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¿Qué harías si pudieras hacer lo qué quisieras?

Perdería la cabeza
...

— ¡Bueno, eso fue realmente interesante! — Escucho a la lejanía

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— ¡Bueno, eso fue realmente interesante! — Escucho a la lejanía

Hace un momento tenía las esposas en sus muñecas y podía sentir las miradas de odio de sus compañeros, pero basto parpadear un segundo para que todo se desvanezca, estaba otra vez detrás de esa puerta roja y otra vez podía escuchar las teclas moviéndose con cada movimiento.

— ¡Basta! — Grito — ¿¡Qué diablos hiciste!? ¿¡Qué fue eso!?

¿Cómo podría entenderlo? hace un segundo fue Dios y ahora volvía a ser un títere, sintió la mayor libertad que podía tener y de repente nada.

— ¡Deja de hacer eso! ¡No narres lo que pienso! — Soltó el cutter que tenía en su mano y se cubrió los oídos — ¡No narres lo que hago!

— ¿Cómo detenerme? Es imposible — Sonó al otro lado de la puerta

— Ya te habías ido...

— La peor prisión de todas es la que te hace creer que eres libre

Ouma no respondió, nunca lo hacía, la puerta finalmente se abrió y la cruzo con decepción, otra vez estaba en ese oscuro cuarto donde solo una computadora iluminaba a la persona que estaba detrás de ella.

— ¿C-Cómo?

— No tienes derecho a decirme nada, moriste mil veces y aun así estas aquí ¿No puedo hacer lo mismo?

La mujer dejo de escribir, pero las teclas siguieron siendo presionadas, aunque ella se detuviera la historia se seguía escribiendo, ella suspiro y con demasiada dificultad alcanzo su bastón para poder pararse, el único foco en la habitación se prendió dejando que Ouma finalmente la viera.

Era una mujer bastante chaparra, no parecía superar los 15 años, lucia una enorme coleta de caballo oscura y lentes rojos, vestía una falda larga que le llegaba hasta el talón del pie de color café y una camiseta blanca descuidada, lo que más llamaba la atención era su sencillo bastón de madera sin el cual no podría caminar.

Ouma no oculto su decepción, era una simple chica, una común y corriente igual a él, una con el poder suficiente de cambiar todo su mundo solo por querer hacerlo, ella era la escritora.

— Realmente fue algo único — Continúo hablando — ¿Quién lo diría? Tienes toda la razón, perdiste la cabeza

— ...

— Oye, no te sientas mal, eso a veces pasa... No es la primera vez que veo que haces cosas como estas

— ¿Q-Qué quieres decir?

— Existen miles de historias donde el desquiciado eres tú, que no quisiera que lo recordaras es otra cosa

Ouma dejo caer su mirada en el suelo, simplemente no lo entendía.

— ¿No lo ves? Lo importante para nosotros no es que tú sufras, solo quieren ver a alguien sufrir, leer las cosas más grotescas e inmundas que pueda haber, sentirse culpables por ello, pero no detenerse, eso es lo divertido aquí y justo así te sentiste ¿No es así?

Alzo la mirada y pudo ver su reflejo lleno de sangre en la computadora, no podía reconocerse a sí mismo y eso le aterraba.

— Pasaste la primera prueba, realmente me sorprendiste, todo lo que fuiste capaz de hacer teniendo tan solo un poco de consciencia... ¿Qué tal si subimos el nivel?

— ¡P-Pero!

— ¡Oh, cierto! Preguntar, no lo hice la última vez ¿Quieres que te envié a una nueva historia con tus recuerdos o... Simplemente quieres volver a lo mismo?

Pudo oler desde su habitación el dulce aroma de hot cakes recién horneados, se despertó con facilidad encontrando su sencilla habitación café, con sus muebles usuales y sus miles de posters de Danganronpa, sus juegos favoritos, se levanto y fue a ...

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Pudo oler desde su habitación el dulce aroma de hot cakes recién horneados, se despertó con facilidad encontrando su sencilla habitación café, con sus muebles usuales y sus miles de posters de Danganronpa, sus juegos favoritos, se levanto y fue a buscar su uniforme ya planchado, era solo un pantalón café con una camiseta de botones blanca y un chaleco Jersey de triángulos negros y azules, tomo su mochila y bajo hasta su cocina, un plato de hot cakes ya anunciados con una nota escrita con una letra preciosa.

"Buenos días pequeño, lo sentimos, tú padre y yo tuvimos que salir, serán solo unos meses, con cariño Mamá"

No había nada más, ni siquiera un motivo por el cual se fueron, unos meses era mucho tiempo para dejarlo solo, pero por alguna razón lo sintió tan normal, comió su desayuno y salió de la casa comenzando a caminar hasta la parada del autobús, pago el pasaje con dinero que no sabía de donde había sacado y se sentó enfrente.

Sería un camino largo, no vivía tan cerca de su casa, pero, aunque intentara relajarse en el viaje, no podía, sentía una mirada en su nuca que lo seguía constantemente, volteo varias veces, pero solo veía a gente desconocida en lo suyo.

Finalmente llego a su escuela se detuvo un momento antes de entrar, admiraba el lugar, aunque no sabía bien porque, tenía un sentimiento de nostalgia difícil de explicar, como un deja vú que no lograba reconocer.

Bajo la mirada, entre toda la basura del suelo se destacaba una foto, una sencilla foto suya tomada por alguien más y justo en ese momento, justo en ese instante, todo vuelve a tener sentido...

Little God - ¿Saiouma Pregame?Where stories live. Discover now