Somos Nuestro Lugar Seguro

Capítulo 20

FREYA

Despierto entre el calor de los brazos de Emilio y sus bonitos labios cerca a mi cuello. Me estiro despacio para ir levantándolo de poco a poco hasta que él solo se empieza a levantar gruñendo cuando me siente separarme de él.

Posesivo hasta cuando duerme

Anoche después de nuestra cita y de hacer el amor en la playa, Emilio me llevó a casa en su auto hasta llegar aquí y cargarme en brazos hasta la cama, juntos nos acurrucamos con todo y ropa por lo agotados que estábamos.

Sin duda, es una primera cita que siempre recordaré, sorpresivamente con el príncipe a mi lado.

-Emilio...despierta es tarde, tenemos que ir al ginecólogo hoy.-digo moviéndolo suavemente por el hombro

-Una hora más...-dice aún con los ojos cerrados

-¿Cómo que una hora más? Levántate ya...-insisto

-Estoy cansado dame unas horitas más y me tienes como nuevo...

-No Emilio es tarde, ya dormimos mucho.

-Emilio no esta disponible por el momento, intenta comunicarte con él mas tarde, gracias por su atención.

-¡Tarado!-lo empujo-¡Despierta!

-....

-Emilio...

-....

-Emilio.......

-....

-¡Emilio!

-Movistar siempre más...

-Bien, iré sola, total que no habrá problema con que el ginecólogo me vea desnuda estando sola.

Emilio se levanta de golpe de la cama y me mira entre horrorizado y asustado

-¿Ehhh...? ¿Quién te mirará qué?

-Tranquilo sigue durmiendo, yo ya me voy.

-¡No! ¡Espérame! ¡No puedes entrar sola!

-Yo creo que sí.

-¡Que no!

-¡Que sí!

-¡QUE NO!

-¡QUE SI!

-¡QUE NOOOOOO!

-¡QUE SIIIIIII!

-¿¡Pero que demonios les pasa!? Están gritando como enfermos, la policía terminara viniendo para ver si estamos matando a alguien.-dice mi padre mirándonos a ambos con confusión

-Es Emilio que no se quiere levantar.

-¡Ya estoy despierto! Mírame estoy con los ojos bien abiertos.-señala Emilio abriendo los ojos demás

-Serás...

-Ya déjense de sus tonterías y bajen a desayunar.-dice mi padre saliendo de la habitación mientras niega con la cabeza cansado de nuestros dramas

-Voy a bañarme.-digo sacando una toalla del armario dirigiéndome a la ducha

-Bien, vamos.

-¿Vamos?-pregunto con la ceja alzada

-Sí vamos que se hace tarde.

-¿Quién dijo que te podías bañar conmigo?

-Yo.

-¿Y quién te dio permiso?

-Tú.

-¿En qué momento?