IDFC [KookTae]

☂️ ✦ฺ Capítulo 08

El omega ojiverde se encontraba con un pequeño puchero entre sus labios, lo cierto era que para su buena o mala suerte él era muy curioso, y es por esa razón que en ese momento se encontraba en medio de aquella extraña situación.

Ya que después de su "curiosa" escena en el patio de su universidad con el alfa de cabellera pelirroja, el omega había vuelto a su casa al culminar su día de clases, encontrando sobre su mesita de noche la tarjeta de bordes blancos que le había dado el misterioso hombre la noche anterior.

Taehyung observaba con curiosidad la dichosa tarjeta, apretando sus belfos y preguntándose si sería correcto marcar al número que estaba impreso en esta.

El peligris soltó un suspiro, alborotando su esponjoso cabello antes de agarrar su teléfono móvil, marcando así finalmente al hombre que prometía tener las respuestas a las mil y un preguntas que tenía.

Al poco tiempo que Taehyung marcó al número, fue contestado rápidamente por una voz que lo desconcertó por unos momentos.

— Se comunica con Kim Seol Hyun — habló la mujer en la línea — ¿Con quién hablo?

El ojiverde revisó nuevamente el número que había marcado, revisando si existía la posibilidad de que haberse confundido con algún dígito a la hora de marcar.

— Uhm, creo que me equivoqué de número — confesó apenado — porque se suponía que debía de comunicarme con un hombre llamado Kim Seung...

En el momento en el que este mencionó el nombre de aquel hombre, escuchó claramente unas respiraciones aceleradas en la llamada.

— ¿Quién eres? — preguntó la mujer en un tono duro, confundiendo al ojiverde — Porque Kim Seung, mi hermano, al que buscas, en este momento no se encuentra.

Taehyung chasqueó la lengua, estando a punto de disculparse con la mujer antes de colgar la llamada, pero la voz de esta lo interrumpió antes que lo hiciera.

— Pero supongo que si te dio este número, es porque buscas ayuda, ¿verdad?

El ojiverde frunció el ceño

— ¿A qué te refieres con "ayuda"?

Taehyung escuchó una pequeña risa en la línea.

— Creo que ya sé quién eres — dijo la mujer en un tono más calmado — Mi hermano me dijo que llamarías, aunque te confieso que no pensaba que lo ibas a hacer tan pronto.

— ¿Acaso son una especie de acosadores? — bramó el omega en cierto tono de molestia.

— ¡Para nada! — respondió esta rápidamente — No sabría cómo explicarte por este medio lo que en verdad hacemos, pero si gustas, puedes venir a la dirección que seguramente mi hermano brindó.