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El sonido del metal siendo golpeado resonaba en aquel lugar, Eli batallaba a velocidad contra el Blakk, quien no parecia dar rienda a suelta, manejando con gracia y fuerza su lanza, Eli no estaba haciendo más que seguir el compás de su canción.

Con ayuda de Burpy potenciaba la fuerza de sus estocadas, Tad esquivaba con cierta dificultad las llamas del Phoenix mientras a su vez ordenaba a Flautista a entorpecer su puntería.

—Ellos dicen que haz cambiado, pero yo sigo viendo al mismo niño que conocí hace mucho —Habló el Shane,  queriendo hacer que hable Tad—. Creo entender la situación, pero no te puedo ayudar si no hablas.

"Cállate, cállate" pensó Tad agilizando su ataque.

—¡Lo único que quiero es recuperar al Tad que recuerdo!

—¡¿Eso qué te importa?! ¡Hace mucho que ese niño murió! —Finalmente le grito, cancelando su ataque pero a su vez, entorpeciendo el equilibrio del peliazul.

——°•°•°•°•°•°——

—¿Sabías que la princesa del reino de las 99 viene para acá? —Le comentó Eli a Tad. El pelirrojo estaba jugando con una vara, la cual manejaba con gran agilidad y elegancia. Ambos estaban en el patio trasero del castillo.

—¿Ah si?

—¡Si! Según mi padre viene a visitarnos, algo formal, no sé —Explicó el peliazul.

—¿Qué? —Tad se detuvo al escuchar eso, para poder darle su atención a las palabras del chico.

—Si, realmente no sé a cómo va eso ¡Pero eso no es lo que quería contarte! ¿Sabías que la princesa es de nuestra edad? Bueno, es un año mayor que yo pero eso no hace mucha diferencia.

Eli hablaba entusiasmado con respecto a la noticia, pero no había notado que la expresión del Blakk había cambiado.

—Me pregunto cómo será —Se pregunto para sí mismo, le gustaba la idea de conocer a alguien más además de Tad

Pero al parecer, el Blakk no pensaba igual.

Aquel día del encuentro había llegado, el Shane estaba entusiasmado con conocer a la princesa mientras que su amigo simplemente le observaba, esperando alguna clase de desilusión por parte del peli-azul, aunque sabía bien que eso sería imposible.

Cuanto hubiera deseado no tener razón.

Inmediatamente el joven de cabellos azules vio a la pelirroja a travez de una de las ranuras de los pasadizos secretos cayó embobado por ella. Los pasadizos eran el lugar donde comúnmente se la pasaba Eli junto a su amigo, por ordenes de su padre no podía ser visto por nadie y sólo el pelirrojo se pudo volver su amigo en aquellos términos. Pero el hecho de que la pequeña niña fuese una segunda amistad para Eli le desagradaba al Blakk.

"Cuanto he deseado que nunca hubieras visitado el castillo."

Era un pensamiento que mantenía constante el menor mientras caminaba en los largos pasillos del castillo. Había trascurrido una semana desde el incendio, una semana de la muerte de Will Shane y la desaparición de un niño, el cual sabía perfectamente que era Eli, una semana desde la muerte de su padre, Thaddeus Blakk.

Una semana en la que se volvió rey.

Los sirvientes sobreviventes se fueron al reino de las 99, ya que la princesa les había ofrecido empleo inmediato. Él por otro lado, no sabía si odiar o no a esa niña, pues la culpaba del incendio, pero realmente no lamentaba la pérdida de su padre, sino la desaparición de Eli.

Espadas Y Lanzadores [AU Bajoterra Crossover] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora