My Freak | Eddie Munson | Terminada ✅

Munson

Han pasado dos semanas desde que Eddie me llevó al hospital, ha estado con Chrissy últimamente, cuando acaban las clases siempre la sube a su camioneta y se van.

Le he mandado más mensajes, pero me deja en visto y el último ni siquiera lo abrió.

Le he pedido perdón, tal vez debería no hacerlo, quizá piense que estoy loca, pero lo necesito, necesito que sea mi amigo o lo que sea que eramos, quiero convivir con él de nuevo.

Y también extraño a todos los del club.

Es Lunes otra vez, lo veo en las clases y en los pasillos pero parece que no existo, ni siquiera voltea a verme.

Steve ha notado que estoy con menos ganas y habla conmigo, ahora sabe todo lo que pasó con Eddie y trata de buscarlo pero a él también lo evade.

Creo que el hecho de que me ignore hace que me guste más y eso está haciéndome más daño.

Me gusta mucho, nunca había sentido esto por alguien, o al menos no tan rápido.

Estaba en clase con la señorita O'Donnell's, Eddie estaba sentado a mi lado, pero ahora si prestaba atención a la clase y decidí hablarle.

—Hola —musité.

No respondió, ni me miró, solo siguió anotando en su libreta así que decidí hacerle un papelito, como lo hace él. Le escribí: «tenemos que hablar, por favor».

Se lo puse es su mesa y él solo tomó el papel y lo hizo pedazos, sin siquiera leerlo, eso me partió en dos.

No insistí, un nudo en mi garganta se creó, quería llorar.

~

Es la hora del almuerzo, Dustin está riendo junto a Mike, lo contrario a Eddie, parece un poco perdido, pero cuando me vio entrar comenzó a reír con Dustin, como si estuviera fingiendo.

Me senté en la mesa vacía y Gareth no tardó mucho en sentarse frente a mí, lo primero que pensé fue que Eddie lo había mandado, pero, ¿a qué?

—Hola —sonrió.

—Hola —saludé mordiendo mi emparedado.

—¿Por qué ya no te sientas con nosotros?

—No sé, siento que no me quieren ahí —reí.

—Yo sí te quiero — tomó mi mano.

—Gracias Gareth, eres muy lindo conmigo.

—Hay algo que he querido decirte desde hace mucho.

Oh no, aquí vamos, a romper un corazón.

—Gareth... —dije tratando de evitar lo que diría.

—Me gustas desde el primer día.

—Gareth no, por favor.

—¿No qué? —frunció el ceño.

—Lo siento, agradezco que me lo digas, eres muy lindo y mereces a alguien que te quiera como lo mereces.

—Pero te quiero a ti, Stella.

—También te quiero, pero no de la misma manera.

—Te gusta Eddie, ¿verdad?

Podría tener algo con él, de verdad que sí, pero estoy terriblemente enamorada de su amigo.

Asentí y lo miré con pena, él solo hizo una sonrisa apretada, acarició mi mano y se puso de pie para irse.