El Lado Oculto

278 18 0
                                    

POV Namjoon.



No puedo, no puedo... no puedo más, siento que todo mi esfuerzo por evitar poner mis manos en mi Hyung han sido en vano. Cada vez siento que mi racionalidad y control se están yendo al carajo. La máscara que me obligue a crear se está desquebrajando con cada sonrisa que me brinda, con cada mirada que realiza, con cada sonido de su respiración; su sola existencia es una bendición y una tortura...

Siento que mis manos pican y duelen por tocarlo, ya no recuerdo ni siquiera la cantidad de veces que he tenido que tomar duchas frías para bajar la fiebre que siento con solo pensarlo, tocarlo, olerlo, oírlo o verlo. Ni las veces que he tenido que buscar excusas para poder alejarme de él sin hacerle daño en el proceso.... Pero no puedo... ya no tengo la misma resolución de antes, y lentamente de manera sigilosa me voy acercando a él... voy imprimiendo mi presencia es su vida, voy dejando una huella de necesidad para que le sea imposible alejarse de mí sin que sienta que hay un vacío que no podrá llenar. Es egoísta... seguro que sí, pero ni las cientos de terapias a las que he asistido, han podido mitigar en algo todo mi deseo de monopolizarlo; y precisamente hoy siento que mi cordura murió...

De que me valió tanto tiempo y dinero invertido en olvidarme de mis sentimientos, si a la final sabía que todo iba a ser en vano, y solo por una de sus sonrisas sinceras, de esas donde todo su rostro se ilumina y sus hermosos ojos cafés se llenan de más estrellas que el firmamento, simplemente porque está tan feliz que su felicidad no cabe dentro de su suave y blanca piel. No... no valió de nada, todo se fue al carajo, porque yo, ya no soy capaz de detenerme, y no creo que nunca más lo seré.

Todos estábamos reunidos luego de la entrega de premios, riéndonos y sorprendidos de seguir siendo el tesoro de ARMY en la actualidad, hablando de trivialidades como siempre, mientras que yo de la manera más discreta posible admiraba a ese maravilloso ser que me consumió por completo desde la primera vez que lo vi entrar en el dormitorio de la empresa cuando aún no debutábamos hace 12 años atrás aproximadamente. En ese tiempo, traté de ocultar mis sentimientos tras una capa de indiferencia y contradicciones, por lo cual discutíamos frecuentemente por casi todo.

He de admitir que me encantaba sacarle de tus casillas y escuchar tus ingeniosas respuestas ante todo, al igual que admirar como tus finos labios y ojos gatunos se movían hábilmente mostrando tus emociones. Fueron días muy duros para mí, porque desde ese momento ya quería recorrer todo su cuerpo hasta el cansancio.

Lentamente el tiempo fue pasando, y me di cuenta que era mucho más importante tenerle cerca que intentar alejar algo inevitable. Recuerdo las noches de trasnocho a tu lado escribiendo canciones y produciendo música, las arduas horas de ensayos y los momentos íntimos donde nos escapábamos para estar solos por unos momentos y ser los confidentes del otro... En esos momentos intenté ponerle a prueba de todas las maneras posibles para saber el nivel de rechazo o aceptación de mi cercanía en tu mundo.

Al principio le molestaba mi presencia, luego la aceptó... aceptando roces y toques discretos disfrazados de casualidad, llegando a aceptar dormir en un mismo lugar que yo, uno que otro a abrazo, uno que otro alago, uno que otra frase diciente pero escabullida del contexto... lentamente me fue aceptando casi como si hubiera sido un proceso natural y no planeado; y hoy... y hoy puedo decir con plena certeza que no será capaz de rechazarme de ninguna forma posible... ¿Y cómo lo sé?, porque precisamente esa sonrisa llena de estrellas está dirigida hacia mí, sólo conmigo, solo yo, y esa fue mi señal... la que tanto he ansiado y por la cual me desvelo todas las noches escuchando sus canciones e imaginando un sinfín de situaciones comprometedoras.

Lleno hacia nuestros respectivos transportes sostuve su brazo para igualar sus pasos con los míos e ir detrás del grupo.

- Hyung... ¿Puedo pedirte algo?- El simplemente asintió con la cabeza, indicándome que continuara hablando.

Bendita Obsesión- NamgiWhere stories live. Discover now