Siempre a sido él.

XXI

POV. POL RUBIO.

— Si algo he aprendido en está vida es que la mentira siempre se pone en contra de quien la inventa.

♥ ♥ ♥ ♥

[...]

Cuatro años después de Bruno...

Todo se fue al carajo.

Recapitulemos estos cuatro años...

Primer año:

Me centre en mis estudios, salí de fiesta, me emborrache más de una vez. Me acosté con varios chicos y chicas.

Segundo año:

Seguí mejorando en mis estudios, fui de viaje a la playa de Le Due Sorelle, La Puglia en Italia. Hermosa playa rodeada de pinos, con arena fina en donde enterrar los pies. Comencé a dejar de ir a fiestas... compre muchos libros.

Tercer año:

Fui uno de los mejores de la clase por segundo años consecutivo. Me invito a salir Axel, aquel pintor con el que me bese hace un par de años... Acepte la cita, es decir porque debía haberme negado.

Cuarto año:

Me gradué con el mejor promedio. Axel y yo vamos a cumplir un año de estar saliendo... Trabajo pintando casas, en los que consigo plaza en una escuela. Sigo viviendo con mi padre y gloria, ya que no me alcanza el dinero para vivir solo.

[...]

Si te encuentras alguna vez diciendo cosas como: "Te necesito", "Sin ti no soy nada" o "Sin ti mi vida no tiene sentido", entraste al mundo de la dependencia emocional.

El amor no es peligroso, la dependencia emocional, si.

Las palabras no van a modificar el comportamiento de quien no siente nada por ti.

Artículos y artículos sobre la dependencia emocional.

Resulta que me he dado cuenta después de estar un año con Axel, que él tiene dependencia emocional...

¿Dependencia emocional?

Si...

Google lo define, como una excesiva necesidad patológica de cariño, afecto y disponibilidad constante que sienten algunas personas con respecto a alguien con quien se ha establecido un vínculo afectivo, normalmente sus parejas sentimentales, llegando a dañar tanto su relación como su vida social y su propio bienestar a medio y largo plazo.

Confieso que cuando comencé a salir con Axel, nunca note nada malo en él, era atento, amable, amoroso, afectivo. Lo que me gustaba de él, era que nunca me obligo o presiono a decir que lo amaba, Axel fue el único que lo decía y eso funcionaba de maravilla para mi. Funcionaba de maravilla para ambos. Pero por alguna razón todo cambio cuando me gradué. Comenzó a portarse de una manera exigente, me marcaba cada hora para saber en donde estaba, no quería que saliera sin él, no quería que estuviera rodeado de mujeres o hombres, me exigió que usara chamarras y ropa holgada cada vez que salia con él para evitar verme "fácil", cuando lo confronte, simplemente dijo y cito "—Callate y haz lo que digo".

Y lo hice, me calle e hice lo que me dijo. Se puede decir que luego vino la agresión física, tomaba los vasos de cristal más cercanos y los arrojaba cerca de mi cabeza. Debí irme ahí, en ese momento, pero no lo hice.

Axel se arrodillo ante mi y me prometió que no iba a volver a pasar... lo perdone. Saben lo peor, es que volvió a pasar.

Los vasos pronto pasaron a ser libros, y los libros pronto pasaron a ser cualquier objeto que tuviera a su alcance, me lleve algunos golpes, rasguños, moretones y varias groserías de por medio. Cuando, ya no había nada más cerca que arrojar, empezaron los empujones, y llego el momento en que la gota de agua se derramo.