Parte I

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SÍ, SÍ, SÍ, ¡LO CONSEGUÍ!

Este fic me ha hecho sufrir desde que se anunció el evento de Glorious Masquerade. Estaba tan segura de que Vil no recibiría carta que se me ocurrió este coso para tener una excusa para ver a Vil en una mascarada. Quienes me sigan por twitter sabrán que sacar adelante este fic ha sido un infierno para mí, he llorado muchísimo y muy fuerte estos últimos días porque por más que escribiera, la cosa no avanzaba. Así que por eso es tan jodidamente largo (y por eso está dividido en dos partes). No había planeado que fuera tan largo pero parece que tengo que incluir mi trauma en todo lo que escribo, así que echadle la culpa a mi trauma (para no variar).

En fin, que espero que os guste, porque Dios bien sabe que este fin casi acaba conmigo.

No era la primera vez que Vil iba al Valle de Espinas, había estado en una ocasión muchos años atrás. En aquel entonces todavía había sido un niño pequeño y había insistido en acompañar a su padre a un breve rodaje de un par de semanas al cual solo había podido ir porque estaba de vacaciones de verano. Ahora, sin embargo, ya tenía veinticuatro años y acudía al país para su propio rodaje, que ocuparía los meses de primavera. El proyecto le emocionaba especialmente, se trataba de una reinterpretación de la famosa historia del conde Drácula en la que Vil tomaría el rol de un joven por el que el vampiro adquiría un particular interés. En otro momento de su carrera, probablemente Vil habría interpretado el papel del temible aunque atractivo vampiro, pero por fin parecía que los directores veían que era capaz de hacer más cosas que crueles villanos y le habían empezado a ofrecer papeles de protagonistas con más frecuencia.

Si tan solo su padre siguiese vivo para presenciar esto, se sentiría orgulloso de él seguro. Eric había fallecido hacía dos años por una enfermedad que no lograron tratarle a tiempo. Había sido un tiempo difícil para él pero Vil se había comprometido a ser fuerte como su padre siempre quiso que fuera y nunca se permitió agachar la cabeza. Quería que su padre, desde donde estuviese viéndole ahora mismo, sonriese al verle avanzar sin que la tristeza le detuviese.

Por supuesto, antes de irse al Valle de Espinas fue al cementerio a dejarle un ramo de rosas en su lápida. A Eric siempre le fascinaron las rosas, y le transmitió esa misma fascinación a su hijo. Por eso, cada vez que iba a visitarle, Vil llevaba rosas consigo, para que su padre siempre tuviese sus flores preferidas. La próxima vez, no obstante, las llevaría cuando regresase de su rodaje. Esperaba que su padre no se sintiese solo en su ausencia.

Pese a ser primavera, el Valle de Espinas era un lugar oscuro, resultaba increíble que las plantas pudieran crecer y las flores florecer en un ambiente tan sombrío. Aun así, el clima era agradable, por lo que Vil no le concedió demasiada importancia. Al fin y al cabo, esta clase de entorno era justo lo que el productor debía de estar buscando para la película, oscuro pero con temperaturas lo bastante cálidas para que los actores no se muriesen de frío tras pasar varias horas seguidas grabando al aire libre. Tenía ganas de comenzar el rodaje, no iba a mentir, se había pasado gran parte del viaje charlando con los demás actores y miembros del staff acerca de su visión del proyecto. Sin embargo, la producción no daría inicio hasta el día siguiente, así que su único cometido por el momento sería llegar al hotel y descansar todo lo humanamente posible para que no le venciera el jet lag.

El hotel en el que se alojaban era uno de los más prestigiosos y antiguos de la capital, y varias plantas habían sido cerradas para los actores con la idea de garantizarles un poco de intimidad. Al ser el actor principal, Vil había recibido una de las suites más exclusivas en la planta más alta. No podía esperar para darse un baño caliente, envolverse en un albornoz y dejarse caer sobre la cama con una mascarilla hidratante.

Pero hubo algo que le impidió hacerlo. Sobre la gran cama había algo, un sobre negro. Cuando lo cogió, vio que su nombre estaba escrito en dorado con una elegante caligrafía cursiva. Dentro, había una tarjeta que leía así:

Érase una vez entre Rosa y Espina [Malleovil || Twisted Wonderland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora