Capítulo 3

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A partir de ese día, ambos cumplían con las cláusulas de aquel contrato.

En un principio todo iba lento, nada más allá de simples caricias y felaciones.

Poco a poco se incrementó a las embestidas entre los muslos y los glúteos.

Finalmente, después de meses haciendo lo mismo, Kirishima fue el primero en proponer la penetración. En un inicio Katsuki estaba en desacuerdo, no le gustaba la idea de ser llenado por el pene de alguien más, pero tras las muchas insistencias del pelirrojo finalmente cedió.

Esa noche fue única e inolvidable; no sólo ellos la recordarían por ser la primera vez follando de verdad, sino que también quedó grabada en la memoria de toda la clase 1A, cómo la noche más ruidosa de toda su trayectoria académica.

Conforme pasaba el tiempo, sus compañeros aprendieron a acostumbrarse a oír los ahogados y roncos gemidos de Katsuki en las épocas de exámen, se convirtió en una rutina. Una rutina que duró dos años más.

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Terminando los estudios en la academia, Eijiro y Katsuki mantuvieron su contrato. Así, cada que alguno desearía liberar todo su estrés, llamaría al otro para pasar el rato. Tal y como lo tenían acordado.

Sin embargo, las intimaciones se habían convertido en algo más recurrente de lo usual. Ya no se trataba sólo de las épocas de exámenes. Ahora lo hacían casi dos veces por semana.

—Ahh... ¡Oh, mierda Eijiro! —gemía el rubio mientras era penetrado violentamente por su compañero— ¡Ve más rápido idiota!

—¡Oh...! Kats...— Kirishima trataba de aumentar la velocidad, pero su cuerpo estaba agotándose, ya no le quedaban muchas fuerzas— Ya... Ya no puedo...

Las embestidas de volvieron lentas y profundas, como si Kirishima se tomara no sólo el tiempo de disfrutar cada roce que tenía su miembro con las paredes internas de Katsuki, sino también de llegar a lo más profundo del usado agujero de su mayor.

—Dé-déjalo así idiota— Katsuki se apartó lentamente para quitar ese pedazo de carne dentro suyo— Yo también estoy cansado.

Sucedió de nuevo.

Ninguno de los dos había logrado terminar, ambos quedaron agotados antes de llegar al clímax.

Faltaba algo. Nunca se les había hecho difícil llegar a los múltiples orgasmos. Nunca, el choque de sus cuerpos se sentía tan apagado.

Ya llevaban 2 semanas con el mismo problema, y eso comenzaba a preocuparlos.

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—Kats...

—Te dije que en el trabajo me llames por mi nombre de héroe, idiota.

Ambos ingresaban a la agencia, afortunadamente Endeavor aceptó a Kirishima para formar parte de la misma y en este momento era el compañero del cenizo, obligándolos a compartir la oficina.

—Eh... Está bien, Dynamight —corrigió el pelirrojo— estuve pensando en las cosas que pasan en la cama... —fue acallado por las manos de Bakugo.

—No hables de esas cosas aquí imbécil.

Eijiro apartó a Katsuki lentamente y continuó:

—A lo que me refiero es que podemos intentar hacerlo de otro modo, ya sabes probar cosas nuevas.

—Yo ya tengo todo eso solucionado —soltó Bakugo orgulloso— te lo mostraré en la oficina.

Ambos llegaron a su lugar de trabajo, inmediatamente Katsuki encendió la computadora y buscaba algunas cosas en el navegador.

Desde Esa Noche |KiriBaku|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon