Nacimiento de la nueva Afrodita

Capítulo IV: La marca de pertenencia

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Advertencia:
✓ Lenguaje malsonante
✓Escenas con contenido sexual
✓Escenas con contenido sexual que incluyen menores de edad
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En el capítulo anterior:

-. Tranquila, ¿Te lastimaste? tenemos mucho de que hablar - le dije preocupada por qué se resbaló y cayó al suelo muy ruidosamente, pero al mismo tiempo feliz por tenerla conmigo, sería una larga plática.
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Narra t/n

Ambas nos dirigimos a mi cama, así sería más cómodo, ya echadas y acomodadas, me dispuse a acomodar mis ideas en mi cabeza, y así prepararme para saber que decir, puede que quizás sea hora de contarle todo.
Nina: Y bien, ¿Que ocurrió? - interrogó con una curiosidad que parecía insaciable.
-. Pues, el director quiso burlarse de mí, y me llamó "niñita" - dije recordando aquel incómodo momento, me daba rabia de solo pensarlo.
Nina: ¿Y que hiciste con él? - parecía cada vez con más curiosidad, que mujer más chismosa, eso me gustaba de ella.
-. Le respondí que si me disculpaba, tenía que asistir a clases, ya que está "niñita", estaba asistiendo a clases más... "avanzadas", si vieras la cara que puso, parecía que me quería matar - conté con una gran sonrisa, había disfrutado humillar a ese infeliz, soy una niña, pero merezco respeto, y ese maldito malnacido me trató muy mal.
Nina: Así se habla señorita - realmente vivía la historia, ¿Me pregunto si será el momento apropiado?
-. Por supuesto, hay que hacerse respetar, como te decía, luego las clases transcurrieron normal, aunque era la única que levantaba la mano para participar, pero bueno, en el recreo unas chicas se me acercaron para invitarme a almorzar con ellas - seguí con la narración, tenía que tomar una decisión, podría ser que reaccionase mal, o podría ser todo lo contrario.
Nina: Si... - la intriga la carcomía, lo sabia.
-. Me negué, no tenía tiempo, estaba leyendo el libro que me regalaste por mi cumpleaños, así que les rechacé su oferta amablemente, fui lo más caballerosa que pude, pero aún así, a la hora de salida, vinieron todas resentidas y me atacaron... - mantuve unos segundos de silencio, mejor seré sincera.
Nina: Continúa por favor, que no saldrá nada de mi boca, lo prometo, por mi lealtad hacia usted - se puso sería, sabia que podía confiar en ella, así que decidí continuar, pronto lo haría.
-. Sabes cómo soy, no las lastimé, pero una de ellas me insultó e intentó reducirme y humillarme, tenía un ego muy alto, y decidí darle una lección, solté mis feromonas, y ella se tropezó, pero antes de que cayera le agarre del brazo y la ayude a recobrar el equilibrio, ellas se fueron huyendo asustadas, ni se que pasará ahora con ellas, se que no dirán nada, ellas iniciaron y yo no les hice nada, ellas estarían en desventaja - terminé de contar, ya he tomado la decisión, se lo diré, ella es en quien más confío, me importa demasiado, no dejaré que muera.
Nina: Ya veo, espero no se vea perjudicada por esta situación señorita, mi deseo es que haga muchos amigos y tengo una infancia lo más normal posible, no, quiero que sea feliz, quiero lo mejor para usted - dijo casi rompiendo el llanto, eso me dolió mucho y la abracé.
-. Estaré bien, solo no llores, no me gusta verte llorar, esas chicas no representan ningún problema, no necesito a nadie más, además, se que las cosas mejorarán, quizás hasta haga muchísimos amigos - dije intentando tranquilizarla, poco a poco fue cesando su llanto, se limpió las lágrimas y me miró a los ojos.
Nina: Confío en qué así será señorita, usted tiene el poder de lograr todo lo que se proponga - me alegra que se haya calmado.
-. Si, gracias por estar conmigo siempre Nina.
Nina: No hay de que señorita.
Nina se retiró y yo me puse a realizar la tarea que habían dejado los profesores, cosa que no tomó mucho, para mí era relativamente fácil.
En 32 minutos ya había terminando, asi que quise invocar a mi dragón, para poder pasar el rato viendo una película, lo cuál hice, al ser una mascota mía, tenía un vínculo que me unía a él y me permitía invocarlo.
Llegó la noche y continuaba con Yoru, cuando entró Nina de repente, oculté a Yoru debajo de las sábanas, faltaba poco, pero aún no, y Nina se acercó a mi con una bandeja nueva de comida.
Nina: Buenas noches señorita, supuse que no querría salir, así que le traje su comida - dijo con un tono alegre.
-. Muchas gracias Nina, que descanses bien - Nina me conocía muy bien, que suerte tengo de tenerla.
Nina: Igualmente señorita, que tenga dulces sueños - salió de mi cuarto y yo comencé a disfrutar de mi cena, que por supuesto estaba deliciosa.
Yoru se me hacercó pidiendo comida, y yo conmoviéndome por su ternura, decidí convidarle un poco de mi cena, algo que este aceptó sin dudarlo.
Luego, me levanté y me acerqué a mi balcón, con mi dragón en manos, para poder apreciar la luna llena, que brillaba imponente en aquella boveda oscura repleta de estrellas, donde parecía que el tiempo se detuviese.
Tras estar un largo rato observando el cielo nocturno, ingresé en mi habitación para poder descansar al fin, me acosté en mi cama, y me deje caer en brazos de Morfeo.