DEAR JAMES

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Querido James:

La navidad es mi época favorita del año, volver a casa siempre es lo que más añoro, volver a ver a mis padres, abrazarlos, pero desde hace unos años la convivencia en mi hogar se ha vuelto más y más incomoda por Petunia, quien se empeña en hacer de mi estancia en casa de lo más molesta, a pesar de los años no parece superar el hecho de no haber nacido con sangre mágica y molestarme se ha vuelto su pasatiempo favorito.

Pero el año pasado fue diferente, la decisión de pasar navidad en Hogwarts fue increíble, recuerdo que te enfermaste justo antes de la gran cena navideña, me habías invitado a dar un paseo por Hogsmeade, te espere durante varios minutos en el lugar acordado después de un tiempo regrese al castillo con la idea en mi mente de haber sido plantada, dentro te encontré cubierto de nieve, y titiritando de frío, dijiste que resbalaste por la nieve y yo te creí, te llevé a tu habitación, te ayude a entrar en calor y le pedí a algunos elfos que prepararán algo caliente para ti, cuidé de ti aun que tu no querías, dijiste que estarías bien solo, pero yo no quise dejarte.

Mientras estaba en tu habitación me pediste que cerrará los ojos, colocaste sobre mis manos un bello broche de hermosas piedras, los tonos azules y brillaban, mi corazón latió más fuerte ese día, un detalle tuyo mostrándome nuevamente tu interés en mi, hace mucho habías dejado de seguirme a todas partes, pero ese detalle fue todo lo que necesite para saberlo, creí que era una señal de tu interés.

Ahora lo sé, ese regalo no era para mi, pues ahora en sus suaves ondas reposa una peineta, con bellas piedras blancas y azules, te vi dársela, en tus ojos la llama del amor florecía, tus manos se movieron suavemente por sus cabellos colocando aquella costosa joyería.

Como no me di cuenta antes, si esos colores solo combinan con ella.

Como no me di cuenta, que solo tus ojos se iluminan así con ella.

Una destrozada Lily.

—🌻