DEAR JAMES
"Querido James, aun estoy enamorada de ti".
En donde James Potter encontró a su pelirroja y esta no es Lily Evans.
En donde Lily Evans le escribe cartas a James porque tiene el corazón roto.
Intento no mirarte, pero mis ojos te buscan donde sea que me encuentro, cada vez que llego a alguna clase que sé que compartimos te busco, busco tu mirada, busco tu presencia y aunque al final siempre te encuentro nunca me miras, como si yo no estuviera ahí, como si para ti yo no existiera.
Quiero ese poder que tú tienes, quisiera entrar a un lugar y no buscarte, no extrañarte, quisiera no voltear cada 5 minutos a observar lo que haces, y aunque lo he intentado fingir que no existes no le ayuda a mi corazón.
No es fácil estar aquí, por más grande que sea Hogwarts, es imposible esconderme de ti, somos de la misma casa, del mismo año, todos los lugares seguros que conozco, los lugares donde suelo pasar el tiempo últimamente tú los vistas, los frecuentas, pero ya no soy la razón.
Nunca estás solo, eso me ayuda un poco a resistir la tentación de acercarme y hablarte.
La biblioteca resultaba ser uno de esos lugares seguros, los libros siempre han sido mi refugio, es fácil ocultar la cara detrás de uno fingiendo que los demás no existen o que simplemente no me importan, pero ella siempre está ahí, solo que yo jamás me había tomado el tiempo suficiente de observarla, de admirarla.
Ella es hermosa, y no lo discuto, con un cabellera pelirroja y sedosa, unos suaves rizos que la hacen ver perfecta e impecable, sus labios carnosos, de un tono rosado y sus ojos, son verdes, como dos pequeñas esmeraldas, aquellas brillantes piedras preciosas que yo no poseo.
Ella es más de lo que yo podría ser, es tan perfecta.
Ni siquiera me miraba, parecía muy concentrada en el libro que sostenían sus manos, y entonces apareciste, besaste su mejilla y ella rió suavemente, incluso su risa es perfecta, sonaba tan delicada, que a su lado soy patetica.
Permaneciste junto a ella, mientras leían su libro y yo estaba ahí, frente a ti.
Ella leía ese libro y tú la escuchabas atento, la mirabas de una forma especial que fuiste capaz de hacerme sentir náuseas.
Tu mirada fue tan especial, parecías hipnotizado, extraño la época en la que solo había una persona a la que mirabas así, yo.
Mis ojos empezaron a llenarse de lagrimas esperando, solo esperando, brillando ansiosos ante un pequeño e inútil destello de esperanza pero, nuevamente me ignoraste, porque solo tienes ojos para ella.
Nunca me ves en ningún lado, suelo pensar que la razón es porque me encuentro lejos de ti, pero hoy fue un poco más claro, no me ves porque para ti solo existe ella.
Porque en una biblioteca, rodeado de chicas hermosas, ansiosas, que susurran entre ellas deseando ser las afortunadas, deseando ser la siguiente, ser la nueva novia, tú solo puedes verla a ella, y ni siquiera el hecho de que estoy tan cerca de ti puede cambiar la dirección de tus ojos.
Te vi tomar su mano, ayudarla a guardar sus libros, salieron juntos del lugar, dejándome ahí, ninguno me notó, como siempre.
Desde entonces la biblioteca dejó de ser un lugar seguro para mi corazón.
Con una profunda tristeza, Lily.
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