Mi niño

Capítulo 10

Tiene que hablar con Leo. Si, eso hará. Está seguro que lo ayudaría. Vuelve con Liam a la mesa donde comenzaron a conversar tranquilamente excepto Harry quién solo se limita a pensar.

Cuando el timbre suena y se levantan le hace señas a Liam y Niall para que los dejara solos. Niall con una sonrisa traviesa obedece llevándose a Liam.

—Leo —comienza nervioso.

—Hazz —alarga una mano a los rizos, Harry se incomoda, pero no dice nada.

—Necesito pedirte un favor —dice apenado.

—Lo que quieras, Hazz.

—¿Podemos vernos esta tarde para hablarlo? —El pelinegro sonríe ampliamente.

—Claro —un brillo en sus ojos lo delata y Harry se siente culpable— ¿A las cinco en la cafetería del centro?

—Si, bien —le sonríe radiante.

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Harry camina con su mirada en sus pies, pensativo llegando a su casa, saca las llaves de su pantalón mientras tararea una canción. De pronto siente unos pasos detrás de él, seguido de unas manos en su cintura. Se sobresalta, asustado, se aparta, y da la vuelta.

—Dios, Lou, me asustaste —le recrimina al mayor, llevando una mano a su pecho.

—Eres distraído, pude haber sido cualquier otra persona —dice en un tono ligeramente severo— Sé más atento, niño. Puede pasarte algo —entierra sus dedos en la cintura, posesivo. El solo pensar que podría pasarle algo le ponía los pelos de punta.

—No va a pasarme nada, Lou —tranquiliza y alarga sus manos para acariciar los pómulos del mayor— Seré atento.

—Bien.

Entran a la casa, Louis toma asiento en el sofá mientras Harry hace un sándwich. Vuelve dándole un mordisco, toma asiento en las piernas del mayor. Louis desliza sus manos desde la cadera por debajo de la camiseta hasta su panza apenas abultada. Sonríe dulcemente amando el pequeño bulto.

El rizado ruborizado no dice nada y sigue comiendo, sin darse cuenta se pierde nuevamente en sus pensamientos.

No cree que deba decirle a Louis sobre Leo. Se va a enojar con él, no quiere que Louis se enojara y se arruinaran las cosas por algo tan simple.

Un puchero se forma en sus labios de manera inconsciente ante aquel pensamiento.

—¿Niño? —Louis lo mira extrañado.

—¿Papi? —se gira a verlo y sonríe.

—Tienes carita triste —le da la vuelta dejándolo a horcajadas— Dime.

—¿Decirte qué? —ladea su cabeza.

—Dime qué te tiene así, niño —El rizado hace una mueca— ¿Es por lo de hoy?, lo siento, bebé —Harry niega rápidamente.

—No, no es eso, no es nada en realidad —sonríe ampliamente de pronto— Gracias por recordarme que estás castigado, papi —se levanta y toma asiento en un sofá individual, lejos.

—Oh, no, tú no te me escapas y el que será castigado serás tú por tu descaro —se levanta dirigiéndose al rizado, pero este comienza a reír y se levanta echando a correr. Louis suspira, echa a correr tras el chico.

Corretean por toda la casa entre risas y amenazas hasta que finalmente Harry corre a su habitación cerrando la puerta rápidamente.

—Papi...