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Alex...
Ella se encontraba mas entusiasmada y todo era gracias a que su amigo le había pedido que le ayudara con los preparativos de la boda. Casi todo se encontraba listo y solo quedaba que algunos invitados confirmaran su asistencia. Cuando fue la hora de armar la lista de quienes asistirían, me sorprendió ver que nuestros padres aparecían, pero el nombre que mas llamo mi atención fue el de su padre, ya que pensaba que no lo quería ver.
Ante mi duda, le pregunte a Rob y él me confirmo que ella no sabia nada pero que su intención era que ambos tuvieran un buen ambiente donde pudieran hablar cómodamente. En el caso del padre de él, había respondido que no asistiría ya que no tenia hijo. Rob estaba un poco desanimado por ello pero nos habíamos encargado de decirle que no caminaría solo al altar y de ello me haria cargo yo, siendo su acompañante.
Me dirigía hacia la prueba del traje para la boda cuando recibí una llamada de mi padre, lo había estado ignorando por un tiempo pero me vi obligado a contestar para que dejara de insistir. Antes de que pudiera decir una palabra, escuche la voz de esa persona.
-Hola Alex- era ni mas ni menos que el padre de Aye.
-¿Y mi padre?-
-Le pedí prestado el móvil un momento, ¿podemos reunirnos a hablar?-
Revise mi reloj, notando que quizás tenia algo de tiempo -Claro, solo puedo 20 minutos, nada mas.-
-Gracias- no puso peros.
-Estaré en la cafetería favorita de Aye-
No escuche mas por lo que corté. Llegue y lo vi desde la vidriera, sentado esperándome. Quien no lo conociera, diria que solo se trataba de un hombre amable esperando por alguien. Ingrese al lugar y me dirigí directo a la mesa, notando que había varios escoltas en distintos lugares, custodiándolo. No me sorprendió ver a mi padre siendo el jefe de la seguridad, ambos cruzamos miradas sin decir nada y continúe mi camino.
Cuando noto mi presencia, asintió a modo de saludo y espero a que me acomodara en la silla frente a él para comenzar a hablar. -Ha pasado un tiempo- me observo.
Asentí.
-Yo.. ¿ustedes están con mi hija?-
Volví a mover mi cabeza, sin decir una palabra. Su expresión se volvió mas desanimada y en su mirada solo podía ver desesperación. -Por favor..- suplicó -ella, solo déjame verla un momento. Solo un momento, mi niña..-
No le tenia compasión en lo absoluto, pero me estaba avergonzando al ver a un tipo de tanto poder, rogar por algo tan pequeño como ver a su hija. De mala gana le di su numero nuevo y le dije que solo, y si solo ella estaba de acuerdo, podían reunirse.
Me pidió que me quedara a tomar un café con él pero me negué, volviendo a repetirle que tenia algo importante que hacer. Me levante y camine hacia el exterior, mientras iba a mi coche, sentí la voz de mi padre.
