Príncipe Caprichoso •|KTH|• [+18] [EN PROCESO]

•15• Abundante verde y azul desgastado

Dedicado a LauSptdMoon
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La adrenalina corría con mucha pasión por mis venas alteradas. Con solo saber que pude dar en el blanco en las tres dianas mi pecho se llenaba de orgullo, lo que se me hacía imposible no sonreír de lado.

Dejando escapar una fuerte calada de aire me giro lentamente para encarar a aquella persona que osó a decirme que ni siquiera podría tirar con exactitud.

Se siente muy bien, es como si tuviera el poder de todo lo que se mueva en este mundo. Me siento grande, y eso que solo demostré una pequeña parte de lo que sé hacer con el arco y la flecha.

Lo veo aún asombrado, pero con una pizca de algo diferente en sus ojos, algo llamativo, como la llama del fuego.

Camino lentamente y con paso provocador hacia él, y sacando una flecha, lo apunto con esta en su pecho.

– ¿Decías? –inquiero jugosa–

Esto es muy divertido, ver su cara de impacto es muy divertido.

– Tú... –un llamativo sonido, proveniente de uno de los tantos relojes que hay en el palacio, lo interrumpe, y nos hacen a los dos mirar en la dirección de dónde prevenia el fragor–

Mhm, justo a tiempo.

– Ya es hora de nuestras lecciones. –anuncio, dándome la vuelta para caminar de regreso al palacio–

– ¡Hey! Espera. –su mano sostiene mi muñeca, por ende me giro con una ceja alzada–

– ¿Qué ocurre?

– ¿Quién te enseñó a utilizar el arco y la flecha?

¿A qué viene esa pregunta?

Me río de lado– Claramente fué mi familia. –digo con obviedad–

El niega con su cabeza– Es imposible si solo aprendiste de tu familia y no de un buen entrenador, no deberías ni aceptar a la primera, y más siendo una chica. –suelta aquellas palabras como si no se pudiera creer lo que hace un par de minutos había echo–

¿Él que dijo?

Mis oídos no estaba tapados, así que pude escuchar con total claridad.

– Yah, Kim Taehyung. –me suelto de su agarre y me aproximo a su pecho elevado– "¿...y más siendo una chica?" –repito sus palabras. Carcajeo sin ningún tipo de gracia– Mira idiota, –hablo sin tenblarme la lengua– que sea una chica no significa que sea menor a los hombres, ¿lo entiendes? –pincho con mi dedo su pecho– Puedo hacer esto y muchas cosas más, así que no me subestimes ni me mires con esa cara de máxima sorpresa, eso en verdad me hace enojar.

Camino nuevamente hacia mi destino de esta hora sin mirar hacia atrás.

¿Porque soy una chica?

¿Es en serio?

– Estúpido. –digo entrando al laberinto–

– ¡Espérame! ¡No me puedes dejar así como si nada! ¡Más respeto! –exije mientras se va acercando a mi a paso rápido–

– ¡Que te follen! –grito sin temer entre las paredes verdes del laberinto, acelerando mi caminata con enojo–

– ¡Prefiero que lo hagas tú, ardilla! –su voz elevada se escucha muy por detrás de mi, dejando saber que ya no me seguía con impaciencia–

– Maldita cabra parlante. –maldigo entre dientes–

(...)

–  En resúmen: Las plantas medicinales son aquellas que pueden utilizarse enteras o por partes específicas para tratar enfermedades de personas, animales o para curar lesiones. –explico tratando de que cada palabra que sale de mis labios se entienda– Cómo algunos ejemplos; tenemos a la manzanilla, que se utiliza como un Antinflamatorio y antiespasmódico. –señalo, en uno de los tantos libros que hay en la mesa, el dibujo de una manzanilla– Otro tipo es el llantén, que sirve como un cicatrizante. –muestro otro dibujo con otra planta diferente–