Profesora 3

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Eran las 3 de la madruga cuando escuché el ruido de ambulancias pasar rápidamente, gemi de dolor cuando las sirenas de estás se hicieron más fuertes.

Me agache tapando mis orejas pues el dolor era insoportable.

Al tener mi licencia y ser parte de un pequeño programa de héroes, salí a ver lo que estaba pasando, por lo visto era cerca pues escuchaba todavía las sirenas de las ambulancias. Aún en pijama y con un poco de frío decidí salir.

Corrí tan deprisa en cuanto vi que una casa grande de estaba quemando, al llegar había bomberos, policías y demás. Cuando me acerque un poco más pude escuchar gritos, gritos de niños pequeños, gritos que hicieron estremecerme.

Me transforme en dientes de sable y corrí sin importar las advertencias de los federales. Entre por una ventana saltando la y rompiéndola. Seguí los gritos de los niños y gracias a mi olfato pude llegar a un cuarto donde había 5 niños, entre ellos un bebé. No había ninguna persona adulta, antes de siquiera poder acercarme más a ellos la pared cayó encima mia haciéndome que los niños gritaran más y se arrinconaron a una esquina.

En mi forma felina no puedo hablar así que trate de levantarme con todas mis fuerzas, si cambiaba de apariencia la pared me aplastaria por completo, el humo comenzaba a sofocarme y escuchaba como los niños comenzaba a toser.

Volví a levantarme con todas mis fuerzas logrando así safar me, mi respiración comenzaba a dificultarse, me transforme en humana y me acerque a ellos.

- Tranquilos... Todo... Todo... Estará bien. - Sonreí, el echo de que me faltará aire comenzaba a devilitarme y no podía parar de toser. - Suban a mí lo más rápido que puedan.

Me transforme de nuevo en dientes de sable y los niños hicieron caso, se subieron en mi y con mis dientes tome al pequeño bebé con cuidado de no lastimarlo, camine con cuidado mirando las formas de salida que podía ver, aunque se me era difícil pues había demasiado humo por dónde sea, el calor de lugar me estaba sofocando, pues no estaba acostumbrada al calor.

Vi un pequeño rastro de luz y seguí mi camino con dificultad hacia ella siguiendola. Escuchaba el toser de los niños así que debía apresurarme. Antes de poder salir apareció un hombre apuntado me con un arma, los niños lloraron más fuerte y se aferraron a mí pelaje.

- ¡ESA PERRA ME LAS DEBIA! - Aquel sujeto intento dispararme cosa que por un poco logré esquivar. - ¡ELLOS TIENEN QUE MORIR!

De nuevo disparo dándome en mi pata delantera, en la izquierda casi tratando de no lastimar al bebé, escuché más disparos afuera y mi corazón latía de sobremanera.

Estaba ya cansada y estaba muy mareada. Baje al bebé al suelo y el sujeto volvió a dispararme esta vez logro darme en mi costilla haciendo me caer. Disparo otra vez y de nuevo logro darme a un costado de mi pata trasera derecha. El llanto de los niños me impedía darme por rendida, el llanto del bebé logro despertarme justo cuando mis ojos comenzaban a cerrarme.

Me levanté un poco saque fuego de mi boca matándolo, busque a los niños, uno de ellos tenía al bebé en sus manos llorando, otros dos sujetos aparecieron por atrás y de nuevo los queme. Los policías seguían disparando, me acerque a los niños y de nuevo se subieron a mi, tuvieron cuidado para no lastimarme y de nuevo tome al bebé entre mi boca.

Cuando logré salir puse al bebé en el suelo y caí rendida.
Lo último que pude ver fueron las luces de las ambulancias y policías, escuché los gritos de los policías quienes se dirigían a mi, los niños llorando y escuché la voz de Aizawa y All Might.

- Joven Shu, todo estará bien.

Narra Tamaki.

Habían pasado dos días desde que la profesora Tachibana había dejado de venir, aún no nos decían el porque no había venido estos días.

ONE SHOTS (TAMAKI AMAJIKI Y TU) Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora