Borrasca

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— Rain.

Intenté alejarme de P'Payu, me había atrapado con las manos en la masa, literalmente. Sin embargo, el agarre de P'Payu era firme.

— Si quieres tocarme, solo tienes que preguntar — susurró.

Pasé saliva. Sí, sí quería, quería con todas mis fuerzas, pero así como quería tocarlo, quería que él me tocara. El solo contacto que tenía su mano con mi muñeca me hacía temblar. Había estado esperando por dos meses, cada segundo que pasábamos cerca deseé que me mirara así. Tal vez me estaba volviendo una persona pervertida y ambiciosa, pero ya me daba igual. No pregunté nada, me fui hacia él como llamado por algún hechizo invisible.

Al principio P'Payu no devolvió el beso, pero no me rechazó. Cuando creí que él ya no iba a responder, Phi abrió los labios y la mano que antes sostenía mi muñeca se enredó en mi cabello. Metió la lengua en mi boca y jugué con ella. Estaba recibiendo mucho más de lo que esperaba, pero eso no disminuía mi ambición, todo lo contrario, quería más. Me agarré al hombro de P'Payu.

— Más — rogué un segundo en el que me separé.

P'Payu acarició mis labios con su pulgar, los veía con anhelo, aspiró por entre sus dientes. Era tan sexy. Sentía una necesidad primitiva por él.

— No — retiró sus manos de mí y se bajó de la cama para ir al baño.

Me quedé solo en la habitación, viendo la puerta del baño. Era como haber estado volando y caer de pronto, sin aviso. Ya no me quedaba duda, de verdad me gustaba P'Payu, me gustaba mucho. No me fijé cuándo comencé a llorar, solo sabía que las lágrimas me bajaban por las mejillas y goteaban de mi barbilla hasta mis piernas. Apreté las uñas en las rodillas. Yo no le gustaba, me había rechazado como si nada.

No quería que P'Payu me viera así de derrotado. Sin fijarme, salí de la habitación y me comencé a bajar las escaleras. Quería irme lejos.

— ¡Au! — me tropecé con alguien y me caí.

Desde el suelo vi a esa persona de la foto que se parecía a P'Payu. Tenía la mirada más fría y dura que le hubiera visto a nadie, eso y su parecido con P'Payu me hizo recordar que había sido rechazado. No pude evitarlo, me quedé llorando en el suelo como un bebé en frente de ese señor. Un par de manos me intentaron ayudar y llevarme al sofá. Era Khun Pete, el papá de P'Payu. Me aferré a él como si fuera mi papá.

— ¿Y este quién es? — preguntó el desconocido de la foto.

— Ay, no molestes, déjanos solos — pidió khun Pete, con algo de tedio en la voz.

So lovely my wife — susurró el otro con burla antes de irse.

Khun Pete me sostuvo hasta que dejé de llorar. Él limpió mis mejillas con un pañuelo.

— ¿Puedes decirme qué pasó? ¿Ven… Payu hizo algo?

— P'Payu rechazó a Rain — dije, sintiendo las lágrimas en la garganta de nuevo.

— Eso no puede ser — khun Pete negó con la cabeza —. Payu debe estar esperando por ti, ¿por qué no vas y le preguntas si en realidad te rechazó?

Él me volvió a limpiar el rostro y me guió hasta la base de las escaleras. Giré a verlo un par de veces mientras subía, khun Pete seguía ahí, dándome ánimos. El otro señor estaba en una esquina, viéndome mientras se comía una manzana. Terminé de subir. P'Payu estaba en la mesa de dibujo tan concentrado que no me notó cuando me detuve a su lado. El plano en el que trabajaba P'Payu era impresionante. En todo este tiempo no había visto qué estaba trabajando él. No entendía qué era. Tenía rasgos antiguos, pero también modernos. Exhaló con fuerza después de terminan un trazo y se pasó la mano por el cabello, ahora lo tenía recogido de nuevo.

— Phi... — susurré.

— ¿Dónde estabas? — preguntó sin mirarme —. Le pregunté a las personas del taller y dijeron que no habías salido.

— Estaba con tu papá.

— Te llevas bien con él, ¿verdad? Papá tiene ese don.

