Capítulo 03

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Habla Devsena Montellie:

Mi vida es patética... Un desastre...

Desde que tengo memoria he practicado con la espada, sin ningún propósito en específico. Siempre fui buena con la espada aunque me gustaban más los libros, disfrutaba con ellos; sabía que, con la palabra podría llegar más allá que con la espada.

Mi padre el Vizconde Montellie comenzó a golpearme al ver que su hijo más capaz era mujer.

Ahí otro problema. Mis hermanos comenzaron a ignorarme, ya nadie me defendía de la ira de mi padre, un monstruo hecho hombre.

En esta inmensa casa ya no hay nada para mí, he pensado en marcharme, pero no tengo a donde ir; además, si escapó me atraparían fácilmente ya que no es fácil ocultar el color de mi cabello, plateado, el color de los Montellie, el color del primer caballero de Dios.

El gran Fénix bendijo a la familia Imperial, Dios bendijo a los Montellie. Plebeyos que alcanzaron la gloria gracias a ser caballeros.

Mi padre se podría considerar una desgracia hacia el credo de los Montellie. Yo como hija de esta casa no puedo negarme a su mandato.

Miraba mí reflejo en el espejo después de leer la carta enviada por la Princesa.

Arrugue la carta.

Nada bueno traía relacionarse con la Princesa, lo bueno, es que mi padre aún no sabe de la existencia de dicha carta, sería un desastre si se entera... Me llevaría a los brazos de la Princesa, a las garras de la bestia.

Aunque tenga la misma edad que su gracia la princesa, ella emite un aura diferente a otras jóvenes; la Princesa es peligrosa, todos saben que cualquiera que ha ido contra ella está bajo tierra. No quiero relacionarme con alguien tan inhumano cómo lo es su gracia la Princesa Alexis.

Lo bueno es que puedo rechazarla con estar indispuesta, ya que solo es una invitación de visita.

Eche la carta en la chimenea que se encontraba en mi alcoba, la mejor forma de deshacerse de algo es con el fuego.

Observo cómo las llamas salen a través de las cenizas, de lo que antes era una carta. Sin ninguna expresión alguna, en mis ojos se reflejan las danzantes llamas.

Aunque mi tranquilidad duro una semana. La princesa envío otra carta pidiendo mi presencia; comenzó una especie de acoso hacia mi persona de parte de la princesa.

Es muy osado de mi parte negarme a su llamado, puedo hasta perder la cabeza con esto pero, no quiero ir a su encuentro por ningún motivo.

El acoso de cartas duro un mes exacto, mis excusas cada vez se hacían más infantiles, desde que el correo se perdía, hasta decir que un perro mordió mi mano.

Sabía muy dentro de mí que no podía rechazar lo inevitable. Así fue, una carta oficial del emperador llegó al Vizconde Montellie.

"Celebrando la mejoría de la princesa, se realizará una fiesta de té con sus conocidos más cercanos. La señorita Devsena Montellie es cordialmente invitada a esta festividad.

La princesa regocija de alegría ante su presencia en dicho evento.

Un cordial saludo de su Majestad el Fénix del imperio Bahartlua....

Firma Harlem Soviets Bahartlua."

Carta escrita con veneno, entregada a una presa fácil como lo es mi padre, quien no dudo en enviarme a la boca del lobo.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Jun 06 ⏰

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