Y es que

11 2 0
                                    

Y es que me encanta verte. Tenés ese no sé qué capaz de volverme loca. Sí, esta misma frase ha sido dicha y escrita quién sabe cuántos centenares de veces. Pero es que expresa tal cual lo que siento. Tengo ganas de gritarlo a toda costa. De contarle al mundo acerca de esas emociones tan lindas que me generás. Porque tus ojos me miran y el corazón se me enciende. Empiezo a no entender, a desconocer cada parte de mi cuerpo, a volar por el cielo infinito sin necesidad de un par de alas. Increíble. Inexplicable. Absolutamente cierto. De repente, deseo perderme en tus brazos, en tu mirada, en tu piel. Parezco loca pero nunca estuve más cuerda. No perdí ningún juicio, gané cada uno de ellos. Y es así, ¿por qué tendría que nadar en sentido opuesto a la marea? ¿Por qué? No, de ninguna manera. No hay razón para actuar con tanta insensatez. A mi no me gustás, a mi me encantás. Me resulta imposible cansarme de vos, te quiero todo el tiempo. De día y de noche. Las horas no son suficientes cuando se trata de tu ser. Y es que sos la única persona en el universo que me ha hecho volverme así. Así, justamente. Así como me encuentro ahora. Estado que no intentaré describir con demasiada precisión porque es, precisamente, un estado indescriptible. Tal vez sí existan palabras que consigan retratar su esencia, pero si tengo que ser honesta, para mi todas se quedan cortas. Te dicen lo que es, pero muy hasta por ahí nomás. Porque es algo que se siente, que se experimenta, algo intangible y abstracto. Más del corazón y menos de los motivos. Y es que debo hacer algo con tantos sentimientos, ¿no te parece? Lo mejor –en realidad, lo que se me ocurre ahora– es expresarlos. Por eso me encuentro acá, dedicándote letras capturadas de otros lugares, pero con la excepción de que a partir del momento presente pasan a ser tuyas. Más tuyas que mías y que de cualquiera.

El Centeno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora