Parte 3

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Nos casaremos. - Se señalo a sí misma y a Mati, tocando su abdomen. - Nos casaremos. - Volvió a repetir. - Ahora tocando de nuevo a Mati, mientras que Mati bajo un poco para ver lo que hacía Evelyn, Mati no sabía de que hablaba así que giro su rostro hacia Evelyn.

- ¿Quie...... ¿Quiénes van a casarse? - Miro a Evelyn y después a los dos señores frente a ellas.

- Tú y yo, nos casaremos. - Volvió a colocar su mano en el abdomen de Mati.

Mati la miro, volteo hacia los caballeros, estaba sorprendida. - Si, si. - Mati no sabía cómo reaccionar. - Si nos casaremos. - Dijeron las dos.

-¿No es tu secretaria?.- Pregunto Edwin.

- Asistente. - Comento Mati sonriendo de lado.

- Ejecutiva, amm!, asistente, secretaria, títulos, ¿pero no sería la primera que cayera por su secretaria o si Edwin? - Contesto ella con una sonrisa fingida. Los dos hombres se miraron el uno al otro. - ¿Laquisha, lo recuerdas? - Miro de nuevo a Edwin. -Y sii... lo cierto es que bueno Mati y yo, somos dos personas que no deberían enamorarse, pero sucedió. - Mati aún seguía en shock.- Eh... Si todas esas largas noches en la oficina y también en las ferias de libros.

- Claro. - Por fin contesto Mati, un poco desconcertada, miro a Evelyn. - Si paso. - Contestaron las dos.- Si jajajaaja.- Dijo Evelyn con una risa falsa. - Trate de evitarlo, pero no funciono. - Dijo con ironía. - Si trato. - Dijo también Mati desde el planeta en el que se encontraba, Evelyn intentando poner su brazo alrededor de los hombros de Mati, acercándose al cuerpo de la rubia, solo dando una palmada y quitando el brazo. – Si, pero no pude, no puedo evitar un amor como el nuestro. – Mati se tensó y se puso más nerviosa. - Si es tan de acuerdo con esto, ¿están felices?, porque nosotras somos felices, muy felices. - Dijo Evelyn con la misma sonrisa falsa.

- Evelyn, es hermoso, pero que sea legal, ya sabe con anillo y todo. - Dijo Jack

- Oh.. Legal ja ja, bueno entonces significa que debemos presentarnos en la oficina de inmigración para solucionar este pequeño detalle ¿si?, se los agradezco caballeros, lo aremos enseguida, muchas gracias caballeros. - Comento la ojimarron un tanto nerviosa.

-Caballeros. – Contesto Mati sin palabras para nada más.

Evelyn caminaba hacia la puerta, con Mati siguiéndola, caminaron hasta el elevador, la pelinegra coloco el piso y todo quedo en silencio, esta aún seguía en shock, ¿qué pasa?, se preguntó, llegaron al piso donde ambas trabajaban.

- ¿Enserio Terminator?, ¿con ella?. - Dijo Jazz, con una sonrisa burlona, Mati la miro mal, y su amiga cerro la boca, siguieron caminando todos miraban a Mati y algunos decían cosas buenas, mientras que otros movían la cabeza negando, Mati le abrió la puerta de la oficina a Evelyn, se quedó parada, y la miro. - ¿Qué ocurre? - Pregunto Evelyn.

- No entiendo que está pasando. – Dijo Mati consternada, mirando a Evelyn.

- Tranquila, te beneficiara. – Contesto Evelyn ya relajada, desde su silla detrás de su escritorio.

- Si, explícate.

- Convertirían a Fernando en tu jefe. – Respondió sin importancia Evelyn

- Y es obvio que por eso debemos casarnos. – Dijo Mati sarcásticamente, con la mirada aun en Evelyn.

-¿Y cual es el problema?¿te estabas reservando para alguien especial? – Decía Evelyn con una pequeña sonrisa burlesca en la cara.

- Quiero creer eso. – Contesto Mati ya desesperada. – Además es ilegal. - Evelyn sonrió sarcásticamente.

- Quieren a los terroristas, no a personas como nosotras.

-Evelyn, no voy a casarme contigo. -reafirmo Mati desde el lugar donde se encontraba parada.

- Claro que sí, déjame explicarte, tu hermoso sueño de tocar la vida de millones con tu libro, se ira. – Evelyn la miro desde su asiento, dejando los papeles que tenía en las manos en su escritorio, mientras dentro de la confusión de Mati, no sabía que hacer. - Fernando te despedirá en cuanto pueda, te lo garantizo, así que quedaras en la calle, sin un empleo y todos los momentos que pasamos juntas, los cafés, las citas canceladas, las compras innecesarias, serán para nada y tu sueño de ser editora se ira.

-La rubia respiro profundo sintiéndose asfixiada y confusa.

-Pero descuida. – Le dijo Evelyn. – Tras el plazo obligatorio aremos un divorcio rápido y podremos separarnos, asta entonces, te guste o no, tenemos que ser cómplices. – Regreso sus manos al manuscrito, cuando sonó el teléfono. -¿Okey? Teléfono.

- Sin moverse, Mati respiraba con lentitud procesando todo lo que había dicho su jefa. Se casaría, con esa mujer, porque sus sueños dependían de ello.

- La rubia camino hacia la puerta aun muy confundida con lo iba a hacer, mientras todos sus compañeros volteaban a mirarla, llego a su escritorio y atendió al teléfono.

La propuestaWhere stories live. Discover now