Confieso

1.5K 57 14
                                    


Ya pasaban las 4 de la mañana y yo no podía pegar los ojos, mientras Camila iba, supongo, que por su décimo sueño. Me quedé viéndola dormir, su rostro completamente relajado y una de sus mejillas presionada contra la almohada, lo que me hizo sonreír. Llevé mi mano derecha a su cabello y lo acaricié levemente, suspirando.
"Te amo, Camz." -Susurré. "Mucho."
Pasé todo el tiempo pensando en la noche que tuvimos, en todo lo que disfrutamos juntas y descubrimos. Estaba sintiéndome sofocada, tenía muchas ganas de compartir todo con alguien. Alcé la sábana y puse los pies en el suelo, salí de la cama con el celular en la mano. Caminé hasta una silla que estaba alejada de la cama y me senté con los pies sobre ella. Iba a llamar a Vero, además de extrañarla mucho, quería compartirle lo que estaba ocurriendo conmigo y Camila. Según mis cálculos, eran como las diez y algo allá, así que no iba a despertarla. Busqué su número en mi agenda y la llamé.
Llamando, llamando, llamando, llamando, llamando... Comencé a creer que no iba a atenderme cuando escuché su voz del otro lado de la línea.
"Miren quién decidió aparecer." -Reí.
"Pensé que no me atenderías, bitch."
"¿Por qué murmuras, maldita? Tendré que meter el iPhone en mi oído."
"Vero..." Comencé a reír. ¿Es posible que no podamos tener una conversación decente? -Camila está durmiendo y son casi las cuatro y media de la madrugada, ¿sabías?"
"Hmm, sí, lo sé." -Rió. "Pero dime, ¿a qué debo el honor? Desapareciste Jauregui, te extraño mucho."
¿Vero siendo cariñosa? Eso era nuevo.
"Aw, también te extraño. Y no desaparecí, solamente estoy en París y tengo que aprovechar."
Dije sonriendo mientras admiraba la vista de afuera. París iluminado. Al fondo, muy al fondo, podía ver la Torre Eiffel engalanando la vista.
"Jódete, deja de envidiar. Pero, ¿es cosa mía o quieres decirme algo? Nunca me llamaste a las cuatro de la mañana, y para que eso esté ocurriendo ahorita..."
¿Ven? Es por eso que es mi mejor amiga, saca las cosas como son.
"Sí, quiero contarte algunas cosas."
"Y qué exactamente estás esperando para comenzar?"
Respiré hondo y, antes de empezar a hablar, miré rápidamente hacia Camila.
"Camila y yo estamos saliendo." Dije rápidamente y lo más bajo que pude. Pensé que Vero no había escuchado, ya que se quedó en silencio por un buen tiempo. "¿Vero?"
"Espera que estoy pensando si poner estrellitas en mi habitación ahora o después."
Reí llevando la mano a mi rostro.
"Vero, ¿podemos conversar en serio sin tus chistes, por favor?
Casi supliqué.
"Está bien, disculpa, es mucha felicidad." -Suspiramos juntas. "Ahora empieza a contarme todo, dime cuándo comenzaron a salir, dímelo todo y no me escondas nada, Lauren. Estoy casi que gritando. Oh my God! Finalmente tuviste coraje."
"Estoy en las nubes, Vero, en las nubes. Lancé todos mis miedos al cielo y tomé coraje para besarla, hice eso en el concierto de Ed Sheeran al que fuimos esta semana. Fue...¡Perfecto! Fue el beso más perfecto que ya di.
"Fuiste tan romántica." Dijo sincera y podía afirmar que estaba sonriendo del otro lado. "Ya era hora de que dejaras de ser tan tonta y pusieras cabeza en eso, Lauren. ¿Cómo están ahora? ¿Son novias? ¿Por lo menos se lo preguntaste, bitch?"
"No, todavía no se lo pido, Vero. Las dos quedamos que es mejor dejar las cosas pasar, ¿entiendes? Todo pasa de una forma tan hermosa con nosotras, no queremos terminar con eso."
Suspiré deslizando los dedos en mi cabello.
"No sé, solo creo que ya esperaron mucho tiempo. Ustedes se gustan desde que estaban en el programa, Lauren, ¿qué más quieren esperar? No pierdan tiempo."