— Phi... ¿En qué…? Phi... Yo… — sentí que me ardían los ojos de nuevo, bajé la mirada y entrelacé mis dedos —. ¿Qué piensas de mí? ¿Me rechazaste porque no te gusto?

— Rain, mírame — ahora P'Payu estaba en frente de mí.

Alcé la vista lentamente hasta que vi su rostro. P'Payu besó mis mejillas y mi frente. Me dio un abrazo, yo reposé mi cabeza en su hombro y lo abracé de vuelta.

— Lo siento. No quise hacerte sentir mal. Yo… creo que fui demasiado precipitado al principio, el día que te traje a casa y después en el baño, nunca quise presionarte. Pensé que era mejor si lo tomaba con calma, si me conocías primero y confiabas en mí… Y tampoco quiero distraerte de tus estudios. Lo estás haciendo tan bien.

— P', yo también soy un adulto, no tienes que decidir por mí — pedí.

— ¿Te sientes mejor ahora?

— ¿Puedo tener otro beso?

P'Payu besó mi mejilla. Sonrió después de salirse con la suya.

— Un beso de verdad, P' — me quejé.

— Te ves lindo haciendo pucheros — P'Payu me dio apenas un pico.

— Eres un tramposo.

P'Payu suspiró. Tomó mi rostro en sus manos con fuerza y me besó. Abrí mis labios para recibirlo, me agarré de su cintura para traelo hacia mí. De alguna manera, después de llorar mis labios se sentían más sensibles, los labios de P'Payu se sentían mucho más cálidos. Tuve que caminar hacia atrás debido a la iniciativa de P'Payu hasta que estuve acorralado contra la pared. El roce entre nuestros miembros me ponía la piel de gallina. Moví mi mano hacia el de P'Payu, quería acariciarlo. Pero P'Payu tomó mis manos y las aprisionó arriba de mi cabeza.

— Quieto — ordenó.

Asentí. Sus ojos eran demasiado demandantes como para negarme. Que hiciera lo que quisiera, con tal de que estuviera así de cerca, con tal de que solo me mirara a mí. P' besó mi cuello, pasaba su lengua, mordía y chupaba. Metió la mano debajo de mi camisa, apretaba mi piel, subía poco a poco hasta que comenzó a jugar con mis pezones. Mis gemidos sonaban tan inmorales, pero no podía evitarlo. Nunca me había sentido así. Cuando P'Payu volvió a besarme en la boca, mordí su labio.

Se separó para verme a los ojos, se pasó la lengua por donde había mordido. Intenté lanzarme hacia adelante, hacia él, fue imposible, el agarre de P'Payu era demasiado fuerte. Sin dejar de mirarme a los ojos, P'Payu bajó su mano y desató mis pantalones. Jadeé. Nada más el roce me hacía estremecer. Cuando su mano caliente me rodeó tuve que echar la cabeza hacia atrás y cerrar los ojos. P' acarició la punta con su pulgar.

— Mírame — ordenó —. Si dejas de mirarme, voy a detenerme.

Le hice caso a su pedido. P'Payu sonreía. Tuve que mirarlo todo el tiempo. Era tan sexy, no sabía qué expresiones hacía yo, pero las de P'Payu eran excitantes. Estaba a punto de correrme y P' volvió a besarme. No pude resistir más y me dejé ir.

Vi que había ensuciado la ropa de P'Payu cuando nos separamos.

— P', te ensucié — susurré.

Él bajó la mirada a su ropa, había rastros blanquecinos. Sonrió de medio lado. Se quito la camisa y la pantaloneta allí mismo. El cuerpo de P'Payu no era muy grande, pero tenía suficientes músculos, hombros, brazos, abdomen, P'Payu estaba duro. Quería ayudarlo como él me había ayudado a mí. Fui hacia él, pero antes de tocarlo, P' se sentó en la cama y se pasó una mano por los ojos.

— P', ¿Estás bien?

— Sí… — suspiró —, tengo sueño.

— Estás pálido — no lo había notado antes.

Toqué su frente. Estaba muy caliente, tenía fiebre. En el momento en el que dejé de tocar su frente, P' cayó hacia atrás, completamente inconsciente.

Probabilidad De Lluvia - PayuRain [KINNPORSCHE LITA] TERMINADAWhere stories live. Discover now