Epílogo.

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Ya habían pasado varios meses desde que Jungeun se acopló al grupo de Jinsoul, al fin las chicas tras varios encuentros ardientes y llenos de pasión decidieron tomar la decisión de formar una relación.

La menor estaba en su clase de literatura, estuvo fantaseando un montón de cosas con la mayor.

- Jinsoul. - Habló con voz firme la rubia. - Jinsoul. - Volvió a mencionar. - ¡Jinsoul! - Gritó formando un puchero en sus labios que fue cambiado por una gran sonrisa cuando la menor la miró y se puso de pie.

- Jungeun, ¿Podrías venir esta tarde a mi casa? - Preguntó la peliazul.

- Uh, claro. ¿A qué hora? - Preguntó la mayor.

- Oh, me refería a que fuéramos directamente a mi casa y comer ahí... Pero si quieres venir más tarde está bien. - Dijo algo decepcionada porque la mayor no pudiera ir a su casa.

- ¿Te referías a eso? ¡Por mí está más que bien! Estoy deseando probar la comida que cocinan tus amigas. - Dijo entusiasmada.

- Oh, esas idiotas no hacen absolutamente nada, cocino casi siempre y cuando no lo hago es porque nuestras madres se ponen de acuerdo en hacernos comidas, todavía hay comida de mi madre la podrás probar. - Asintió Jinsoul observando la bonita sonrisa de su chica.

- ¿Estás segura de que tus amigas no se la acabarán? - Preguntó Jungeun bromeando acerca de las amigas de la menor.

- Sí, estoy segura, por suerte Hyejoo y Hyunjin no estarán en casa hasta el domingo por la tarde. - Sonrió Jinsoul sabiendo que tendría el fin de semana más tranquilo de su vida.

Finalmente tendría casa sola y encima podría estar con Jungeun. ¿Qué podía salir mal? Exactamente todo.

La pareja se estaba dirigiendo hacia la casa de la menor, no tenían nada que hacer, nada de deberes, nada de proyectos y nada de amigas molestas, solo ellas dos. El itinerario era sencillo, comerían algo que preparó la madre de Jinsoul y luego verían alguna película mala para después criticarla y reírse, todo era extremadamente perfecto.

Llegaron a la casa de la menor y lo primero que hicieron fue tirar sus mochilas y sacarse alguna prenda de ropa, ya era habitual que Jungeun se quedara en un top cuando estaba con Jinsoul. En cuanto a las amigas de la menor y sus novias.

Al principio fue algo difícil para las mayores, pues era obvio que Jungeun tenía una estructura ósea diferente a las de sus novias, a veces se les escapaba alguna mirada traviesa, pero todo eso acabó cuando Hyejoo y Hyunjin fueron atadas a unas sillas y apaleadas por sus novias y Jinsoul, en realidad no fue así. Fue algo más suave y con palabras de por medio.

- ¿Tienes alguna recomendación de película? - Preguntó Jinsoul mientras colocaba la mesa y los vasos.

- Si te digo la verdad toda la saga de Anaconda es increíblemente mala. - Dijo Jungeun mientras calentaba la comida en el microondas.

- ¿Es algún tipo de mensaje subliminal? - Preguntó Jinsoul mientras sonreía con algo de maldad y miraba a su novia.

- Te podría decir que sí, pero es que las películas son realmente malas. - Jungeun sonrió al pensar en lo que su novia se refería.

- Sabes de sobra que me dan pánico las serpientes, sobre todo cuando son absurdamente grandes. - Dijo Jinsoul colocando un florero en el centro de la mesa con una bonita flor.

- A mí no me mientas, Jinsoul, te he visto jugar con una serpiente absurdamente grande. - Mencionó Jungeun haciendo comillas.

Jinsoul se atragantó con su propia saliva y comenzó a toser efusivamente, su novia que se estaba riendo de las reacciones de la menor, se acercó a ella y comenzó a darle palmadas en la espalda.

Erecciones literarias (LIPSOUL)Onde histórias criam vida. Descubra agora