Capítulo 1

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¿Cómo fue que llegaron a esto?

¿Desde cuándo esto se volvió incómodo?

¿Desde cuándo se sentían incompletos al llegar al orgasmo?

¿Desde cuándo el choque de sus cuerpos se sentía tan... Apagado?

2 años atrás:

Era época de exámenes finales, todos los chicos de la clase 1A estaban estresados con todas las materias que debían aprobar si querían pasar a segundo año.

Bakugo no era la excepción, a pesar de ser uno de los más inteligentes y estudiosos de la clase, su principal preocupación era sacar notas perfectas para continuar con su impecable historial académico.

Debía seguir estudiando.

O al menos ese era su objetivo antes de que cierto pelirrojo le propusiera estudiar juntos.

—Oye Kats... No te ves muy bien.

—Cállate, sólo es el estrés.

Katsuki se masajeaba lentamente la sien con sus dedos, quería que el dolor de cabeza se vaya, ya que no lo dejaba concentrarse.

—Sabes, oí de una técnica para relajar la mente y el cuerpo. A veces la aplico y si me funciona.

—Tsk. ¿De qué se trata?

—Masturbarte.

—¡¿Qué mierda?! ¡Estás loco!

—Pero si funciona, liberas el estrés y tus hormonas se relajan después del orgasmo....

—¡Cállate! —lo interrumpió— ¡No quiero seguir oyendo sobre tus cochinadas!

Kirishima obedeció a Bakugo y se mantuvo callado el resto de la tarde, concentrándose únicamente en su estudio.

Pasadas un par de horas, ya había anochecido y ambos continuaban estudiando las materias que les hacía falta.

—Ahhg —supiró Kiri lanzandose a la cama del cenizo— estoy cansado, ya me aburrí de estudiar.

—Pues con razón repruebas todo.

—¡Oye! Yo no repruebo siempre... Además me esfuerzo.

—Pues tu esfuerzo no es suficiente si quieres ser el mejor —Katsuki decidió ignorar a su amigo y continuar con su estudio.

—Tomaré un descanso, iré a mi habitación. Vuelvo en 10 minutos.

—Tsk, como sea.

Eijiro salió del lugar y se dirigió directamente a su dormitorio, dejando solo a Katsuki quien hojeando y leyendo las páginas de los libros. Él no era débil, ni flojo como su amigo, él estudiaría hasta que se sepa toda la teoría a la perfección.

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Pasaron aproximadamente unos 30 minutos y aún no tenía rastros del pelirrojo ¿Se habría quedado dormido? Conociendo su fuerza de voluntad, su flojera y el nivel de su procrastinación, era casi seguro que eso suceda.

Como se trataba del extra menos fastidioso de la clase, Katsuki se sentía en la responsabilidad de ir a despertarlo.

—Oye idio...—abrió la puerta sin tocar e inmediatamente la cerró al ver aquella escena.

Kirishima estaba sobre su cama, masajeando y jugando con su miembro viril mientras veía algo en el celular.

—¡Hey, Kats! —gritó desde adentro— No es lo que parece.

Desde Esa Noche |KiriBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora