Abditorio

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La última vez que vieron al rubio fue tras la discusión sobre su extraña oda a su carro. 

Honestamente Brian no la odiaba. La encontraba rara... y es que sí, era una metáfora inusual (si es que en serio era una), pero no era una mala canción. Es más, era sexy y definitivamente fuerte y al estilo de la juventud actual. No pudo sino sentirse algo prendido al escucharla... y también con ciertas esperanzas. Después de todo una frase como "with my hand on your grease gun, it's like a desease, son" sonaba demasiado gay como para seguir ignorando a Freddie cada que le aseguraba que Roger no era tan heterosexual como pensaba. O cada que el moreno le decía que no perdía nada confesando sus sentimientos ya que, al final, el vocalista había apostado con John a que el baterista igual estaba enamorado de Brian. Y Freddie no era de apostar a menos que estuviese en lo correcto. 

Así, todos en Ridge Farm sabían lo que pasaba entre ese par, menos quizás el rubio, quien ajeno a las conversaciones del resto de la banda sencillamente continuaba fingiendo demencia. Brian se había dedicado a observarlo en silencio, analizando cada movimiento, palabra y mirada que el ojizarco le dedicaba con total discreción, sin encontrar nada diferente. 

Roger siempre fue carismático y, por ende, abierto y confianzudo con todos. No era tímido, por lo que el contacto físico no le era difícil de manejar y con gusto abrazaba a otras personas y jugaba con el cabello, los flecos de las chaquetas e incluso las manos. O bueno, solo jugaba con las manos de Brian por ser inusualmente largas, cosa que al menor siempre le pareció curioso. Curioso, no atractivo. Y sí, desde siempre que Roger le prestaba especial atención a sus rizos por sobre el cabello azabache de Freddie y la suave cabellera castaña del bajista; pero de todas formas, eso no tenía nada de extraño, pues el cabello de Brian era una maravilla y Roger no sería ni el primero ni el último en notarlo. Además, que éste le tomara la mano o abrazara un poco más de lo considerado apropiado no era nada peculiar; no después de tanto tiempo juntos, tras años de ser amigos en comparación a con el resto.

Aparte, si Roger tuviese algún sentimiento por él, de seguro no se enfadaría tanto o buscara peleas a cada rato. Hasta lo que Brian sabía, uno no busca enemistarse con la persona que le gusta. Eso es sencillamente ilógico. Y es que Roger parecía odiarlo cuando estaban en el estudio y todos sus gritos, críticas y quejas se dirigían a él solamente. Brian no lograba aguantarse el despecho y le respondía con la misma fuerza, y si bien al final del día se encontraban a gusto como si nada hubiese pasado, el menor nunca era el primero en disculparse. 

Lo que sí, es que después de esas peleas Roger lo invitaba a salir, solo los dos; y quizás no a lugares comunes, sino a ver cometas o constelaciones (a pesar de que se negaba a usar sus lentes y, por ende, no veía ni una miseria), y a pequeñas granjas para acariciar cerditos y cabras (a pesar de que el rubio parecía aterrado cada que se les acercaban). Iban a comer a restaurantes vegetarianos, si bien él amaba las hamburguesas y siempre terminaban pasando por un McDonalds de regreso a la casa porque las "hojas verdes no llenan el estómago, Brimi."

De ahí estaba el Brimi, apodo que solo Roger empleaba y nadie más se había atrevido a usar. O bueno, Freddie lo intentó y el rizado no recordaba bien si lo dejó de hacer por una mala mirada suya o del rubio. De todas formas, ese era el apodo que Roger le había puesto a la semana de conocerlo, y tras casi seis años de conocerse, seguía siendo su único y más adorado apodo. 

En algún punto intermedio entre todas esas salidas, conversaciones e intercambios, Brian cayó rendido a sus pies... al igual que varias chicas que solían pasearse por el departamento cada mañana tras una noche de fiesta. Eso le dolía, feo. Y fue eso lo que le hizo entender que Roger no podía estar sintiendo nada por él. Aparte de que todas las mujeres a las que Roger les pegaba el ojo eran tan energéticas, extrovertidas y extravagantes como él... cosas que el rizado no era, por ser completamente opuesto al rubio en todos esos aspectos. 

Words Of Love | MaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora