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Lucía.
Decidí intervenir. Caminé cerca de mi hija y mi nieto cuando Mathias me vio.
Mathias: Abuela, mamá está llorando, está triste...*dice secándose las lágrimas*
Le sonreí.
Lucia: No, mamá solo tiene dolor de cabeza. ¿No es así Martina?
Ella asintió, sonriendo.
Lucia: Sube a tu cuarto Mathias. *digo sonriendo*
Después de que subió, me acerqué a Martina preocupada.
Lucía: ¿Qué está pasando de nuevo? *digo preocupada*
Me abrazó llorando y me contó toda la historia. No sabía que decirle, estaba cansada de ver a mi hija en este estado. Era demasiado para mí. Me separé de ella y la miré.
Lucía: Martina, por favor cuídate, hazlo por tus hijos. Ellos ven todo lo que está pasando, ya sabes. Deja que Jorge haga lo que quiera y te cuidas tú...*digo acariciando sus mejillas*
Martina: Pero tu crees que el...

Martina.
No pude terminar de hablar cuando una voz suave me interrumpió.
Cristal: ¡Mamá! *digo mirándome sorprendida por mi condición física*
Rápidamente me sequé las lágrimas.
Martina: ¿Cristal? ¡Llegaste a casa rápido!
Eché un vistazo rápido, apenas eran las 12 del mediodía. Me levanté y me acerqué a ella.
Martina: ¿Estás bien?
Ella me miró con tristeza con los ojos rojos y de repente comenzó a llorar. Mi madre me miró sorprendida y yo también estaba aún más triste ahora. Inmediatamente la tomé en mis brazos.
Martina: No llores más...*digo con el corazón roto*
Sequé sus lágrimas con mis manos y la levanté.
Martina: ¿Por qué llegaste tan rápido a casa...? *digo preocupada*
Cristal: Cuando estaba en la escuela, solo estaba llorando, así que la maestra me dijo que me fuera a casa. No seguí las lecciones porque tenía miedo de que no regresaras y además tú y papá gritan muy fuerte cuando discuten y tengo miedo. Papá es muy malo...*dice entre lágrimas*
Me di cuenta de la gravedad de la situación y la abracé. Yo también estaba llorando, pero rápidamente me sequé las lágrimas antes de mirarla.
Martina: Papá no es malo.. Papá te quiere mucho y...
Ella me interrumpió.
Cristal: ¡Él es el que te hace llorar! *dice molesta*
Le hice señas a mi madre para que me dejara a solas con ella.
Martina: Cariño, no hables así. Lo siento por los gritos con papi, te prometo que nunca volveremos a gritar, lo prometo. *digo con tristeza*
Todavía me miraba llorando. La tomé en mis brazos por un momento y sentí que su cuerpo estaba caliente. Decidí preocupada, desvestirla y ponerle un atuendo cómodo y luego acostarla en su cama. Le tomé la temperatura y efectivamente, tenía fiebre. Me sentí tan culpable en ese momento. Los niños habían sentido todo desde el principio. Le di un beso en la frente y bajé a ver a mi madre para saber qué hacer. Ella me dio algunos consejos naturales y una sopa que podría ayudarla a bajar la fiebre.

Jorge.
Había llegado a casa del trabajo y eran las 11 de la noche. Sí, llegué muy tarde a casa porque no quería ver a Martina porque no soportaba verla sufrir, había adelgazado mucho y se notaba que estaba deprimida. Estaba realmente preocupado. Entré a mi oficina y comencé a revisar algunos archivos de algunos clientes que tenía cuando escuché pasos que venían hacia mi oficina, en ese momento estaba literalmente rezando porque no fuera Martina cuando de repente vi a Cristal con los ojos rojos seguro debe haber despertó de su sueño y parecía un poco débil.
Jorge: Cariño... ¿no estás durmiendo...? *digo sorprendido*
Ella me miró molesta.
Cristal: ¿Por qué haces llorar a mamá? *dice molesta*
La miré sin saber qué decir.
Cristal: Si haces llorar a mamá una vez más, me iré de esta casa y no me volverás a ver. *dice gritando*
La vi hablar mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. Escuché por segunda vez pasos en nuestra dirección pero esta vez era Martina.
Martina: ¡Cristal, no le hables así a tu padre! *dice con firmeza*
Cristal: ¡Te odio! *dice mirándome fijamente*
Luego corrió a su habitación. Después de que se fue, me levanté confundido por lo que acababa de escuchar.
Martina: Jorge... no la hagas caso. Es solo una niña, no sabe lo que dice...*dice con tristeza*
Jorge: No Martina, es mi culpa. Y además, es tan pequeña y vive en este ambiente insalubre..*digo entre lágrimas*
Martina se acercó a mí.
Martina: Jorge... yo...
La corté.
Jorge: ¿Está bien? La sentí un poco rara...*digo con tristeza*
Martina: Los niños sienten lo que hay entre nosotros. Quiero decir, la tensión entre nosotros. Hasta Mathias me lo contó y Cristal también está afectada por todo esto... No quiero que sea así para siempre. Que es que me culpas Jorge. Quiero arreglar nuestro matrimonio...*dice entre lágrimas*
No pude decirle la razón por la que había hecho eso y me derrumbé como un niño en el suelo.
Jorge: Soy un mal padre.
Ella se sentó a mi lado.
Martina: Eres un padre maravilloso. *dice mirándome con cariño*

______________________________________Increible la manera en la que Martina apoya a Jorge después de todo lo que le hizo.. :0

Una Propuesta De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora