Capítulo Treinta Y Uno

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Carla

Estaba en una video llamada con mamá antes de entrar a mi primera clase. Hoy le tocaba cita con la terapeuta y siempre la llamaba antes de su cita para animarla. Tenia mejor semblante y mejor aspecto, incluso me dijo que cuando estuviera mejor vendría para hacer dia de chicas con Madison y conmigo, nos cocinaria, ya que ninguna era especialmente buena en ello, nos pondríamos bonitas pijamas y veriamos películas de terror, eran sus favoritas.

Mi dia había mejorado mucho con esa llamada, estaba recuperando a mi mamá. Y no podía ser más feliz.

Entré a mi primera clase del día con una sonrisa más grande que la del gato de Alicia. Esta había sido definitivamente una muy buena semana, Mamá estaba yendo a su terapeuta y había mejorado notablemente, Madison seguía siendo una asocial, pero logré que saliera conmigo al cine y también fuimos de compras, había pasado mucho tiempo con Jason e incluso no era raro que durmiera en su apartamento, aunque no siempre lo hacia pues él no vivía ahí, era más su lugar para estar consigo mismo, pero me había llevado ahí muchas veces y no iba a fingir que no me gustaba. Recuerdo el primer día que fui a su apartamento, estaba ebria y él me cuidó, y yo le dije que su apartamento seguro era la guarida donde llevaba a todas sus conquistas. Él con una mirada triste me dijo que solo era su lugar para estar solo.

Sabía que Jason guardaba muchas cosas dentro, era demasiado cerrado y nunca me compartía que le pasaba, pero algunos días me abrazaba más fuerte, me decía que durmiera con él o íbamos a cualquier lugar juntos. No me decía lo que lo atormentaba, pero el hecho de que quisiera estar conmigo cuando no se sentía bien, me hacía sentir que no solo era la chica con la que follaba.

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A la hora del almuerzo, nos sentamos en mesa de siempre, Mónica y Mason ya estaban cuando llegué, Jason aun no llegaba. Lo cual no me extrañó, siempre era el último en llegar.

-Justo a ti te estaba esperando. -me dijo Mason cuando apenas tomaba asiento.

-¿Que me dirás? ¿Que esta semana también encontraste el amor de tu vida?

-Oye, nunca he dicho que he encontrado el amor de mi vida.

Mónica y yo lo miramos con las cejas alzadas.

-Se supone que tienes que estar de mi lado traidora, incluso estuvimos en la misma panza. -le dijo a su hermana, quien sólo se encogió de hombros. -En fin has estado algo perdida en las fiestas y este fin de semana queremos hacer una fiesta y obvio estás invitada, igual que Jason que por cierto ahí viene.

Mi corazón se aceleró al escuchar que Jason se acercaba, era algo que siempre pasaba cuando lo tenía cerca. El corazón aumentaba su ritmo y me sentía extrañamente feliz.

Él saludó a los gemelos y pasó de mí, delante de los demás se supone que no nos tolerabamos, así que cuando estábamos con más personas actuabamos como si el otro no existiera.

Sin embargo debajo de la mesa, acarició mi muslo en señal de saludo y me sonrió de soslayo. Jason tenía una sonrisa muy bonita.

-Le decía a Carla que el fin de semana haré una fiesta y necesito al rey de las chicas en ella. -me tensé al escuchar el mote que usó Mason para referirse a Jason, si bien era cierto que Jason y yo no habíamos dejado claro si eramos exclusivos, no quería si quiera imaginarlo con alguien más, no pude evitar la ola de incomodidad que me invadió. Para nadie es un secreto que ese mote se lo había ganado a pulso, incluso yo me había convertido en una de las chicas que habían caído en sus encantos.

-Iré a la fiesta, pero no cuentes con eso de las chicas, no estoy interesado.

-¿Quien eres y que hiciste con mi amigo? -dijo Mason exagerando la cara de asombro.

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