Mi chico de las pecas| HYUNLIX; MINLIX

019: Final.

Había una fotografía colgada a la pared que se podía apreciar a penas entrabas al departamento que Hyunjin y Felix compartían. Él mayor había esperado con demasiadas ansias que finalmente llegará el día en el cuál pudieran estar juntos como lo habían planeado tiempo atrás; Felix paso con éxito el examen de admisión y fue aceptado en la misma universidad, así por fin comenzaron su vida viviendo juntos.

A Felix le gustaba cocinar, a Hyunjin no tanto pero aprendió a amar los pocos días que tenían libres y cocinaban juntos.

A Hyunjin le gustaba el arte, no es que a Felix no le gustará sin embargo no era bueno como él decía pero aprendió a amar las tardes en las cuáles su novio le enseñaba un poco de lo mucho que sabía.

Los dos comenzaron a trabajar en la cafetería del tío de Jeongin, aquel estudiante nuevo que conocieron en la preparatoria y que se hizo muy buen amigo suyo. Con ello, pagaban la renta del departamento y sus alimentos, su vida ahora era tan estresante y tenían poco tiempo para ellos pero justo como Bangchan les dijo, “hay momentos en los que crees que ya no puedes seguir pero tienes que ser fuerte y en un futuro tan solo recordarás eso con una sonrisa”.

Actualmente Felix ya tenía veinticinco y Hyunjin veintiseis, seguían viviendo juntos amando cada cosa nueva que seguían aprendiendo el uno del otro. Pero un nuevo integrante se había unido a su pequeña familia; era un día de tormenta en la cuál Hyunjin regreso del trabajo totalmente cansado y al entrar vio en el sillón la imágen más dulce que podía haber visto en toda su vida.

Felix tenía entre sus brazos a un gatito mientras ambos dormían profundamente.

— ¿Así que él será nuestro pequeño hijo? — pregunto dejándose caer al suelo y tomo la mano del pecoso besando sus nudillos. Por primera vez en estos años agradecía profundamente todo lo que tenía.

Habían pasado por muchos momentos difíciles pero llegar a casa y encontrar a la persona que más amaba en el mundo sosteniendo de la manera más sutil a ese gato que seguramente había salvado de la calle era un sentimiento tan grato.

— Te amo — murmura sintiendo cómo la mano de Felix se mueve entre la suya.

—¿Hyunjin? — adormilado el de pecas lo mira confuso hasta que se da cuenta de que si es él. —¿No te mojaste?, ¿Acabas de llegar?

Hyunjin ríe ligeramente y toma de la nuca al contrario para acercarlo más a su cuerpo. —Solo quiero que vayamos a la cama y me abraces así como a ese gatito.

Felix sonríe levemente viendo cómo aún sostiene al gato entre sus brazos y se inclina posando sus labios sobre los de su novio. Hyunjin aún no terminaba de comprender el sentimiento de estar enamorado, porque Lixie podría besarlo las veces que quisiera y su corazón brincaría emocionado todas y cada una de esas veces pero le gustaba.

Le gustaba que cada cosa que sentía y que hacía sentir a su maravilloso novio.

—¿Podemos adoptarlo, verdad?

—Por supuesto.

Incluso si Felix no preguntaba, él ya sabía que ese gatito sería un nuevo integrante de la familia.

Dos años después de aquel suceso, Hwang estaba decidido a proponerle matrimonio a Felix. Cuando era más joven pensaba que él matrimonio no reforzaría los lazos de una pareja pero no sé trataba de eso, simplemente quería poder llamar abiertamente “mi esposo" a Lixie. Era como una ilusión que crecía día con día y se intensificaba aún más en cada amanecer cuando lo primero que veía eran las pecas y esa sonrisa tan bonita que solamente Lee podía ofrecerle.

Y aquellos anillos que compartía como una pequeña muestra de sus muy grandes sentimientos se convirtieron en unos de compromiso y meses más tarde algo que indicaban que ya eran esposos. La boda fue pequeña, la familia de Felix asistió gustosa sin embargo la suya le dejo en claro que iba a dejar de existir para ellos si no se retractaba entonces aunque le dolió bastante ese rechazo, aquella noche fue el ser más feliz cuando de la mano se juraron amor eterno y sellaron su amor con un beso, uno de los tantos que aún compartirían en un futuro.