¿yo te gusto?

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Día 14 Ruined confession/Confesión arruinada

Ryō estaba preocupado, estaba acostumbrado a los cambios de humor de Bakhura, de furia a tranquilidad, de tranquilidad a angustia, pero esto era nuevo, está tranquilidad no era normal, un Bakhura tranquilo normal estaría en su sofá viendo una película mientras come la pizza fría del refrigerador, masticando con la boca abierta y eructando como un cerdo.

Pero ahora solo estaba sentado en el sofá, mirando a la nada, la televisión apagada, la caja de pizza segura en el refrigerador, Ryō solo sabía que no estaba muerto por el subir y bajar de su pecho por su respiración.

-¿Bakhura?-comenzó suavemente-¿Estas bien?

-Yugi es muy bonito-suspiró desconcertando a Ryō

-Si, es un chico muy lindo-le siguió la corriente para saber que tenía al egipcio tan perdido en sus pensamientos

-¿Crees que tenga algo con el faraón?-Ryō parpadeó un par de veces

-Lo dudo-no iba a confesar su clandestina relación con Atem antes de saber si iban enserio o no

-¿Crees que le guste alguien?

-¿Bakhura, te gusta Yugi?-el otro abulto los labios, aún manteniendo su vista en un punto fijo de la pared frente a él, pero asintió-. Oh Khura, no tengo idea si tiene interés en alguien, pero podría averiguarlo por ti

-No, está bien, déjalo, tengo que ir a vestirme, le dije que iba a acompañarlo al lanzamiento de un juego-Bakhura se levantó del sillón y fue hasta su habitación para vestirse, Ryō se quedó en el sillón pensando en como ayudar a su otro yo

El egipcio salió 15 minutos después, usaba una camiseta gris y un pantalón negro con tenis del mismo color y su fiel gabardina negra que Ryō nunca tuvo el valor de tirar, se despidió de él con ese semblante perdido.

Ryo corrió hasta su habitación en busca de su teléfono para mandarle mensajes a Atem para saber sobre los probables intereses amorosos de Yugi.

-Tengo una pregunta-fue lo que escribió en su mensaje, espero unos minutos y el tono de un nuevo mensaje le anunció que habían respondido

-Estoy bien, gracias por preguntar-maldito faraón sarcástico, Ryō rodó los ojos

-Hablamos hace una hora, al punto, ¿A Yugi le gusta alguien?

-Dame un momento

Ryō espero, la ansiedad carcomía a su cerebro chismoso, para distraerse fue hasta la cocina a terminar de lavar los platos y ollas que había usado para hacer la comida, aprovechó también para lavar la estufa, barrer y trapear, organizó los libros que estaban fuera del librero y bajo la mesita de café encontró una de sus figuritas de Monster world, fue hasta su habitación para colocarlo en la repisa correspondiente, no tenía ni idea de cómo había llegado a la sala, de pronto su teléfono comenzó a sonar, era una llamada de Atem.

-No me dijo pero se sonrojo cuando Bakhura entro por la puerta de la tienda-ni si quiera le dio tiempo de hablar cuando Atem le soltó eso

-Entonces... le gusta Bakhura-un gruñido al otro lado de la línea lo estremeció

-No lo se, espero que no-iba a protestar pero Atem siguió hablando-, de todas formas Yugi se sonroja fácilmente, si el tema lo puso nervioso y temió ser escuchado podría ser una explicación a su reacción

-No seas así, creo que a Bakhura realmente le gusta, estaba decaído antes de irse

-¿¡Al ladrón le gusta Yugi!?

Donde Atem, en la tienda de juegos, específicamente detrás de él, Yugi volvía a entra por la puerta porque había olvidado su billetera, y entro en el momento justo para oír el grito del faraón.

-¿Qué?

-Oh, Ryō, tengo que colgar-Atem terminó la llamada y miraba seriamente a su aibō

-¿Yo le gustó?-un calorcito que nació en su pecho subió hasta sus mejillas y no pudo evitar la sonrisa que tiraba de la comisura de sus labios

-Aibō, yo sé que debe ser algo terrible, ese ladrón se atrevió a posar sus ojos en ti y...-Atem cerró la boca cuando un Bakhura entraba por la puerta

-¿Y que, faraón?-Yugi brincó en su lugar para mirar al albino, y se encontró con una mirada herida y pudo notar los músculos de la mandíbula apretados

-Khura...

-Lo siento, tengo que irme-salió antes de que cualquiera de los tricolores pudiera reaccionar, después de unos segundos Yugi fue el primero en salir corriendo tras el antiguo ladrón

-¡Bakhura!-el albino no detuvo sus pasos y empezó a caminar más rápido pero sin llegar a trotar-¡Bakhura, detente! ¡Touzouku Bakhura si no te detienes en este instante me lanzaré hacia un auto!

Eso pareció hacer reaccionar al otro pues se detuvo en seco y volteó a verlo con ojos asustados.

-Solo bromeaba-Yugi también se detuvo, agitado por la improvisada carrera y nervioso por la intensa mirada que recibía de los ojos malva

-No bromes con eso, nunca-el tricolor tragó y asintió-. Iré a casa, deberías volver

-¡Espera! ¿Es cierto?-Bakhura no lo miraba, sus ojos hacia cualquier lugar menos hacia su persona

-Si-seco, sin emoción, más bien resignado-, planeaba averiguar si te gustaba alguien antes de arriesgarme, supongo que el faraón arruinó ese plan

-Lo lamento-el albino respiró hondo esperando el rechazo-. Pero me alegro, también me gustas, me gustas mucho Khura

-¿Qué?-cuestionó, casi sin aliento, los bonitos ojos amatista lo veían llenos de brillo, el rostro de Yugi estaba sonrojado pero irradiaba felicidad

-Se mi novio Touzouku Bakhura-hizo una leve inclinación y cerró sus ojos, feliz de saberse correspondido aunque se enterará por accidente

Bakhura no respondió, simplemente lo jaló hacia un abrazo asfixiante que Yugi correspondió gustoso.

Flufftober|| KleptoshippingWhere stories live. Discover now