Capítulo 2

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—Me parece injusto que hayas probado al conejo lindo y yo no.

Intentando ignorar a su hermano, Jungkook se concentró profundamente en leer los documentos que tenía frente a él.

—Te estás quejando con la persona equivocada, yo soy solo una víctima aquí. —Respondió suave.

Gguk bufón y se echó hacia atrás en la silla frente al escritorio. Estaba en el departamento del otro Jeon, viéndolo trabajar cuando él tenía la semana libre. Al sentirse aburrido, joderle un poco la vida a su hermano siempre era una excelente opción.

—Aprovechaste la situación y usaste mi identidad. Nunca he visto a una víctima tan calculadora.

—Esos son pequeños detalles Jeon. Y técnicamente, TaeHyung no sabía tú identidad.

—Mi físico, entonces.

—Tú físico es el mío, hermano gemelo. ¿Lo olvidas? Da igual, fuí yo quién fué arrastrado por el  omega a un callejón y besado sin piedad. Agradece que me hice pasar por tí, porque tú habrías perdido la cabeza.

—Lo dices como si hubieses hecho un gran sacrificio.

Jungkook sonrió de lado.

—¿Como estuvo el beso?

Gguk estaba increíblemente curioso. Al salir del club el anterior fin de semana, después de haber quedado cautivado por la melena rubia de aquél omega conejo, no se perdió ni un minuto del beso que este había compartido con su hermano en las calles oscuras.

La imagen de los labios del omega, hinchados y rojizos, quedó vivía en sus pensamientos.

—Delicioso. Los conejos son una nueva experiencia. —Dijo pensativo—Pero no debías haberle propuesto nuestro contrato.

—Pero es todo lo que nos gusta y más. ¿Que tiene que ver con que sea un conejo? No vamos a reproducirnos con él.

Los contratos sexuales no eran algo que le ofrecían a cualquier persona. Muy pocas veces ambos deseaban frecuentar al mismo omega tanto tiempo. Alguien nuevo y pasajero, cada semana, daba menos problemas que una pareja sexual estable y exclusiva. Pero, Taehyung era por completo su tipo, tan precioso, que Gguk estaba seguro de que podía follarlo por más de seis meses.

El tema de la reproducción era otra cosa. Como una especie casi extinta, no tenían la libertad de romper la cadena y producir híbridos. Debían encontrar una omega o un omega leopardo para tener hijos puros y sentar cabeza. Eso les había quedado claro toda su vida. Y sus padres se los recordaban siempre que podían "No sean bestias, no dejen crías por ahí" dijo su padre cuando comenzaron su vida sexual.

Por suerte, aún eran bastante jóvenes, y las crías era un tema en el que no trabajarían hasta dentro de algunos años. Momento justo en el que su diversión nocturna se acabaría, y cada uno tomara su camino con sus propias familias.

—Si le ofreciste un contrato exclusivo siendo un conejo pequeño, ¿Crees que su cuerpo nos tolere, a los dos?Definitivamente no.

—Sé que hemos estado con omegas más grandes, pero los conejos son bastante saludables. Y ya sabes los rumores sobre su libido alto.

—Eso es tan arcaico. Ya sabes lo que dicen de los leopardo, somos rápidos, pero tu eres tan rápido como una tortuga.

Gguk no iba a refutar su argumento. Su animal era un leopardo perezoso.

—Aun así—Insistió—Tengamos una cita con él y dejemos que nos demuestre si puede o no con los dos.


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Cruel  |  KookvWhere stories live. Discover now