Flufftober Fratt

12 - A se lesiona y B lo cuida

Donde A es Matt y B es Frank.

Era posible que Murdock ya no fuese capaz de ver, pero eso no lo hacía indistinto a las memorias borrosas de lo que sus ojos alguna vez vieron. A veces era difícil recordar, porque es difícil obtener detalles cuando no queda ni la reminiscencia de lo que en algún momento fue. Eso convertía escenas como la que presenciaba en milagros.

Y no había milagroso y menos divino en ser cargado por El Castigador a través de la sala de estar con varias heridas importantes en su cuerpo. Pero existía algo en el aire: reminiscencia.

El sonido de Hell's Kitchen siempre estaba de fondo, así como el cercano sonido tintineante de una botella de alcohol y herramientas metálicas como agujas y pinzas. Podía sentir la luz cálida sobre su piel, más que nada debido a las lámparas de escritorio que se sobrecalentaban. También estaba el aroma de la sangre, el sudor y el alcohol. Revuelto entre texturas como gasa y algodón.

Y esa conversación distante también, aunque las voces eran distintas.

Cuando el pequeño Matt curaba las heridas de su padre boxeador, este último trataba de convertir la sesión en una especie de sermón que se extendía. Al pelirrojo le costó comprender que esa era la manera en que su padre lidiaba con el dolor de las agujas cosiendo su carne.

Ahora Matt escuchaba a Frank Castle balbucear cualquier cosa, casi recriminando la falta de cuidado que tuvo. Tal vez esa era la manera en que Frank lidiaba con ver a Murdock herido por culpa de alguien más, y esa era la forma en que Matt podía sobrepasar el mal rato mejor.

Aunque el tacto del pelinegro a veces era brusco, y sus quejas algo molestas, eran parte de lo que hacía que Murdock viajará en el tiempo. Haciéndole más sencillo imaginar cómo ese escena se vería, reconstruyendo la en base a memorias de otras.

Así, podía sentir que lo veía. Veía a Frank como si fuera la primera vez y, en el palacio de sus recuerdos, veía a Jack Murdock como si fuese la última.