"Lo sé, Vero. Es solo que no quiero nada precipitado, quiero que todo pase cuando tenga que pasar. En el momento exacto."
Camila se movió un poco sobre la cama, gruñendo. Tomó mi almohada entre sus brazos y se volvió hacia el otro lado. Sonreí.
"Entonces, ¿eso quiere decir que todavía no se han revolcado, no?"
Incluso de lejos Vero podía hacerme colorar de la vergüenza. Sentí mi rostro arder.
"¿Podrías, por favor, ser más delicada?" -Reí negando.
"¿Qué mierda quieres que digas entonces?¿Hacer el amor? Jódete, Jauregui." Ella rió muy escandalosa y yo sentí ganas de abrazarla. Ella era loca, pero era mi mejor amiga, la única, la que me entendía independientemente de cualquier cosa. "Ahora, no me interrumpas y responde lo que pregunté."
"Está bien, todavía no hacemos nada de eso." Respiré hondo, recordando la noche que tuvimos y sintiendo mi cuerpo temblar un poco. "Pero hoy estuvimos cerca. Puedo decir que jugamos un poco."
"Hmm, cuéntame sobre eso."
¿Por qué quería entrar en detalles? Su curiosidad me mataba.
"Bebí vodka en algunas partes de su cuerpo. Te juro que un poco más de ese juego y yo hubiera..."
"Gozado." -Me interrumpió toda eufórica. Cubrí el rostro con mi mano una vez más mientras mordía mi labio. "Te me estás convirtiendo en una gran bitch, Lauren. ¿Cuándo iba a imaginar que estarías hoy contándome que bebiste, lamiste y chupaste vodka en el cuerpo de Camila. Te confieso que tengo un poco de envidia."
"Hey" -Llamé su atención. "Ni pienses, ni uses, ni..." -Gruñí. "Camila es mía, exijo respeto."
"Cálmate, celosa." -Comenzó a reír. "Ni se te puede hacer una broma, que cosas. Pero dime, ¿y Camila? ¿Qué piensa de todo eso?"
"Ella está en eso tanto como yo. El problema es que ella me vuelve loca, casi no sé cómo controlarme cerca de ella. Me ve de una forma tan enamorada que me causa mariposas en el estómago, ¿sabes? Quiero cuidarla todo el tiempo, me encanta velar su sueño, amo cuando sonríe y muerde su lengua, todo mi cuerpo tiembla cuando me besa o cuando me dice que ama mis ojos. Siento ganas de gritar por todas partes las cosas que me hace sentir, Vero. Nunca sentí nada parecido por alguien, tengo miedo de pestañear y que toda ésta felicidad se acabe, no voy a soportar perderla de nuevo de ninguna forma. Si pudiera, jamás regresaría a casa, dejaría todo y huiría con ella muy lejos, lejos de todos los problemas que sé que tendremos que enfrentar si optamos por estar juntas. No sé cómo lidiar con eso, discúlpame."
El cambio en el asunto fue tan drástico que mis ojos estaban húmedos ahora, sentía ganas de llorar al expresarme, era como si hubiese puesto un peso en mi espalda.
"Lauren, tú la amas." Me dijo convencida, su voz era suave. Como nunca la había escuchado antes. "Esto no es sólo una "salida" como me dijiste, tú la amas. Mira la forma como hablas de ella, solamente mira todo eso. La amas jodidamente."
"Lo sé." -Dije más bajo que un susurro, pasando el costado de mi mano en mis ojos. "Descubrí que la amo y me estoy volviendo loca, ¿sabes? Nunca amé antes, Vero, no sé cómo controlarme, no sé cómo actuar. Quería tanto poder decirle todo esto a ella, pero tengo miedo de que no sienta lo mismo, miedo de que se asuste y se aleje."
"Hey, tranquila. Amiga, el amor es algo maravilloso, siéntete honrada por estar amando a alguien, aún más cuando es alguien como Camila. No te pierdas en ti misma pensando en lo que puede pasar, en lo que vas a tener que enfrentar, tan solo vive el momento. No seas egoísta con ella escondiéndole eso, siéntate y conversa con ella, dile lo que sientes, se sincera. Creo fielmente en que ella siente lo mismo por ti, la forma en la que ella te mira es como si fueras la única persona en el mundo para ella. Ella te venera, Lauren, corrió detrás de ti todo este tiempo en el que insistías en ser ciega y negarte a esto. No seas injusta con ella ni contigo misma, ábrete, confiésate. Déjale saber que la amas."
Vero tenía razón, estaba siendo tan injusta con Camz escondiendo lo que sentía, omitiendo una vez más. ¿Pero cómo decirle? ¿En qué momento? No podía dejar las lágrimas, era un completo desespero, una mezcla entre felicidad y nerviosismo.
"¿Cómo le digo eso? No sé cómo hacerlo." -Vero resopló.
"Lauren, apenas termines esta llamada, lo único que vas a hacer es despertar a Camila y decirle todo lo que me dijiste. No esperes más, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, no seas cobarde. No admito que mi mejor amiga sea una cobarde."
Abracé mis rodillas y agaché la cabeza, sentí mis pies dormirse.
"No, o puedo hacerlo ahora. Mañana le cuento, o pasado mañana, lo prometo."
"¡AHORA!" -Ella gritó, asustándome. "Lauren, ¡ahora! Ahora es el momento correcto para decirle, ustedes están prácticamente viviendo una luna de miel, no existe momento más correcto que este, todo lo que vas a hacer es mejorar la situación y hacer feliz a quien amas. Vamos, amiga, dime que te vas a levantar de donde estás y vas a dejar de ser cobarde."
Respiré hondo contando mentalmente hasta treinta. Por más insoportable que era, Vero tenía razón, ella siempre la tenía. Levanté la cabeza y miré hacia Camila, tenía que hacer eso por ella, por mí y por nosotras. Mis vista era borrosa por causa de las lágrimas.
"Está bien, tú ganas." -Cerré los ojos con fuerza.
"¡Eso! Me haces sentir orgullosa optando lo mejor para ti y, créeme Lauren, Camila es lo mejor para ti. Nunca, en todos  nuestros años de amistad, te sentí tan feliz. ¡Ve allá!"
"Lo haré, lo prometo." -Suspiré. "Gracias por impulsarme, Vero, sinceramente no sé qué sería de mí sin ti."
Ella rio un poco, pero sentí que era una risa cariñosa.
"Yo solo te quiero y quiero lo mejor para ti." -Sonreí. "Ahora ve, hablamos mañana."
"Te amo. ¡Hasta mañana, amiga!"
"Y Lauren..." -Me interrumpió.
"¿Sí?"
"¡Buena suerte!"
Sonreí con ganas de ahorcarla en un abrazo, la extrañaba tanto.
"¡Gracias, Vero! La necesitaré."
"Hasta mañana, entonces. Besos."
"Besos."
Nos despedimos y corté la llamada. Con el corazón en la mano. Me quedé sentada por unos diez minutos más para respirar e inspirarme, necesitaba tomar el suficiente coraje. Cuando sentí que estaba lista, me levanté y regresé a la cama. Subí mi mano por el brazo de Camz y respiré hondo algunas veces antes de llamarla.
"Camz...despierta." La moví un poco, ella se quejó. "Despierta."
La balanceé nuevamente, acercándome para hablar más cerca de ella.
"Por favor, necesito decirte algo. Despierta."
"Hmm, ¿no puedes esperar hasta mañana para hablar, Lolo? Tengo mucho sueño."
Si no estuviera llorando estaría sonriendo y abrazándola, pero la situación era otra.
"No, necesito decírtelo ahora. Abre los ojos, por favor."
Imploré sollozando al final, creo que fue eso lo que la hizo volverse y abrir los ojos para verme.
"Hey, ¿qué fue? ¿Qué pasó?"
Me preguntó asustada, sentándose rápidamente mientras frotaba sus ojos. Me sentí culpable por asustarla.
"Disculpa que te despierte, solo quiero conversar y decirte algo."
Dije mientras la veía a los ojos. Camila levantó su mano y llevó una mecha de mi cabello detrás de mi oreja, bajando con la misma hacia mi rostro.
"¿Por qué estás llorando?" -Se acercó y besó mis labios. ¡Cielos! Si ella seguí iba a perder todo el coraje que pude conseguir. "Dime qué está pasando, me estás preocupando. Vamos, dime."
