El lado Ingenuo

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POV Yoongi

Es raro... es la frase que recorría mi mente mientras viajaba en la van hacia mi residencia. Namjoon estaba raro, de hecho estaba raro desde hace un tiempo atrás, pero yo realmente lo tomé como algo normal, casi como un rasgo de su personalidad o quizás algo de nuestra afinidad en la música y a casi todo lo que nos rodea, e incluso algo que solo se presenta cuando hay realmente confianza entre los amigos... pero aun así hoy estaba más raro de lo normal y por alguna razón me daba escalofríos... pero también estaba preocupado por el menor, sobre todo por la forma en que se fue.

No me gusta cuando el menor se enoja conmigo, porque tiende a alejarse... como más recientemente ha hecho, viajando por todas partes para encontrar museos y cosas de arte, pequeños placeres que el mocoso se da de vez en cuando... el problema es que cuando se va me siento solo y apartado. Mis ánimos no son los mismos, al igual que mi inspiración y mi ritmo de trabajo, por eso tiendo a ser aún más introvertido y a divagar mucho sobre las cosas.

Seguía nervioso, de verdad no quería que Namjoon siguiera enojado conmigo, eso sería el equivalente a otro mes distanciados, otro mes de pérdida de tiempo para mí... pero... si voy... siento que pasaría algo, no sabría cómo explicarlo que precisamente, solo sé que no habría vuelta atrás... pero sopesando el hecho de que el menor se vaya otro mes más... a la final ¿qué tan malo o que podría pasar?... y a mi mente llegaron imágenes donde el menor se encontraba recostado junto a mí, algo que sería totalmente normal entre nosotos, si no fuera por las caricias que con el tiempo fueron subiendo de tono, y que muy a mi pesar empezaban a hacer estragos a mi mente, a mi corazón y a mi cuerpo... de hecho la última vez que dormimos juntos en una misma cama; en el momento en que el menor pensó que estaba dormido, sentí como me estrechaba en sus brazos acercando mi trasero a una gran erección que no esperaba que tuviera, y mucho menos esperaba que me provocara una propia... ahhh y lo peor es que se vino y me dejo así... despierto toda la noche, como si yo fuera una piedra, paralizado sin saber que hacer... por eso yo no he querido regresar a su casa, y desde entonces el menor se fue a recorrer el mundo enojado conmigo.

Se imaginan al otro día, ¿con qué cara lo iba a enfrentar?... pues hice lo más sensato de la situación, y es que apenas tuve oportunidad hui como todo un cobarde, evitando sus llamadas y evitando quedarme a solas con él. Pero que más iba hacer... esperar que se levantara y decirle porque se masturbó con mi trasero y no se molestó siquiera en verificar si yo estaba consiente o no... pues no, quien en su sano juicio haría eso... así que he ahí mi gran predicamento.

Pero de nuevo no quiero que se vuelva a ir, eso tampoco, ni hablar del tema, porque me imagino que para eso me dijo que me quedará en su casa.... No quiero... No me niego rotundamente a hablar con el de eso. Aissshhh maldito mocoso en las dificultades que me pone.

- Conductor... me podrías llevar a la residencia de Kim Namjoon por favor- Ante esto el conductor asignado asintió y cambio de rumbo.

Yo aún tenía mis dudas, y no eran pocas. Eran tantas que estaba temblando de lo nervioso que estaba. Llegue a su casa, y con la tarjeta que el menor me había facilitado inmediatamente compro su nueva residencia; abrí la puerta y la primera imagen que vi fue al tonto de Namjoon semi-desnudo, caminando tranquilamente con una copa de vino en la mano... así que sí, de la sorpresa tiro la copa y manchó la alfombra.

En ese momento de verdad quise darme una patada en el trasero por haber ido donde el menor sin avisarle... pero, ya estaba ahí, así que no me podía echar para atrás, y menos después de ver esa sonrisa de hoyuelos iluminar la estancia, solo por mi presencia.

Luego de una embarazosa e incómoda charla antes de que Namjoon tuviera la decencia de ponerse algo de ropa, continuamos con una larga y amena charla sobre nuestras vidas durante el tiempo que no tuvimos casi contacto, acompañada de una muy buena botella de vino, que lentamente se fue acabando, hasta que me estaba quedando dormido, gesto que el menor no dejó pasar desapercibido por lo cual dijo que nos fuéramos a dormir, y yo con toda la intención del mundo me dirigí a una habitación vacía, pero no... él tenía que llevarme a su habitación... y ahí fue donde iniciaron los verdaderos problemas.

Yo muy sinceramente no quería dormir con Namjoon, y mucho menos después de lo que había pasado la última vez, sin embargo heme aquí, acurrucado en la esquina más alejada de la cama del mocoso, para evitar cualquier tocamiento casual que se pudiera presentar.

Por largos minutos, que fueron casi eternos para mí, no paso absolutamente nada, aunque mi corazón estaba latiendo a mil de lo nervioso que estaba, llegué a un punto donde me dije a mi mismo lo tonto que estaba haciendo y que definitivamente el menor no era de esos... hasta que escuche el ruido de las sabanas y sentía como Namjoon se ponía detrás de mí. Paso su brazo derecho por debajo de mi cuello y la otra mano la deslizo lentamente por mi pierna, subiéndola por debajo de la camiseta.

- ¿Namjoon?- pregunté ingenuamente, pero no recibí ninguna respuesta verbal del mocoso, solo sentí sus labios en mi cuello y como afianzaba su agarre a mi cuerpo, con sus fuertes y venosas manos, recorriendo mi piel casi con desesperación y necesidad, controlando su fuerza para no hacerme daño.

- Hyung... Muchas gracias por quedarte conmigo esta noche... te he extrañado tanto que no imaginas cuanto necesitaba tu cercanía... mucho más que la de los demás.

Continuo pasando sus manos por mi pecho, mi vientre, mis piernas, mis brazos, mientras me seguía besando el cuello. No sabía cómo reaccionar, de alguna forma esperaba que eso pasara, y a la vez, esperaba que no pasara, pero de algo si estaba seguro y era que Namjoon esa noche no me iba a soltar.

Bendita Obsesión- NamgiWhere stories live. Discover now