4

1.3K 224 235
                                    


OHM

Este lugar es aterrador.

El Alfa que obviamente manda, es el que tiene una fila de armas junto a las drogas, pero no parece que vaya a hacerme daño.

Se ve más bien pacífico, y no creo que yo le desagrade, siempre en cuando, Nanon se encargue de mí.

Lo oí decirlo.

Ahora puedo reconocerlos por sus nombres, porque los usan seguido.

El que ha venido con nosotros en el auto, Chimon, se está riendo mirándome, mientras espero que el Omega termine de hablar con su jefe.

—No es guapo y es muy cobarde —dice alto, tomando su cerveza— no sé por qué tenemos que quedarnos con él.

—Chimon —le responde Bright desde su silla— te he visto meter la polla en peores cosas, no molestes a Nanon, él al menos tiene estándares.

—Estándares —suelta girando los ojos— para que le guste esto, los tiene muy bajos.

Respiro profundo, con los músculos tensos.

Siento que si Nanon me descuida, no va a tardar en matarme.

Me tranquiliza ver que camina hasta mi lado y agarra mi mano, para sacarme de ahí.

—Lo llevaré a mi piso, porque hoy cuido el casino, así que lo encerraré con algo de comida.

Al fondo, hay otra puerta, por la que salimos a un pasillo, y veo a Omegas sentados uno sobre otro, en un rincón.

—Son de Bright — me cuenta señalándoles— yo siempre les digo que se deshaga de ellos, pero deja sus porquerías tiradas siempre.

Lo miro asustado, porque recuerdo que ha hablado de deshacerse de mí.

Al llegar a una puerta arriba, luego de ir en el ascensor, coloca su dedo en el identificador y se abre, dejándome ver un lugar precioso, completamente diferente al resto del edificio.

Tiene luces rojas también, y hay una piscina en la terraza.

Los sillones combinan perfectamente con las paredes, y tiene un gran bar lleno en el fondo.

—Espero que no me decepciones, yo no traigo a mucha gente acá, suelo usar otros lugares.

Bajo la mirada apenado, y juego con mis pies, porque estoy nervioso.

No quiero acostarme con él.

Sé que hay Alfas que no podrían quejarse si un Omega así de lindo quisiera acostarse con ellos, sin compromisos, pero yo no hago las cosas así.

Es demasiada presión, teniendo en cuenta todo lo demás.

No solo se trata de que me guste, tampoco puedo ignorar que va a matarme cuando se aburra.

—No te hubiera escogido si no supiera que es mutuo —me dice cerrando la puerta.

—¿Qué?

El tono de su voz ha cambiado, ahora que estamos completamente solos.

Ni siquiera la música afuera se escucha, como si este fuera un lugar... seguro.

—Te olí, cuando nos vimos la primera vez, Ohm y creo que yo te gusto también.

—Y-Yo…

—Oye —dice poniéndose más serio— sé lo que le dije a Bright, pero yo no mato a la gente que me agrada, y te di esta opción para mantener tu vida, así que lo cumpliré.

—¿Aunque haya visto algo que no debí ver?

—Sí, te doy mi palabra —responde soltando un suspiro— yo encontraré la manera de deshacerme de ti, manteniéndote vivo.

Asiento, porque eso suena mucho mejor.

—¿Solo tengo que acostarme contigo a cambio?

—¿Por qué te preocupa tanto? Solo es follar, todos lo hacen.

—Ni siquiera he estado con un Omega antes —le digo viendo como su expresión cambia.

—¿Por qué?

—Vas a reírte de mí…

—Claro que sí, voy a reírme, pero tú estás acá para entretenerme, así que cuéntame.

—Quiero vivir una historia de amor bonita, y nunca he conocido a un Omega con el que quiera hacerlo.

Se ríe.

—Eres divertido —dice apoyándose en los cojines— creo que eso es lindo, y es extraño, porque eres un Alfa.

—Ser un Alfa no me obliga a tener la misma personalidad del resto, mis opiniones e ideas no tienen que ver con mi naturaleza animal.

—Lo sé —responde más serio, recorriéndome con la mirada— pero no estoy acostumbrado a eso, tú ya viste donde vivo, y la gente acá no piensa así.

—¿Entonces tú decidiste solo ser como el resto?

Nanon se queda en silencio, ladeando la cabeza.

—No creo que yo sea solo lo que muestro, pero no tengo razones para permitirte conocerme a fondo, así que puedes mantener la idea que quieras sobre mí, mientras te digo mis reglas.

—¿Reglas?

—Tú eres mío ahora, harás lo que te diga, sirves para mantenerme entretenido, si follamos yo decido cuánto tocar, no mordidas, siempre con protección, tú no te corres, yo sí, cuando salgas de mí, te masturbas si quieres llegar, pero mientras cogemos, solo importa que disfrute yo.

—No suena muy bueno para mí.

—Es bueno para ti, porque eso te mantiene con vida.

Suelto un jadeo de sorpresa porque me jala al sillón, y mira mis labios, antes de alejarse él.

—Tienes suerte, trataré de ir lento, porque me gustas de verdad.

Zona roja || OhmnanonWhere stories live. Discover now