después de la pelea con asterius Bell queda gravemente herido, el conejo necesitaba una curandera de inmediato o de lo contrario moriría pero nadie imagino que esa curandera sería una elfa que todos pensaron lo odiaba, gracias a eso ciertos sucesos...
Y ahí estaba, el chico que fue reconocido por su rápido crecimiento de nivel y insana fuerza sometido en contra de su voluntad por una elfa con una mirada cuestionables.
El tenía muchas dudas, ¿por qué lefiya hacia esto?, ¿Por qué no podía zafarse de su agarre si el era un nivel más alto que ella?...
- este, ¿Lefiya-san?...
La elfa no respondió la llamada, Bell se preocupo.
- ¿Por qué haces esto?, ¿Que fue lo mal que yo hice?.
Nuevamente lefiya no contesto pero esta vez empezó a acercarse al oído del albino.
- tonto pero sensual conejo...
Bell se quedó congelado al sentir el cuerpo de la elfa recargarse en su pecho, sin decir nada la elfa deslizó su rostro al cuello del albino.
- ¿¡le,lefiya-san!?
Bell se alteró al sentir que su cuello empezó a ser besado, Bell tenia que admitirlo, esa sensación era extrañamente agradable, su sonrojo aumento más al sentir los generosos pechos de la elfa en su pecho, quiso quitársela de encima pero no podía.
- ¿Por qué no puedo quitarmela?.
Bell estaba frustrado, su fuerza de nivel 4 se veía opacada por la fuerza de la elfa, aplicando toda su fuerza el albino termino dando vuelta a la situación, ahora el estaba encima de ella, Bell logro ver mejor el rostro de la elfa, curiosamente las expresiones cambiaron, ahora Bell sostenía una leve sonrisa y lefiya parecía estar avergonzada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Lefiya-san... Esto es tu culpa.
Bell siempre pensó en la felicidad de sus amigos y conocidos, es inocente y algo tonto tal vez incluso un suicida pero al final de cuentas el era un hombre y para mala suerte de lefiya el tenía cierto fetiche por las elfas, el no había tomado, realmente no le gustaba el alcohol pero por alguna razón su cuerpo estaba caliente.
- ¿estás segura de esto?.
Y aunque estuviera caliente el albino aún así pensaba en la elfa
- no lo mal interpretes... Sólo estoy ebria.
sin una palabras mas Lefiya beso al albino.
tal vez muchos digan que fue rápido el acercamiento de estos dos chicos pero al final de cuentas solo eran dos adolescentes que se atraían mutuamente.
La noche paso, los gemidos y quejidos llenaron aquella habitación, el albino recorrió cada espacio del cuerpo de la elfa mientras los dos disfrutaban del placer que se daban entre los dos, gracias a la dueña de aquel local la habitación fue insonorizada y nadie escucho lo que el albino y la elfa hicieron esa noche aunque no contaban con que el chico tuviera una excelente puntería.
XXX
- con que eso fue lo que paso....
Bell se dijo a si mismo mientras miraba la habitación, los recuerdos había llegado de la nada y gracias a eso recordó lo que había hecho la noche pasada.
