3.

10 7 1
                                    

Sin reparos.


[1era parte]

Un fuerte y cálido sol de primavera azotaba la ciudad sin remordimiento, mientras el cielo permanecía despejado mostrando su típico color azul celeste que a todas las personas le encantaban. En mi opinión, solo es otro del montón de colores.

La ciudad estaba a mis pies, puesto que estaba en una gran grúa que incluso parecía tocar el cielo. Debajo de mi hay una construcción en curso, era un milagro que aún no me hayan notado.

La vista de la cuidad definitivamente era una locura, ya que se podía ver a plena vista quienes eran los que vivían mejor que otros.

Desde hogares y zonas que parecían escalar media colina entera, hasta edificios que parecieran rasgar el techo que nos cubre llamado cielo y casas lujosas que estaban casi al pie de esos edificios.

Era una vista escandalosa, ya que aquel paisaje parecía ondas de sonido representadas en barras. Además del bullicio que hacían las ciudadanos, los transportes públicos, los privados y los personales. Incluso se podía escuchar aquellos cláxones y el humo emitido por los vehículos.

Breves vibraciones se sintieron de repente en el bolsillo de mi pantalón. Adentre mi mano y rebusque un poco, para sacar un celular de alta gama. Revise la razón del porque vibró, resultando en una llamada.

—¿Halo?

Musite desinteresado, sabía quién era, más no tenía ganas de hablar con alguien ahora.

—Tenemos trabajo, cerca del distrito comercial, un banco nos espera.

Una voz al otro lado me habló rápido y detallado, colgando casi al instante.

Retiro el celular de mi oído, lo apagó y observo la pantalla del dispositivo, dónde como un espejo se veía reflejada mi cara.

Mi largo cabello negro desordenado y desalineado con un mechón de color rojo, ojos afilados con una iris de color marrón oscura, barbilla un tanto puntiaguda, una tez blanca un tanto amarilla y cara simétrica a palabras de algunas personas. Así me veía yo, después de casi 3 años.

Cubrí mi boca y nariz con una pañoleta de color rojo, y acomodé la venda desgastada y sucia que tenía alrededor de mi cuello, ajustándola y desenrollándola un poco para que no me apretara tanto.

Revise mi equipo, mi espada está mi izquierda y mi tan extraña pistola a la derecha de mi cintura y cinturón.

Les di un vistazo a mis ropas. Era parecido a un uniforme militar camuflado, solo que eran múltiples prendas que incluso parecía puestas desordenadamente.

Lo único que parecía puesto normalmente era la camiseta manga larga y mis pantalones, ambos que parecían tener textura rocosa, mi cinturón color negro que sostenía una prenda de color gris junto con mis armas, y otras múltiples prendas que trataban de cubrir mi ropa lo mejor que podían.

Dirijo mi vista a la ciudad de nuevo, aún era de día, eran las doce y cuarenta y ocho de la tarde. Aún había tiempo para múltiples cosas.

—Veamos... cuántos estragos puedo hacer hoy....

Con todo listo para no ser reconocido... rápido y sin pausas baje de aquel lugar tan alto, listo para lo que sea que se presente.
Ya que, mientras yo siga siendo yo, habrá gente que vivirá insegura.

Marked Destiny =Fatal Adolescence=Where stories live. Discover now