Un pecado vestido de rojo

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Hola gente linda.
Quería dejarles otro extra.

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Tipo de Narrador: Tercera Persona

La NASA era lo más aburrido del mundo, eso era lo que creia Alex harto de tanto ser convocado, por los mismo eruditos que exigían que fuera aprobar y recoger el armamento. El sargento Morgan recibía cartas, fax y ruegos del mismo sujeto el cual aseguraba que el armamento desarrollado por su área merecía crédito y reconocimiento.

Tanto joder y joder lo hicieron viajar a las instalaciones de la NASA en Washington.

-Menuda demora la de este imbécil-se quejó el sargento Morgan recostado en el jaguar gris que tenia como auto.

Estaba esperando a su compañero Rick James que llevaba 20 minutos de retraso. El sargento respiro hondo observando el aburrido edificio gris. Saco un cigarro recostándose en el capo. La gente entraba y salía con trajes pálidos o batas blancas. Las mujeres lo miraban, pero a él le daba igual, ninguna era de su tipo, todas eran sosas, sin gracia y con cara de sabiondas.

«Alex detestaba a las sabiondas» También tenía un montón de coños dispuestos en Londres y Rusia.

El sargento volvió a mirar el reloj <<Rick se iba a ganar una patada en el culo>> Alex inhalo una bocanada de humo y dicho humo se le quedó atascado en los pulmones cuando vio a la mujer de vestido ceñido que bajaba del taxi.

<<Nenaaa» pensó el sargento detallando la melena negra que le cubria la espalda. La tela roja se le pegaba a las curvas como una segunda piel y los tacones delgados le daban un aire elegante y sofisticado. Tenía buena carne en los lugares correctos y una figura que cielo santo...

Piernas esbeltas, caderas anchas, senos grandes y una cara de modelo de portada. La chica acomodo el bolso apartándose el cabello de los hombros ,  <<Lo único bueno de estar plantado como un idiota» pensó Alex, de seguro trabajaba para los medios. Para el canal que estaba a pocas calles de pronto, porque las mujeres como ella solían tener ese tipo de empleo.

O de pronto era alguna reina de belleza, el balanceo de las caderas al caminar lo hizo asumir eso, se movía como si estuviera en alguna maldita pasarela. La espalda recta, el mentón erguido.

<<<Si asi camina como será follando» Supuso el sargento sujetándose el miembro erecto, la mujer cruzo la calle y Rick se atrevo en el campo de visión de Alex estacionando una moto Brixton Rayburn.

-Mira la belleza que compré-hablo Rick emocionado- De colección....

Alex no perdió de vista a la mujer de rojo que entro a la cafetería que estaba al otro lado.

-¿Los marcianos te robaron el cerebro o qué? -pregunto Rick.

-Tienes que ver esto -Alex arrastro a su amigo a la otra acera.

Esa mujer logro ponerle la polla dura en segundos y llevársela a la cama era un compromiso con él y con la patria.

La puerta del café tintineo y ella está en un banquillo frente a la barra, era la única que sobre salía con ese sensual vestido rojo en un espacio lleno de gente gris.

-Mira ese pecado con tacones-le dijo Alex a Rick logrando que el segundo enarcara las cejas.

-Alex tenemos que ir a trabajar...

-Mirala joder. Es... Santo bendito hace que me la quiera jalar.

El sargento James sacudió la cabeza, Alex pensaba con la polla cada que veía una mujer bonita.

-Bueno pídele el número y ya vámonos.

-¿Yo a ella? —se burló Alex- Por muy buena que este es ella la que tiene que llamarme a mí y le daré dos horas para que lo haga.

PARTES QUITADAS DE PECADOS PLACENTEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora