Capítulo 7 - Yo me destruí solo

106 12 0
                                    

Karma estaba bajando por la montaña con tranquilidad, deseando regresar a su hogar para encontrar un poco de calma. Lamentablemente el mundo parecía siempre estar en su contra.

Como siempre.

— ¿Asano? — Preguntó confundido.

Se detuvo mirando con algo de extrañeza al presidente estudiantil que estaba frente a él, sin comprender el por qué de su aparición tan repentina.

— Akabane — Murmuró Asano mientras se acercaba con una mirada de determinación.

Aquello provocó que Karma se pusiera en alerta de manera inconsciente, buscando protegerse de algún posible peligro para su persona.

No iba a cometer los mismos errores otra vez.

— ¿Qué es lo que buscas Asano? — Preguntó con sospecha mientras tomaba cierta distancia.

— Quiero saber la razón. Quiero saber la razón por la cual te volviste así, tú mismo lo dijiste, no eras así y nunca querías serlo — Inquirió mientras lo miraba directamente.

Karma lo observó de pies a cabeza, por alguna razón los ojos de Gakushū si tenían color para él, y eso lo obligaba a ponerle atención a sus palabras.

No podía ignorarlo.

— ¿Por qué?, ¿de verdad lo preguntas? — Rió ligeramente — Aunque debo decir que tienes razón, yo no era así y no quería serlo, ¿pero qué se podía esperar? — Preguntó con desdén — Asano, tú mejor que nadie sabías que esto no iba a detenerse, los maestros no me ayudarían, mis compañeros no me ayudarían, simplemente nadie lo haría, así que era mejor que mostrara quien mandaba en primer lugar —.

Karma se encogió de hombros pasando al lado de Asano, pero deteniéndose después de alejarse unos pasos.

Su charla todavía no había finalizado, y lo sabía bien.

— Pero... — Asano trató de hablar para poder darle algunas razones a Karma de cambiar, pero fue interrumpido por el mismo pelirrojo.

— ¿Pero?, no hay ningún pero en esta historia Asano, tú tomaste tu elección, los demás tomaron su elección, y yo también tomé mi elección, no hay nada de malo en eso — Sonrió — Dije que acepté tus disculpas, y de verdad no guardo rencor, pero no tengo amnesia Asano, puedo recordar cada maldita palabra dicha por ti, puedo recordar cada cosa que me has hecho y hay una de la que de verdad me arrepiento —.

Algo en las últimas palabras caló algo en Gakushū, pero prefirió no demostrarlo, pues ni él sabía el por qué.

— Sabes que sin importar que tomes venganza eso no ye servirá —.

— ¿Venganza?, ¿quién fue el imbécil que te dijo que quiero venganza? — Preguntó con burla — Ya te dije, no guardo rencor, solamente lo hago porque me resulta divertido, ver su cara asustada es algo interesante, verlos tan seguros de sí mismos y luego doblegarse de un momento a otro, y ahora que me lo pregunto, ¿yo también me veía así de patético? —.

— Ellos... Ellos no querían esto — Murmuró Gakushū tratando de razonar con él pelirrojo.

No le gustaba ese Karma.

— ¿Ellos?, sé que ellos no querían esto, nunca lo hubieran querido, pero prefiero serlo a terminar como ellos. Sabes, hay una frase que uno de ellos siempre me decía, "no importa cuanto ayudes a la gente o lo des todo por ella, siempre habrá una razón para traicionar por más estúpida que parezca" —.

Karma mordió ligeramente su labio, pero al estar de espaldas Gakushū éste no logró notarlo.

— Ellos eran personas amables que ayudaban sin pedir nada a cambio, de esos que no les molestaría cargar con algo que no les corresponde, eran simplemente ángeles que cayeron del cielo por error, y que en este mundo cruel y oscuro encontraron su final, y aún así... Murieron con una sonrisa, al saber que pudieron darlo todo, hasta la vida para ayudar a alguien —.

Una lágrima traicionera salió de uno de sus ojos, pero no tardó en limpiarla, no quería permitir mostrarse débil frente a alguien, menos frente a la persona que se encargó de arruinar su vida en la escuela.

Como había dicho, no guardaba rencor, pero tampoco había olvidado.

— Simplemente eran ángeles en un mundo de demonios, no encajaban — Explicó con una voz extrañamente tranquila, pero se notaba la melancolía en las últimas palabras.

Quien lo viera a los ojos sabría que aún había algo roto en él.

— Entonces no dejes que este mundo te destruta y te transforme en alguien más — Respondió bajando la mirada.

— Asano, el mundo no puede destruirme, porque no se puede destruir algo que ya fue destruido — Contestó — ¿Qué quién me destruyó?, fácil, tú no me destruiste y el mundo tampoco... yo me destruí solo para poder encajar, al menos un poco —.

Karma comenzó a caminar nuevamente, dejando a Gakushū con un amargo sabor de boca.

¿Qué es este sentimiento? —.

.
.
.
.
.

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Y la frase?

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora