100%

46 5 0
                                    

Aunque Yoonji quería quedarse con los niños le fue imposible, fueron entregados a las autoridades para que buscaran a sus familiares. Al principio se sintió deprimida, pero cuando las cartas de agradecimiento llegaron, supo que había valido la pena.

Tomó la bata de seda roja y salió de la habitación para buscar a Jimin, quería verlo, quería tocarlo, quería sentirlo. Bajó por las grandes escaleras y sonrió al verlo sentado en el sofá leyendo el correo en su ipad. 

-¿Mucho trabajo?-se sentó en sus piernas y Jimin sonrió, dejó a un lado el aparato y reposó sus manos en aquella esbelta cintura.

-Algo, el oficial Jeon sigue detrás de mí-soltó una risa-Pero quizás le de un susto.

El interior de Yoonji se retorció, sabía que Jimin odiaba a Jungkook y que era capaz de asesinarlo para que lo dejara de seguir. Recargó su cabeza en su hombro y jugó con el cuello de su camisa.

-Supongo que no quieres asesinarlo, ¿verdad?

Jimin son respondió, solo besó su mejilla y acaricó su espalda.


Jungkook corría detrás de un hombre, quien presuntamente era trabajador de Jimin. Lo había estado observando desde hace varias semanas, necesitaba saber dónde se encontraba aquel maldito. 

Sonrió cuando vio que había un malla, y aunque el hombre intentó defenderse con una pistola, el oficial Jeon fue más rápido.

-Tira el arma y alza las manos.

Contuvo una carcajada cuando lo hizo sin pensar, ¿qué acaso Park no entrenaba a sus perros? Se acercó al tipo, guardó ambas pistolas en su pantalón y sacó las esposas para amarrar sus muñecas.

-Si me dices dónde está tu jefe prometo no hacerte nada-Jeon lo llevó a la patrulla, en donde sus compañeros se encargaron de subirlo.

-¿Cree que pueda darnos información, oficial Jeon?-Taehyung se acercó a él mientras veía al chico.

-No, pero tenemos esto-mostró el celular que antes le había quitado y lo desbloqueó con facilidad, realmente era idiota el chico-Pide refuerzos, Park es nuestro.

🔪

Jimin bebía un poco de wisky cuando uno de sus hombres le susurró algo, al parecer el idiota de Jeon estaba por llegar a su mansión y necesitaba desalojarla cuanto antes. Subió a una camioneta junto a Minji y dejó a sus hombres, eran suficientes y sabía que no podrían perder ante Jeon.

-¿A dónde vamos?-Minji preguntó mientras veía el paisaje, estaban saliendo de la ciudad y eso no le dejaba un buen presentimiento.

-Vamos a recoger un pedido y regresamos amor-tomó su mano y la besó, no quería que Minji se asustara.

-Pude haberme quedado en casa-hizo un puchero y suspiró-Realmente odio venir, sabes que me da miedo.

Jimin no dijo nada más y se centró en la carretera, tenía una corazonada de que algo malo pasaría pero no quería hacer caso de ello. Su celular comenzó a vibrar como loco pero decidió apagarlo, no quería que nadie lo molestara. 

Pasaron tres horas y llegaron a una maquinaria, en donde vería a un Europeo quien le entregaría un pago por adelantado para exportar 50mil kilos de droga, era un trabajo muy fácil para él así que no le asustaba.

Su chofér estacionó la camioneta y se bajó del auto seguido de Minji y sus guarda-espaldas, quien se quedó detrás de Jimin para no interferir y arruinar el trato. Los vió intercambiar un par de palabras en lo que ella creyó  era italiano. Estaba por regresar a la camioneta cuando a lo lejos divisó patrullas.

Yo también [Kookgi-Jimsu] ONE-SHOTWhere stories live. Discover now