♡Mis Queridos Amantes♡ [Bl/yaoi] (Quackity x Luzu x Quackity)

Vegetta

3

Pasaron unos segundos desde el llamado a ese tal vegetta, yo tenía mucha curiosidad de como podía ser, pues este mismo era el dueño del terreno.

Aún así mi curiosidad no sólo era de su apariencia, sino también de su personalidad, habilidades y experiencias. Quería saber todo eso, pues yo también quería conocer al dominante de estas tierras.

Luego de un rato pude notar el crujiente sonido de una gran puerta de hierro abrirse.

De allí salió un fornido chico de morado con un aspecto impecable, este tenía buenos músculos y pectorales, parecía alguien incluso intimidante, justo como me lo imaginaba.

—¿Otra vez tú, Luzu? ¿Qué hicistes mal esta vez?--Dijo el chico frunciendo el ceño.

Al oír eso me desconcerté por un segundo "¿Luzu?" ¿Qué era eso?  Sonaba al nombre de una reliquia antigüa o algo por el estilo ¿estarán hablando en clave?

Con mis ingenuas sospechas y preguntas hacia mi mismo a lo que era "Luzu" me di cuenta cuando un castaño ofendido respondió con molestia que "eso" era su nombre.
—¿Por qué asumes que hice algo mal? Sólo vine para informarte de algo.—Respondió.
—Bien, adelante, dime ahora, no tengo demasiado tiempo, estoy ocupado con las reparaciones del pueblo y realmente no estoy para...

El chico se calló de inmediato cuando me vió ahí parado junto con "Luzu."
—Luzu ¿Quién es él?---Dijo el curioso hombre.

Un suspiro se escapa de los labios del castaño
—Eso era de lo que te quería hablar, así que, por favor, ¿podemos pasar?

Luego de ver un poco la situación el chico de morado también suspiró, para luego asentir con la cabeza.
—Bien, pasen.—señaló con la mano el interior de su hogar—Sientanse como en casa.

Casi al instante de poner un pie dentro de aquel inmenso e increíble castillo, pude apreciar con cuidado muchas obras de artes distintas que estaban junto con diferentes decoraciones, variadas entre estilos y colores, los degradados e interiores también tenían muy buenas combinaciones.

Realmente era admirable, todos los muebles eran de increíble calidad y las luces doradas brindaban una sensación hogareña.

Me quedé atontado admirando los detalles de esa increíble mansión, observaba cada espacio posible y era bastante satisfactorio ver la simetría en cada esquina, y ni hablar de las creativas decoraciones.

Luego de admirar lo justo y necesario, me volteé hacia donde estaban los chicos, estos estaban hablando mientras me miraban con una mirada extrañada, en especial ese tal Vegetta, me veía con ojos desconfiados.

¿Será que cree que me robaré algo? Pensé. Pues no me quitaba el ojo de encima ni un segundo.

Supongo que es normal, que un forastero desconocido entre en tu territorio y ahora a tu casa para él debe ser algo inimaginable.

Luego de que los dos chicos hablasen por más de veinte minutos discutiendo ciertos tramos que me eran desconocidos, ninguno de los dos parecía llegar a un acuerdo fijo.

Incluso me llega a dar curiosidad de saber lo que tanto discuten...
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--A ver, a ver, déjame ver si entiendo.---Dijo el chico de morado.---Te encontraste a este chico en un bosque en medio de la nada.
---Ajá...---Dijo el ya cansado castaño asintiendo ligeramente con la cabeza.
---¡Lo trajiste a tu casa!
---Ujum...
--- ¿Y te confesó que tiene un país propio?
---Ajá.
---¿Me estás tomando el pelo?---Dijo poniéndose la mano derecha a mitad del ceño.

El castaño solo suspiró cabreado para intentar calmar su ira interna.
--- A ver... ¡¿De verdad piensas que tengo tanto tiempo libre de escalar una montaña entera con un chico desconocido para discutir lo mismo contigo veinte minutos y así tomarte el pelo?!

El chico de morado, derrotado, suspiró tras el reproche del castaño, aunque luzu no era de las personas que bromeaban así, igualmente a él no le entraba en la cabeza que un chico el cual no conocía en lo absoluto tuviese un país en karmaland y aunque no fuera aquí en donde tuviese aquel país ¿Cómo había llegado hasta karmaland? Él no recordaba haber permitido algún forastero en estos días.
--Bien, sé como resolver esto, ¡oye tú, chico!

El peliegro volteó tras el breve llamado del de morado.
--¿Sí?--Dijo desde la lejanía.
--Acércate un poco venga.--Exclamó el de morado.

El pelinegro se acercó con cuidado pues en el lugar donde estaban los otros dos estaba lleno de decoraciones de oro y vidrio y realmente no quería hacerse responsable de un posible daño causado.
---¿En qué puedo ayudar?---Dijo el pelinegro con cautela en sus palabras.
---Como ya te habrás enterado, yo soy el dueño de este territorio y creo que tendrás más que claro que el que un forastero desconocido entre a estos territorios sin un permiso registrado es más que ilegal, por lo tanto, quiero y necesito que me respondas las siguientes preguntas.

El pelinegro se quedó un poco perplejo ante la seguridad del hombre, pues ni siquiera le estaba preguntado, le estaba ordenando.
---Primera pregunta. ¿Cuál es tu nombre?
---Me llamo Quackity.-Contesté desinteresado.

Al escuchar eso los dos hombres se pusieron algo pálidos.
---¿Q-quackity?---Dijo el castaño.

Solo asentí con la cabeza, no sabía el por que tanto alboroto por mi nombre real, era algo insignificante o eso pensaba.
---¿Estas bromeando?--Dijo el otro chico.
---No, ¿Por qué estaría bromeando con mi nombre?--Dije confundido.

El chico de morado sólo miró a un costado pensativo, no sabía sus pensamientos pero él y Luzu se miraron fijamente a los ojos, era algo raro.

Luego de unos dos minutos en total silencio uno de ellos decide romper el hielo.
---¿Cómo llegaste aquí?--Preguntó.
---Es una historia algo confusa, ni yo sé que realmente pasó.
---No importa, necesito saber como llegaste a mis tierras.
---Lo entiendo, pero...
---Responde.-ordenó con un tono impacientado.

Un poco molesto por el tono en el que me habló, decidí morderme la lengua y hablar, pues no me era conveniente refutarle nada en ese momento.
---Bien, entonces se los contaré.

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(El capítulo de hoy es algo corto pero no se preocupen los siguientes ya son un poquito más largos:>)