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Iván Archivaldo.
Flash back 2015.
Miraba de lejos a esa mujer de vestido blanco, estaba sentada con en la arena, con su cabello rubio suelto.
—No me digas que te gustó esa mujer— dijo Edgar mientras me miraba sonriendo.
—Esta guapa— dije subiendo y bajando mis hombros.
Era más que guapa.
—Ve a hablarle— dijo Ovidio cargando a su niña.
—Si, el papá luchon tiene razón— Ahora fue Alfredo quien hablo.
—No lo recomiendo — dijo Mario, un compadre de aquí de guasave — Se llama Rubí, pero es algo... No es lo que buscas Archivaldo, ella está llena de pureza, es la mejor persona que hay aquí en Guasave, pero nadie le llega, ella es la definición de inalcanzable, cantantes, gente como ustedes, políticos todos tratan de ganar su interés—
Sabía a qué se refería, pero quería conocerla, yo necesitaba saber más de ella.
Me levanté de dónde estaba tomando ignorando los llamados y la carrilla de los que nos acompañaban.
—Hola— llegué y me senté con ella.
Ella volteo a verme y quedé encantado, sus ojos azules analizaban mi rostro para luego sonreír.
—Hola— me dijo y su vista regreso al mar.
—¿Te gusta el aguacate?—
Pinches nervios, no sabía ni que decirle.
—¿Qué?— ella volteo a verme y soltó la carcajada.—Pero si me gusta mucho el aguacate, ¿Y a tí?—
Ella no dejaba de sonreír.
—Mira que curioso, a mi también. Yo digo que deberíamos casarnos— dije sonriéndole y ella volvió a reír.
—Soy Rubí—
—Un gusto Rubí, yo soy Iván —
••••
—¿Se conocen?— hablo Priscila tomando mi mano. No me había dado cuenta que ahora todas las miradas estaban en nosotros, pero a ella parecía gustarle ésto.
Estaba... diferente
—No, supuse que el era Iván, el señor Joaquín me habló de que ahora trabajaría con él, y supongo que el que él supiera mi nombre se deriva de lo mismo—
Hablo ella y solo me quedé viéndola.
—Soy Priscila, esposa de Iván, me encanta tu abrigo—
—¿Esposa?— mire como ella me miró por un momento—Tenemos gustos muy similares entonces— dijo y me guiño—Pues que bueno coincidir, supongo que ya escuchaste mi nombre— ella le sonrió y poco a poco fue despojándose de su saco.
Rubí sabía lo que hacía, quitaba ese pedazo de tela de una manera candente, elegante y segura de sí.
Termino de quitárselo y ahora sí todas las miradas estaban sobre de ella.
—Es para tí — le sonrió —Te diría dónde lo comprarás, pero es un Dior edición especial para mí —
Mi mujer sonrió y luego la abrazo haciendo que ella se quedará inmóvil.
—Rubi ¿Podemos pasar al despacho a aclarar todo?— dije yo haciendo que ella asintiera mientras sonreía con maldad.
Rubí.
Miraba a sus hermanos, los Zambada a cada uno de ellos, y su vista estaba fijada en mí.
Voltee a mirar a Iván, quien se apresuro a caminar enfrente de mí.
—Señor Iván — dije haciendo que el me mirará.
Al igual que todos los demás.
—Yo nunca camino detrás de ningún hombre—
El abrió sus labios reflejando la sorpresa que le causaron mis palabras.
Me adelante y comencé a caminar, ya sabía el camino al despacho, miraba de reojo y una sonrisa de formó cuando mire su mano bajar y apretar su bulto creciente en ese pantalón.
Llegamos al despacho y el rápido cerró la puerta.
—Te extrañe tanto Rubí — dijo acercándose a mí.
—Causo esa sensación — dije mirándolo del mismo modo que el lo hacía.
—El negro te queda muy bien—
—Todo me queda bien— le dije levantando una ceja.
—¿Por qué trabajarás conmigo? ¿Por qué no me dijiste antes que estabas en este mismo mundo para haber podido ser felices, tu y yo?— dijo mientras tomaba de su wisky.
Me prendía verlo tomando. Ver sus manos con sus venas marcadas mientras su vista estaba fija en mí, el moviendo que hacia al vaso para luego tomarlo solo me daban ganas de....
—Mañana comenzaré a trabajar formalmente, entrenaré a la seguridad y estaré de mano con Néstor, del mismo modo que prometo poner Su vida sobre la mía —
Hable mirando un punto fijo.
—Rubi...—
—El sueldo lo hable con su padre y estuvo de acuerdo, cualquier cosa que sea profesional solo pídalo— le dije y cuando estaba a nada de salir el tomo mi brazo y me regreso fuertemente haciendo que mi cuerpo chocará con su pecho.
—Te veo con ese escote y solo provoca querer hacerte mía, tenerte encima de mi gimiendo, pidiéndome más, tal como la última vez, te extrañé tanto—
La última vez dejo un embarazo, así que no.
Al ver que yo no hacía nada más que sonreír, el me soltó mientras reía bajo y negaba con la cabeza.
—...No era necesario que le dejaras tu abrigo a Priscila—
—No hay problema, le dejé al novio, que no le dejé el saco—
El me miró con las cejas levantadas y yo solo reí para luego guiñarle y salir de ahí.
Caminaba por la casa cuando me senté en un sillón que estaba ahí.
—Hola— dijo Vicente viéndome —Hace mucho no te miraba— me dijo y solo reí.
—Nos vimos hace un mes Vicente—
—¿Que haces aquí Rubí?— me dijo Vicente mientras sonreía y se mordia el labio.
—Te estaba esperando— le dije mientras pasaba mi lengua delineando mis labios.
El se sentó y en un movimiento que el hizo yo estaba sobre de él.
Comencé a mover mi cadera hacia delante y hacia atrás, hacía círculos buscando la manera de sentirlo más cerca.
El estar cerca de Iván, me hacía querer sentirlo dentro.
No era Iván pero si su mejor amigo.
Hola comadres! Algo corto. Pero no quería dejar desapercibido ¿Si les está gustando? ¿Que creen que haya sucedido con ese embarazo? Voten y comenten mucho! Por qué si no se le ve apoyo, se dará de baja la novela. Los tqm💓
