Harry enojado y los siete

Capítulo 79

Para su último desayuno del año escolar, el grupo se sentó en la mesa de Hufflepuff. De acuerdo con la norma, todos estaban sin batas escolares para el viaje de regreso a Londres.

Harry pasó bastante tiempo respondiendo preguntas de otros estudiantes sobre sus dos nuevos señoríos para agregar a las preguntas sobre la derrota de Old Moldy Shorts.

Eventualmente, sin embargo, estaban en camino al tren. También estuvieron entre los primeros estudiantes en hacer el viaje desde el castillo hasta la estación de Hogsmeade, ya que Harry quería alejarse de todas las preguntas.

Cuando llegaron a la plataforma y recogieron sus baúles, hubo un pequeño embotellamiento de estudiantes que se dirigían a los diversos vagones. Cuando se abrieron paso entre la manada, Harry y los demás vieron por qué había un retraso.

Sentado en la parte trasera del tren había un vagón nuevo y brillante. Pero este tenía los escudos de las casas de los cuatro fundadores adornando el panel lateral en lugar del escudo único de Hogwarts. En ambas puertas laterales de la plataforma estaba la palabra "Privado".

"Creo que esto es nuestro", dijo Harry, preguntándose en voz alta.

Caminó hacia la puerta y se estiró para colocar su mano derecha en la manija de la puerta.

"Yo no haría eso, si fuera tú", dijo un Hufflepuff. "Me dio una gran sacudida cuando lo intenté".

"Eso es porque no eres el heredero legítimo de uno de los fundadores", sonrió Harry, mirando hacia atrás. Levantó la mano y agarró el mango. Al girarlo, sintió que se abría un candado de sangre y empujó la puerta para abrirla. "Sí. Tenía razón", dijo.

Blaise subió mientras Harry y Neville cargaban los baúles en el carruaje. Blaise los hizo pasar, fuera del camino.

Con los últimos en Harry le indicó a Neville que lo precediera antes de que lo siguiera y cerrara la puerta detrás de él. Alguien detrás de él trató de abrir la puerta, nuevamente, y aulló de dolor mientras sacudían su mano para liberarla antes de meterla debajo de su axila.

Harry miró por la ventana y vio que era uno de los Slytherin mayores. Sus amigos se reían de él mientras fruncía el ceño.

Sacudiendo la cabeza y preguntándose cómo alguien de la Casa de la astucia y la astucia podía hacer algo tan estúpido, Harry dio media vuelta y entró en el carruaje propiamente dicho. Lo que vio cerca le quitó el aliento.

Todo el carruaje estaba decorado como un coche salón, un coche restaurante, una oficina y toda la opulencia. Con la excepción de dos retretes con vestuarios y un pequeño área de cocina con barra, todo el vagón era de planta abierta.

El almacenamiento de los baúles estaba en un estante especial colocado cerca de la puerta por la que entraron.

"¡Esto es increíble!" él dijo.

"¿Yo se, verdad?" dijo Daphne, adelantándose, con una gran sonrisa. "¡Y es tuyo!"

"¡Nuestro!" dijo Harry de vuelta.

Caminando lentamente, miró en todos los espacios y hasta el final del carruaje. Abriendo la puerta, salió a un pequeño balcón de unos cuatro pies de ancho y cubría el ancho del carruaje. Allí había dos asientos de madera al aire libre, atornillados y plegados a la pared del fondo.

Se preguntó por qué no lo vio cuando se acercaron al tren.

Volviendo al interior, abrió la puerta en ese extremo que conducía de nuevo a la plataforma y saltó. Mirando a su alrededor, vio que la plataforma abierta trasera estaba realmente desilusionada.