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Yibo solía ser muy torpe, por eso es que normalmente Xiao Zhan no lo dejaba entrar de manera recurrente a su hermosa cocina con cerámica blanca y muebles hechos con madera de caoba. Ah, y por su vajilla de porcelana italiana, lo mejor del mercado estaba en la cocina de Xiao Zhan.

Por eso el pequeño Jackson se asombró al ver a sus dos papás compartiendo la cocina. O bueno, en realidad le sorprendió más enterarse de que su papá Zhan dejó entrar y no solamente eso, sino que también le dejó usar sus carísimas frideras exportadas de Reino Unido a su papá Yibo.

¿Así que eso es amor? Prestar lo que más te gusta solo para que tu persona feliz, sea feliz.

—Buenos días, pequeño, ¿dormiste bien?

Jackson asintió mientras le dejaba un beso en la mejilla a su papá Zhan, se puso de puntitas intentando ver lo que su papá Yibo estaba haciendo, pero su bonito papá Zhan no se lo permitió el pequeño al ver la negativa frunció su entrecejo.

—No, tu papá no quiere que nadie vea lo que está haciendo, así que será mejor que tú y yo subamos a alistarnos para ir a dejarte a la escuela, ¿bien?

El pequeño no tuvo otra que aceptar de mala gana. Con desánimo tomó la delgada mano que papi Zhan le estaba extendiendo, antes de subir nuevamente a la segunda planta le dirigió una mirada nuevamente a la cocina y pudo jurar que vio un líquido negro burbujear en la fridera. Él hizo una mueca de asco cuando se dio cuenta de su mueca quiso quitarla, ya que varias veces le habían dicho que esa mueca no se le podía dirigir a un privilegio como lo era la comida.

Todo el remordimiento se alejó cuando vio a su papi hacer la misma mueca. Mueca que fue cambiada por un aclaramiento de garganta y una hermosa sonrisa.

—No te preocupes, tu papá sabe lo que hace... creo.

Jackson no estaba del todo seguro si esas parejas iban dirigidas a él o era un tipo de auto consuelo que su papi se estaba dando. Después de todo, para su papá era como apretar un riñón cada vez que alguien además de él usaba su cocina. Oh, su hermosa y cara cocina.

Después de unos minutos, cada uno salió listo con su respectivo uniforme. Se dieron un asentimiento.

—Si la comida de tu papa es un 456, golpea dos veces la mesa, ¿bien?

—¿Y si está deliciosa y no con apariencia de una intoxicación estomacal?

—Entonces le das un fuerte abrazo y le dices "lo hiciste bien hoy, papa Yibo".

La familia tenía la pequeña costumbre de que no importaba qué tan pequeño juzgues que ha sido tu logro, siempre merece ser reconocido, así sea por el simple hecho de haber ayudado a borrar el pizarrón al conserje.

—¡Ya pueden bajar!

Los dos se dieron un último asentimiento dando por cerrado su pequeño trato. Cuando bajaron no esperaban ver tres platos servidos con conflex de colores. Los dos le dirigieron una mirada a Yibo, quien solo se rascaba la parte trasera del cuello con su mano llena de curitas que cubrían algún pequeño corte o quemadura.

—Yo sé que no era lo que esperaban, pero los panqueques se me quemaron...

Los tres se sentaron en silencio en la mesa, hasta que Xiao Zhan habló nuevamente.

—¡Gua! Definitivamente, son los mejores conflex que he comido.

—¡Sí!— Apoyo emocionando, Jackson—, papá, cocina muy rico.

Yibo se sonrojó un poco al escuchar los halagos de su pequeña familia. El malestar en su pecho disminuyo al escuchar sus palabras, él quería darles un hermoso desayuno, pero simplemente no se pudo. Lo bueno, es que habían comparado cereal esa semana.

—Lo hiciese bien, corazón—. Felicito Xiao Zhan mientras le revolvía el pelo a la vez que le brindaba un beso.

—Solo fue un tazón de cereal.

—Puede que sí, pero hoy te levantaste a las cinco de la mañana a intentar preparar el desayuno con nuestros almuerzos. Tu intención sin duda es hermosa, no te preocupes, si hoy no te sale a la próxima sin duda harás unos panqueques deliciosos.

—¿Tú crees?— Le pregunto Yibo con brillo en sus bonitos ojos.

—Lo puedo asegurar.

—Sí, mi papi no miente—. Refuto el pequeño—. La vez pasada dijo que si yo me lo proponía aprendería a andar rápido en mi bici.

—¿Y pudiste?

—No, pero ya sé cómo bajar el asiento.

—Bueno, peor es nada.

—Peor es cuando papi Zhan, se dé cuenta del desorden que hay en la cocina

—¡¡La cocina!!— Exclamó rápidamente Yibo antes de desaparecer por el umbral de la sala. 

The Love is... - (YIZHAN)Where stories live. Discover now