Jonerys

Mad Queen V

Daenerys retrocedió un paso ante el gesto amenazante de Jon. Las puertas se mecieron con estruendos violentos de los soldados que buscaban entrar.

-¿Vas a matarme? -dijo Daenerys con sorpresa pero sin una gota de temor en ella.

-¿Dónde está el niño? -respondió mientras daba paso tras paso tratando de intimidarla.

Daenerys no dijo nada pero desvió sus ojos a su alrededor buscando algo con que defenderse mientras se alejaba de él.

-Sabes que no saldrás ileso como la primera vez. No tienes oportunidad de escapar -le dijo con odio reprimido, pero Jon dejó la cautela y se acercó hasta ella con brusquedad tomándola por el cuello.

-No me interesa salir vivo de aquí, mientras tú vengas conmigo -acercó el fierro a su rostro. Daenerys trataba de ser firme mientras la fuerza de Jon la mantenía rígida bajo su mano.

-¿Dónde está el niño? -repitió Jon entre dientes.

-¿Para qué? ¿Quieres saber si está vivo, si tendrá una buena vida? -lo provocó. -Pobre Eddard, solo, sin familia, lejos de su hogar. Crecerá como pocos -le respondió con burla. Jon apretó más su cuello llevándola hasta el final de la pared y azotandola contra la misma.

-¿Donde..

-Nadie lo encontrará. El último Stark, el último lobo..pasará sus días lejos de su nombre y todos..lo llamarán BASTARDO. Igual que tú.

El pelinegro arrugó el ceñó confundido y tambaleante por el calor que la varilla emanaba a su mano, quería soltarla, a ambas. 

-¿Por qué has hecho esto? Podía haber sido diferente -le dijo en un momento de flaqueza. Daenerys lo miró con desesperación, en sus ojos se abrió la puerta a una salida. 

Jon espero su respuesta pero Daenerys alterno su vista entre el fierro en sus manos y sus ojos, vio el anhelo del hombre pero al contrario de lo que él esperaba. Daenerys uso su cuerpo para ir hacia la flama ardiente contra su propio rostro provocando el chinchineo de el fuego contra la piel. Jon arrojó a un lado el arma completamente horrorizado, y cuando volteo dispuesto a ver el rostro de la Reina herido, ella trató de escapar de su agarre y alcanzar la daga que estaba a unos metros.

Pero fue inútil, pues Jon no la soltó pegando su cuerpo contra el suyo con violencia.

-¡¿MAJESTAD?! -gritaban los guardias afuera tratando de derribar la puerta.

Jon trataba de inmovilizar a Daenerys con fuertes sacudidas mientras veía como el fuego no la había ni siquiera tocado la suave piel de su mejilla. Y cuando creyó que no podría sorprenderlo más ella..paró. Dejó de sacudirse, sus ojos liláceos se hundieron en los grises de Jon.

Y lo besó. Con fuerza, sus labios buscaron los de Jon, y este por un segundo se mantuvo inmóvil, hasta que el dulce sabor familiar de su lengua lo tocó. Las manos de Daenerys apretaron sus rizos y su cintura como antes lo hicieron con el cuerpo a unos metros, y fue ahí cuando el pelinegro la apartó.

-Debo matarte..Después de lo que le has hecho a mis hermanos, jamás podría perdonarte, ni amarte, solo nos queda la muerte -le inquirió.

-No soy yo quién debe clamar un perdón -respondió con amargura ella, entonces abrió su bata hasta la mitad. Dejando ver sus lechosos y redondos senos, pero en el costado de ellos, una enorme cicatriz. Señal de su traición. Daenerys tomó la mano de Jon poniéndola sobre su pecho, mientras rozaba la dura carne alrededor de la herida.

-Traicionaste mi amor, mi corazón, y a nuestro hijo -le susurró mientras sus ojos se ponían vidriosos.

-Ya no hay nada más que puedas robarme.

Jon sintió su pecho tambalear. Una voz le gritaba que la tomara por el cuello y apretara hasta el final, hasta que sus hermosos ojos se tornaran grises y vacíos mientras recordaba los rostros de sus hermanos. Pero la otra..La otra voz le susurraba que la besara, que olvidara todo y solo le diera misericordia, por el hijo que nunca vio, por el amor que llevo en su pecho vestido de culpa.

-Perdóname -le dijo cuando tomó la decisión.

Dos lágrimas bajaron por el rostro de Daenerys y la luz de sus ojos lo desconcertó, antes que le arrebatara la daga de la espalda y se la clavara en el pecho, en el mismo lugar donde estaba la primera cicatriz.

-Perdóname tú Jon.. -le susurró cuando el filo traspasó su carne.

Él abrió la boca mientras sus ojos y sus manos buscaban una explicación y todo lo que veían era a ella.

-Una traición fue suficiente 

Jon pego sus rodillas al piso mientras de su pecho la sangre bajaba, Daenerys trató de sostenerlo pero cayó al suelo junto con él. Y las dos lágrimas amargas fueron las únicas que sus ojos soltaron. El hombre trato de decir algo pero las palabras se secaron en sus labios con el beso que Daenerys plantó en ellos.

Él alzó su mano tocando el rostro de Daenerys y sintiendo el ardor en el pecho, ella sería su última visión, así como fue la primera vez.

-Te amo..Jon Snow -murmuró cuando la mano de Jon cayó al suelo, y el infinito frío tocó su alma.

Cuando dejó de tocar el rostro sombrío del hombre debajo de ella el silencio le robó el aliento. Tomó la daga y espero que los soldados finalmente entrarán para encontrarse el cuerpo de ambos hombres a pies de la cama. Uno con el rostro derretido y el otro con una daga en el corazón. Espero que los cinco hombres estuvieran dentro para escapar del aposento y encerrarlos por fuera.

Cuando la noche estaba llegando, la gran pira de humo casi tocaba las nubes. Las cabezas de los soldados que custodiaban sus puertas estaban en la entrada de la Fortaleza Roja, y el cuerpo de Jon estaba bajo las llamas que levantó para él.

Daario y Kinvara la observaban desde lo lejos de la torre, vieron como Daenerys se acercó hasta él y beso su cuerpo. Oyeron los sonidos desgarradores que su joven corazón grito al viento..

-Hoy y siempre.

Y vieron como la misma Reina Dragón atravesó el castillo y llegó hasta su Trono, con una sonrisa en los labios y una espada en la mano lista para empezar su REINADO.