuesta fue buena.

-Entonces... háblame sobre ti.- se acosto en la toalla con las piernas cruzadas y un brazo bajo su cabeza, inclinándola un poco para poder verme.

Me removí recargando mi espalda en la pared de supongo un cubo de ventilación y me cruce de piernas. Por suerte el cubo no hacía un ruido fuerte o molesto.

 My Best Friend's Sister Where stories live. Discover now