Limpié mis ojos y sujeté una de sus manos, estaba temblando y me di cuenta de que Camila lo notó. Sus ojos estaban espantados, creo que estaba pensando que le diría que todo lo que vivimos fue un error y bla, bla, bla. Mordí mi labio inferior y respiré hondo antes de comenzar.
"Poco después de que nos conocimos en el programa, empecé a enamorarme de ti. Fue rápido e inmoral, pero no podía controlar lo que sentía cuando te acercabas. Pasé meses guardándome todo eso porque pensé que no sentías lo mismo, aun correspondiendo a cualquier mirada o toque que te daba." -Ella llevó su otra mano sobre la mía, su mirada quieta en la mía mientras me desahogaba, o mejor dicho, confesaba. "Cuando me dijiste que estabas enamorada de mi casi ni lo pude creer, era como si la pieza que faltaba fue colocada en el lugar, sabes? Pero conforme los días pasaron después de lo que nos dijimos la una a la otra, comencé a sentir un gran miedo de vivir eso, miedo de que nuestra amistad cambiara, miedo de arruinarlo todo. Cuando nuestros fans comenzaron a comentar sobre nosotras, sobre lo que pensaban de todo, me asusté Camila, de verdad." -Bajé la cabeza y sollocé. Ella también estaba temblando, no podía mirarla, pero sabía que estaba tan emocionada como yo. "Me asusté y me alejé de ti lo máximo que pude, no quería creer que estaban hablando eso de mí, no quería que dijeran que estaba enamorada de una chica, no quería tomar fama de lesbiana o lo que sea, no quería arruinar nada. Sé que te hice sufrir mucho con todo eso y, por favor, Camz, discúlpame."
La miré y sus ojos estaban húmedos, sentí tantas ganas de abrazarla, pero tenía que continuar.
"Discúlpame por todo, me arrepiento tanto de lo que te hice, de lo que me hice por miedo. Sé que actué mal, pero estaba tan asustada con lo que decían y cómo me estaba sintiendo que me alejé lo máximo que pude. Te traté como si nada estuviera pasando, como si nunca hubiésemos confesado nada porque no quería tener que asumir nada para mí misma."
"Lauren..."
Ella me interrumpió, pero no la dejé. Sujeté su rostro entre mis manos casi en desespero. Ella cerró los ojos.
"No, no digas nada, déjame terminar. Necesito decirte todas estas cosas, tan solo escúchame, por favor." -Dejé su rostro para sujetar sus manos nuevamente. "No aguantaba más fingir que era indiferente y cuando te llamé para que viajaras conmigo, pensé  que aguantaría estar a solas contigo y no permitir que algo pasara. Pero estaba equivocada. Me equivoqué en todo, Camila, estaba equivocada sobre todo, todo el tiempo. Perdí todo el control, lancé todo por los cielos y te besé en ese concierto como deseaba hacerlo hace mucho tiempo. Me sentí tan completa, tan feliz, ¿sabes? Te estaba haciendo sonreír y no podía creerlo. Me di cuenta, después de esa noche y conforme pasaron las horas, que no solamente estaba enamorada de ti, que no era sólo un pasión lo que sentía."
Ella me miraba fijamente, sus labios temblaban en un inicio de llanto. Mi corazón latía en mi garganta. Limpié una lagrima que ella dejó caer, antes de hablar.
"Descubrí que te amo, Camila. Fui ciega por tanto tiempo que no me di cuenta de lo mucho que ya te amaba. No tienes idea lo mucho que dolió saber que te hice llorar, sufrir. No estoy segura de nada, no sé qué vendrá mañana, o que pasará en un mes, no sé en qué estás pensando y estoy muriendo de miedo de estar siendo tan precipitada. Pero solo necesito decirte que te amo, no puedo guardarme eso más. No te estoy pidiendo que me ames también, solamente quiero que sepas lo que siento."
Cuando terminé de hablar, respiré tan profundo que mis pulmones dolieron, había quitado una tonelada de mi espalda. No pasó mucho para que ella estuviera en mis brazos, presionándome con tanta fuerza en un abrazo que sentí el aire faltar, pero no me importó. Retribuí de la misma forma, metiendo mi nariz en la curva de su cuello para sentir su olor, él me tranquilizaba. Podía sentir su corazón latiendo desesperadamente en su pecho, podía escucharla sollozar en mi cuello, su fuerte respiración erizándome. Pero nada me había preparado para escuchar lo que salió de sus labios.
"Yo también te amo, Lauren." -Cerré los ojos para perderme en lo que decía. "Te amo con todas mis fuerzas. ¿Cómo puedes pensar que no siento lo mismo que tú? ¿Cómo? Te di todas las señales posibles para demostrarte lo loca que estuve por ti todo este tiempo. Por favor, toda la verdad que puedo decirte ahora es que te amo y que nunca estuve tan feliz antes."
Ella me miraba sujetando mi rostro entre sus manos, sus labios sellando los míos en una mezcla de lágrimas y sonrisas. Yo no estaba más en mi cuerpo.
"Dilo de nuevo, Camila." -Pedí en un susurro mientras ella besaba mi rostro. "Di que me amas de nuevo."
"Te amo, Lauren."
¿Saben cómo me derretía el escucharla pronunciar mi nombre? ¿Tienen idea de lo alto que estaba volando por haberla escuchado unir un "Te amo" a mi nombre? Abrí los ojos para mirarla y sonreí, la sonrisa más sincera que ya di en la vida. Sus ojos tenían un brillo hermoso, su torpe sonrisa era mi favorita.
"No quiero perderte otra vez, no voy a dejar que nadie te aleje de mí."
Ella ya tenía sus labios en los míos y comenzó a hablar mientras se sentaba en mi regazo.
"Nadie me va a alejar de ti, mi amor, nadie."
Mi amor. Ella me dijo 'Mi amor' y mi reacción fue abrazar su cintura y besarla de la formar más intensa que pude. Nuestras lenguas se chocaban y todo mi cuerpo temblaba. No era un beso tranquilo, era desesperado y lleno de deseo. Introduje mis manos por debajo de su blusa y presioné su cintura con fuerza, haciéndola suspirar en mis labios. Sus manos inquietas despeinaban mi cabello, a veces fuerte, a veces débil, a veces solamente para mantenerme en el lugar, a veces para unirme a ella lo máximo que podíamos. Ella estaba sentada en mi regazo, sus piernas rodeaban mi cintura, si no colocaba una mano detrás de mi cuerpo para apoyarme, habríamos caído de la cama. Mis pulmones comenzaron a reclamar la falta de aire y luché para separar nuestros labios, Camila no parecía incontrolable.
"No." -Reclamó tomándome de nuevo. El dolor provocado por los jalones que ella daba en mi cabello era infinitamente placentero. "No intentes dejar de besarme."
"Yo..." -Ella mordió mi labio inferior, chupándolo, lamiéndolo. ¡Cielos! "Necesito aire, Camz."
Pude decir cuando ella se desvió de mis labios a mi barbilla. Estaba encantada por todo aquello, aun muriendo sin oxígeno.
"No me importa."
Ella se quejó atacándome de nuevo. Rápidamente me volví sobre ella y la presioné contra el respaldar de la cama, dejándola tan apretada que gimió cuando separé nuestros labios. Estaba más agitada que nada, parecía que había corrido una maratón. Camila acababa conmigo con tan solo un beso, ella era tan caliente.
"De verdad necesito respirar." -Dije sin aliento descansando mi cabeza en su pecho. Ella me abrazó risueña acariciando mi espalda. "Déjame recuperar el aire que me quitaste y entonces podremos continuar."
"Eres tan débil, amor."
Cerré los ojos al escuchar la palabra, era tan hermosa esa sensación.
"Nunca me cansaré de escuchar esa palabra si sale de tus labios."
"Y yo nunca me cansaré de decirlo si es para ti."
No necesitaba de nada más el resto de aquella madruga, tenía todo lo que quería justo ahí, de la forma en que lo quería. ¿Hasta cuándo Dios seguiría mostrando el mundo que creo para mí de la mejor manera? Yo era felicidad, solamente, hasta había olvidado mis preocupaciones y miedos, después me detendría a pensar en todo. En  ese momento solamente quería quedarme ahí en sus brazos, escuchando su corazón latir y saber que latía de esa forma por mí, solamente por mí.

Falling In Love For The Last TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora