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La brisa fresca de la primavera movía suavemente mi cabello, agradecía que no fuera tan fuerte pues estaba pasando por un momento agradable.

Mi mano izquierda sostenía un libro de hechizos el cual leía en voz alta, me sentía en calma, por otro lado, mi mano derecha realizaba movimientos circulares por su cabeza, un suave masaje lo mantenía calmado, al menos lo suficiente como para que este no saliera corriendo en busca de otro pasatiempo que no fuera escuchar una buena lectura, el nombre del chico recostado en mis piernas era James Potter.

-Y así es como...

-Estoy aburrido -La voz adormilada del chico me interrumpió en la lectura.

-El encantamiento patro...

-Lily, enserio, estoy aburrido, ¿podemos hacer otra cosa?-Sabía que mi novio no podía mantenerse quieto mucho tiempo.
Me dedique a pensar un momento, talvez solo por esta vez podía hacer algo más que leer, suspiré cansada y cerré el libro de golpe.

-¿Qué quieres que hagamos?- Tenía que reconocer que ya había leído durante un buen tiempo y entendía perfectamente su cansancio.

-Buenooo... Peter dijo que nos enseñaría a preparar unas ricas galletas de chocolate para Remus...

Oh no.

Podía anticipar el plan que surgía en la mente de James, no me molestaba pasar un tiempo haciendo algo que estaba segura que animaría a Remus, el problema estaba en que la convivencia con Peter no era muy buena, era obvio que yo no le agradaba.

Además Sirius tampoco estaría muy alegre de verme ahí, ambos chicos no estaban muy conformes con la relación que James y yo habíamos iniciado, y a pesar de que James ha intentado muchas veces que nos llevemos bien, sus amigos estaban muy recios a aceptarme.

-No lo sé... sabes como son las cosas con Sirius y Peter.

-Ay, por favor, Lily. Te prometo que si te dicen algo yo hablaré con ellos.

Sabía que una platica con ellos no sería suficiente, yo no les agradaba y eso no iba a cambiar, pero la mirada que James me dirigía me hacía querer estar con él sin importar lo que dijeran sus amigos.

-Bueno, esta bien, vamos.

No paso un segundo cuando él ya estaba de pie y extendió una mano para ayudarme a levantarme. Sacudí de mi ropa los rastros de tierra que tenía y tomé su mano entrelazando nuestros dedos.

-Lily, así que fuiste tú quien tomo el libro de...-La voz de Alice interrumpió nuestro camino hacia el castillo, resulta que el libro que tenía en mis manos últimamente estaba muy solicitado.

-Lily... -escuché a James llamarme invitándome a seguir caminando.

-Ya lo leí, pero quedé con algunas dudas, ¿crees que puedas ayudarme? -La idea era tentadora, era justo lo que quería hacer, no se trataba solo de leer, necesitaba a alguien con quien discutir acerca del libro, quería practicar con alguien los hechizos escritos, pero no tenía a nadie para hacerlo, la persona que solía hacerlo ya no era mi amigo.

-Yo tengo algo que hacer, pero podemos...

La mano de James acercándome a él me detuvo.

-No, tienes razón, es importante leer y, es uno de tus pasatiempos favoritos. No te preocupes por nosotros, quédate con Alice, yo iré con los chicos.

-¿En serio? Sí quieres ir yo...

-No, no te molestes, no creo que les importe.

Empezó a correr alejándose de nosotras, su rizos alocados se movían gracias al viento, y sonreí mirándolo alejarse poco a poco cada vez más.

Comencé a caminar en dirección contraria junto a Alice, me sentía feliz de que James entendiera mi gusto por la lectura, voltee hacia atrás esperando que no se hubiera alejado mucho y que aun pudiera observarlo, y así fue, aunque la verdad hubiera preferido que no.

Se hallaba más cerca de nosotras como si se hubiera regresado, junto a él una chica, portadora de una cabellera roja, no lograba ver el rostro de la dueña de envidiable cabello, pero los vi caminar en la dirección en la que James se dirigía anteriormente, caminaban juntos hacia el castillo y aunque me hubiera gustado saber el motivo de la sonrisa de mi novio, Alice y yo nos alejábamos cada vez más, mientras en mi pecho crecía una sensación que me oprimía por completo.

Sin darme cuenta vi sus siluetas perderse en la lejanía, en ese entonces no sabía quien era ella, no sabía lo que ella representaba en la vida de James.

Ella, la causante de mi sufrimiento.

Debí dejar lo que hacía, debí correr hacia James y evitar lo que pasaría entre ellos, pero en lugar de hacer eso decidí seguir mi camino, sin saber que no solamente me alejaba de él físicamente, sino que él alejaba su corazón del mío.

Yo estaba ahí, detrás de ellos, los vi alejarse, lo vi alejarse y no lo detuve, solo esperé que me encontrará, esperé que me mirará, pero él no me necesitaba si ella estaba a su lado.

Como no lo vi antes.

Como no lo vi antes

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DEAR JAMESDär berättelser lever. Upptäck nu