11. Think! For once!

454 37 0
                                    

—¡Dame una mano!

Power estaba corriendo desesperada; saltó una pequeña barda levantando sus dos largas piernas. Se trepó al tejado de la casa colindante, enterrando las uñas sobre el tapete impermeabilizante. Denji iba corriendo tras de ella, tropezando con sus agujetas desatadas.

—¡Grandísimo imbécil, nos va a atrapar!

—¡Ayúdame a subir! —Denji dió pequeños saltos sobre el césped, mirándose las espaldas para que el perro de su vecino, Bruto, no fuera a comérselo vivo.

Power corrió hasta el pico del techo de la otra vivienda. 

—¡Deja de joder, y busca la forma de subir! ¡No sé si hay alguien en ésta casa!

—¡¡Ahhhh!! ¡¡Me tiene!!

El perro le clavó la mirada, y movió sus ágiles patas hasta quedar a metros de los pies de Denji. Éste se colgó de la barandilla de madera con todas sus fuerzas, y con su propio peso, se hizo de un equilibrio que le permitiera sobrevivir a tan increíble hazaña.

Bruto ladraba, salpicando de saliva viscosa los zapatos de Denji.

—¡Power, ayúdame! —gimió, aterrado—. ¡Prometo que no volveré a hacer nada de lo que te dije que haría, perdóname!

—¡No debiste dejar que Meowy saliera de casa! ¡Ésta es mi venganza! —la susodicha se asomó ante el llamado. Le hizo cosquillas en la nariz a Denji con su cabello—. Eso te mereces por hacer un montón de mierda incoherente.

—¡Ya basta, ayúdame!

—¡Oblígame! 

Después de mirar con detenimiento a su amigo, Power bajó un poco su pie, empujando con suavidad la espalda de Denji. 
Éste, aterrado, le miró con los ojos saltones. 

—¡Basta, déjame! ¡Vas a tirarme y Bruto va a morderme!

—¡No me importa que te haga ese maldito perro! —le sacó la lengua—. De cualquier manera, no eres tan listo como para que vayas a dejar matar por una de esas cosas apestosas —señaló al animal.

—¡Estamos haciendo un alboroto!

—Yo sólo hago mi trabajo. Suficiente tengo con soportarte cada día de mi vida y cargarte a cualquier parte porque no eres capaz de cuidarte a ti mismo. Merecía un poco de diversión, ¿sabes?

Denji entrecerró los ojos con odio.
—Eres muy vengativa cuando te lo propones.

—Como sea, me largo. Debo buscar a Meowy por aquí. Si no aparece, regresaré y te prepararé como estofado de res para Bruto. 

Sin más, Power caminó un par de pasos. El perro seguía lagrando, estaba cansándole.
Denji se tambaleó y puso una mano encima del techo de la casa por el que había escapado Power. Se asomó para revisar el terreno; no iba a ser un aterrizaje suave pero le salvaría el pellejo del idiota de Bruto. 
Cayó sobre el césped. Abrió la boca, incapaz de gritar por el dolor punzante en su espalda.

Por la ventana de la casa vecina, se asomó una señora.
Llevaba un teléfono pegado al rostro. Parecía haber llamado a la policía.

Denji estaba frito. Todo era culpa de Power y su estúpido gato.
Ella ya había escapado, así que a él no le quedó de otra más que tratar de hacer lo mismo hasta llegar a la avenida principal.
Volteó a todas partes.

—¡Power! ¿¡Dónde estás!?

La demonio apareció justo al lado de él.

—Aquí.

Denji dió un salto.

—¡Para de asustarme con las mismas estupideces de siempre! —frunció el ceño—. ¿Dónde está el gato?

—No lo he encontrado. Todo esto es tu culpa. ¿Qué acaso no eres capaz de pensar al menos por un instante? Vi como te lanzaste justo frente a esa señora. Llamó a la policia, y ahora sabrán quién eres, genio.

Él se dio golpes contra un poste. Fue así hasta que la frente se le adormeció por el constante impacto de la madera contra sí mismo.
—Me odio.

—Digo lo mismo. Estamos en problemas.

—¿Y a dónde vamos? No se me ocurre ningún maldito lugar donde ocultarnos antes de que lleguen los...

Sirenas. Salieron corriendo otra vez.
Denji había metido la pata.

Fictober: Denji x Power [Chainsaw Man ; au]Where stories live. Discover now