CAPÍTULO XXIII: CENA, CELOS Y AYUDA

85 7 2
                                    

Era un viernes por la noche. Patrick tenía ganas de comer y sus padres se habían ido de viaje. Quería pedir un delivery, pero se acordó que la mamá de Bélida tenía un restaurante. La habló por WhatsApp.

—Hola Bélida ¿Dónde estás? —

—Hola Patrick. Estoy en el restaurante de mi mamá. Superviso un rato, ya que mi mamá no está—

—Ok—

Bélida lo dejó en visto porque no sabía que responder. Por último, no sospechaba nada. Patrick aprovechó la oportunidad de visitarla.

Después de veinte minutos llegó con su chofer. Entró al restaurante, hizo un pedido de dos platos de comida y dos postres.

Bélida se había ido al baño. Salió y se dirigió a ver como estaban trabajando los de la cocina. Escucha que hablan dos meseras entre ellas.

—El chico pelirrojo que vino, está guapo, aunque parece que es estudiante—dijo Rosy mirando a Jesi.

—En mi colegio no había chicos guapos como él, pero parece que espera a alguien—dijo Jesi.

—Sí, porque pidió comida para dos. No creo que el coma todo eso—dijo Rosy.

—Ustedes solo mirando chicos guapos paran, por eso no atienden a los clientes que vienen—dijo Bélida acercándose a ellas.

—Ya patroncita, no se me altere. Él es el último cliente que entró—dijo Jesi sonriendo.

—Haber voy a verlo, tanto dicen que está guapo—salió de la cocina.

Bélida salió sonriendo de la cocina.
Al buscar con la mirada por todo el restaurante. Ve a Patrick, quien le mandó un mensaje.

—Hola Patrick—dijo Bélida acercándose.

—Hola, quise comer acompañado, por eso pedí comida para los dos. Me da ese placer señorita—dijo Patrick sonriendo.

—Claro, porque no—sonriendo.

Llegó Rosy con lo que pidieron y cruzaron miradas con Bélida. Ella con un gesto la estaba molestando. Después se retiró a atender.

—Espero que te guste lo que te pedí—dijo Patrick sabiendo que eran sus platos favoritos.

—Wow, es un pastel de tres leches, mmm lasaña, que rico—dijo mirando con deslumbramiento su comida.

—Si que estás de hambre, hay que empezar a comer—dijo sonriendo.

Le gustaba cuando una persona era feliz.

—Vale—dijo Bélida agarrando sus cubiertos.

Ya casi terminando de comer.

—Nunca pensé tener una cena a solas contigo—dijo mirándola.

—Es que no se niega una cena a tu amigo—dijo sonriendo.

—Amigo—pensó—Si yo soy tu amigo, ¿Kamíl también lo es?—preguntó sabiendo que con Kamíl compartían tiempo juntos.

Sintió como si le hubieran hechado agua fría.

—Nerviosa—También lo es—dijo fingiendo una sonrisa.

—Pensó—Tardaste en responder. Es tu amigo, pero porque presiento que tú le permitirás ser algo más—sonrió y la miró en silencio.

Terminando ya de comer. Patrick agarra su celular y empieza a grabar.

—No grabes—dijo Bélida dando el último bocado a su lasaña.

—Espera un momentito—agarró una servilleta y le limpió la suciedad a lado de su labio—comes como una niñita—dijo riéndose.

—Pude haberlo hecho sola—se levanta y le quita el celular—mírenlo a él, el chico fino—dijo volteando el celular hacia Patrick.

AMAR COMO LAS ESTACIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora