IX

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A veces, Will tenía los lentes puestos, y esos días era un poco más serio de lo que Harry está acostumbrado. Will siempre tiene una sonrisa para darle, y siempre está pendiente de él, preocupado por si necesita algo, y siempre parece saber cuándo Harry está mal. Hannibal también, pero Will es quien más rápido se da cuenta de eso.

Hannibal, por su parte, trabaja ayudando a la gente con los problemas en su mente. Hannibal siempre tiene una explicación de lo que sea que le pase a Harry, o a Will, o a Abigail, y también sabe cómo ayudar para que esas cosas pasen o se calmen.

Entonces, Will y Hannibal son algo así como superhéroes. Había varias veces que Harry no sabía qué le estaba sucediendo, por qué repentinamente se sentía tan triste o tan asustado sin ningún motivo, y Will estaba allí para sostenerlo y Hannibal estaba allí para calmarlo.

Hoy no es Harry quien necesita eso.

Están en la casa de Will, en Wolf Trap, y Abigail estaba molesta por algo. No contestaba a Will y miraba de reojo a Hannibal cuando le hablaban. Harry no creía poder ayudar a Abigail, por lo que solamente está en silencio mientras acaricia la cabeza de Winston sobre su regazo.

—Los pecados del padre no tienen por qué convertirse en los pecados del hijo— estaba diciendo Hannibal, apoyado contra la puerta de entrada mientras miraba a Abigail, que estaba sentada en el sofá con la vista pegada a la ventana, viendo cómo la nieve caía. Harry cree que en realidad no estaba prestando atención al paisaje, pero estaba siendo deliberadamente grosera con Hannibal. El hombre siguió hablando—. Tú puedes decidir qué ser, o qué no ser.

—No importa a dónde vaya, no dejan de verme como una asesina— dice Abigail con molestia, su voz un poco más alta de lo necesaria. Harry pega su espalda contra el sofá inconscientemente, en caso de que comience una pelea—. No importa qué diga, siempre seré la hija de mi padre— Hannibal parece querer decir algo, pero Abigail se levanta y se acerca hasta él rápidamente antes de detenerse y cruzar los brazos—. Quiero salir a tomar aire.

Se pide permiso, piensa Harry cuando ve que Hannibal solo mira a la chica fijamente un momento antes de moverse y permitirle salir de la casa. Hannibal sostiene la puerta cuando parece que está por golpearse, y Harry mira cómo Abigail se aleja lentamente. Winston mueve la cola cuando escucha la puerta y se aleja de Harry para sentarse al lado de las piernas de Hannibal y mirar entre el hombre y la puerta, claramente pidiendo salir él también.

—Buen chico— dice Will con una pequeña sonrisa, pero no es el Will de siempre. Will tiene los lentes puestos hoy, y parece más apagado de que de costumbre.

—Buenos modales, Winston— Hannibal abre la puerta para que el perro salga, y la cierra antes de darse la vuelta y acercase a Will—. Alguien tiene que tenerlos...

No fue dicho tan alto, claramente para que Harry no lo escuche, pero lo hizo, y piensa que tal vez está un poco molesto con Abigail. Tal vez con Harry, si Harry hace recordar su presencia. Abigail le había dicho que no contestar verbalmente cuando alguien te habla también es una falta de respeto y, por lo tanto, modales. Hatry nunca vio a Hannibal molesto, y no quiere que hoy sea el día.

Will estaba terminando de preparar una pequeña nevera, llena de pescados que él mismo había pescado, pero cuando cierra con la tapa, la golpea con mas fuerza de la necesaria. Harry mira por la ventana, y siente que su corazón se acelera, aunque sabe que no tiene nada que temer. No de Will. Hannibal aún está en la puerta, y si Harry necesita salir, él podría bloquearlo, y siente que le sudan las manos. Tampoco tiene nada que temer de Hannibal.

—Will— dice Hannibal, calmado—. Asustas a Harry.

No es verdad. Sin embargo, Harry no lo corrige. Ni siquiera los mira. Aún mira hacia la ventana, donde Abigail está volviendo del bosque, Winston a su lado.

—No soy el único— gruñe Will, antes de suspirar y sacarse los lentes, arrojándolos sobre la encimera. Se pasa las manos sobre el rostro—. Lo siento, Harry.

Harry asiente, sonriendo un poco. Solo se digna a voltear a verlos porque no quiere enojar a Hannibal. Will está apoyado contra la encimera y Hannibal se acerca a él por detrás, pasándole los brazos por la cintura y atrayéndolo en un abrazo. Ambos miran a Harry un momento y le devuelven una pequeña sonrisa antes de que Harry voltee hacia la ventana nuevamente mientras los dos hombres comienzan a hablar nuevamente.

Abigail está a la vista aún, al igual que Winston, pero la sonrisa de Harry se congela.

Salta del sofá y se dirige a la puerta.

—¿Puedo salir?

Hannibal y Will voltean hacia él con sorpresa, y ante el asentimiento sincronizado de ambos, Harry abre la puerta con rapidez y corre.

Abigail suelta a Winston rápidamente y mira a Harry con sorpresa un momento antes de rodar los ojos y alejarse unos pasos, la navaja en su mano volviendo a guardarse en el bolsillo de su chaqueta. Winston mueve la cola y se acerca a Harry, felizmente ignorante y completamente a salvo.

—¿Te echaron?— se burla Abigail, pero Harry se arrodilla en la nieve y abraza a Winston. El perro, acostumbrado, se deja, y Harry está aliviado. El miedo corre por sus venas y todo en él está acelerado, pero esta vez, el peligro es real.

—¿Por qué estabas haciendo eso?— la voz de Harry es extraña hasta para él mismo, sonando ronca y rota, pero no le importa. Abigail estaba con la navaja presionando contra el pelaje de Winston, y la mirada que la chica tenía mientras miraba al perro revolvió el estómago.

Abigail lo mira sorprendida, y Harry le devuelve la mirada con el valor que en realidad no tiene.

—¿La primera vez que me diriges la palabra, y es por un estúpido perro?

Winston no es estúpido. Winston es un gran perro y amigo, y la única razón por la que no atacó a Abigail fue porque era un buen perro. Pasó su mano por el pelaje de Winston y se concentró en su cuello principalmente, donde había visto a Abigail colocar su cuchillo. Estaba sano, y Harry se relajó un poco.

No le gusta Abigail. No cuando no acepta la ayuda de Hannibal y de Will.

Cuando levantó la mirada para ver a Abigail volviendo hacia la casa, se da cuenta que Will está en la ventana, mirándolo fijamente.

Familia [Hannigram]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora