Capítulo 17

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Capítulo 17

Dejó escapar un largo suspiro. Ese fin de semana sus padres la habían llevado a un retiro que organizaba la empresa para sus empleados. Para ello fue rentada una villa que quedaba fuera de la ciudad.

Miró a su alrededor. No podía negar que había sido un bonito detalle por parte de su padre ya que era la primera vez que organizaba algo así para todo el personal que trabajaba para él.

A pesar de la época del año, el tiempo les dio tregua y en su lugar había un radiante sol, pero aun así no se podía confiar mucho porque podría cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Ese día no existía jerarquía y lo único que se permitía era disfrutar. Se podían ver distintos tipos de puestos de comida y que además era gratuita, de nueva cuenta, patrocinada por su padre. Juegos mecánicos e incluso concursos como jalar la cuerda, de pasteles entre otros.

También había un área recreativa para los niños más pequeños. Entre los cuales un pequeño zoológico dónde podían convivir con animales de campo.

Los empleados parecían disfrutar del día, menos ella. Ya que hubiera preferido estar encerrada en su habitación. Agachó su cabeza y contempló su pierna. Le daba la impresión de que los presentes en aquel retiro no dejaban de observarla y sentir lastima por ella. Para ocultar sus heridas se había puesto una malla de color negra bajo una camisa tipo vestido. Así nadie desviaría su atención de las horribles cicatrices que le había dejado la secuela de su accidente.

―Es perfecto todo esto.

Escuchó al director de producción hablar con su padre.

―Si - asintió su padre.

Que hasta ese momento mantenía su mano unida a la de su madre. En ningún momento la había soltado.

―Lo organizó Inuyasha - prosiguió - Jamás he estado tan orgulloso como haberlo nombrado vicepresidente.

―Sin duda es un gran chico con una potencial visión para los negocios. Estoy seguro de que llegara a ser un buen sucesor.

Su piel se le erizó con solo escuchar su nombre. Aunque lo cierto era que escuchar hablar de él la dejaba sin aliento. Desde que salió huyendo de esa manera de su departamento no había querido salir. Ni siquiera le contestaba las llamadas y mensajes que por lo regular lo hacía a diario.

Para ser honesta no estaba bien ella misma. Toda esa alegría se le había escapado de las manos. Ni siquiera siguió yendo a dar clases de baile en el asilo. Porque eso significaba encontrase con el padre de Inuyasha el cual sin duda terminaría haciéndole preguntas sobre su salud o el futuro con su hijo.

De hecho, desconocía si existía un futuro para los dos. Él se había abierto, respondiendo a cada una de sus preguntas aquel día. Contándole todo lo relacionado con su pasado y en cambio, ella en lugar de quedarse a su lado había huido como una cobarde.

Incluso de ser capaz de dejarlo abrazado a una almohada.

¡A una maldita almohada!

Estaba a punto de abandonar ese grupo para explorar todo a su alrededor. Cuando sintió la brisa del aire perfumado con su particular aroma que los mismos pies se le habían anclado a la tierra.

― ¡Pero si aquí está el chico estrella!

Cerró los ojos, sentía su respiración en la nunca.

Ni siquiera era capaz de voltear a verlo. Un profundo calor se apoderó de ella.

PORQUE ERES MÍA Where stories live. Discover now