Capítulo 29

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Contuve la sangre como podía y aquel pañuelo blanco poco a poco se transformó en rojo

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Contuve la sangre como podía y aquel pañuelo blanco poco a poco se transformó en rojo. Sentía dolor, pero era tan grande que no lograba identificar si mi nariz estaba o no rota. Como pude me dirigí hasta el baño buscando con desesperación el botiquín, abrí la canilla para que el agua saliera y dejé que la misma corriera mientras me limpiaba la sangre de las manos. Me soné suavemente la nariz, deshaciéndome de la sangre y algunos coágulos de sangre se fueron por el drenaje. Por suerte tenía un descongestionante nasal y esperaba que realizara efecto rápido, tomé la gasa de algodón y la presioné en mi nariz entre mi dedo pulgar e índice.

Bajé la tapa del inodoro y me senté mientras me inclinaba hacia adelante, debía permanecer en esta posición por lo menos diez minutos, respiré por la boca para evitar tragar sangre.

¿Quién en su sano juicio acepta un contrato para atender a un paciente por una cifra considerablemente alta?

Esa era yo. Debí sospechar con mayor fuerza la razón de una suma tan grande de dinero. Fui avariciosa, demonios.

—Maldito Marcus —apenas logré susurrar.

Nunca debí aceptar la propuesta de ayudarlo, tan tentadora y problemática terminó siendo al final. Esa necesidad de ayudar a los demás y comprometerse profundamente con él terminó perjudicando todo, si simplemente hubiera hecho mi trabajo y mantenido una mínima relación todo hubiera sido diferente. ¡Malas decisiones que tomé por montones!

Traté de no llorar porque eso perjudicaba directamente mi situación. Algunas lágrimas cayeron silenciosamente y como pude me enfoqué en pensar otra cosa.

«Marcus no haría eso, no te dejaría sola»

Necesito una larga y detallada respuesta de lo que está pasando. Comprender para poder salir de este problema lo mejor posible, tratando de no quedar más pegada de lo que ya estaba.

«Marcus no haría eso»

Gruñí ante aquel pensamiento que solo repetía esa idea. No quiero un pretexto por parte de él, simplemente necesito una explicación. Necesito entender por qué me involucró en esto, sí solamente fui a ayudarlo. ¿Había tomado otra mala decisión al confiar en él?

Me levanté con duda del inodoro y fui hasta la sala de estar buscando mi celular, ignoré como pude el mareo y me senté en el sillón para estar más tranquila. Mis ojos lagrimeaban y eso dificulta la tarea de buscar un número en específico: Marcus.

Apreté el botón para realizar la llamada. No hubo respuesta.

Parpadeó y trato que las lágrimas desaparezcan. Este maldito debía responder, por favor... Simplemente atiende la llamada. Apreté de nuevo para llamar, no hubo respuesta. Solté un suspiro de exasperación. Busqué en la lista de contactos a Rupert, tampoco respondió.

Cuando el primer sollozo apareció traté de contenerlo. Sin lágrimas, sin lágrimas.

Al escuchar los ladridos que provenían de afuera como pude fui hasta la ventana de la cocina que daba justo en esa dirección, Baxter había salido afuera, pero al mirar no se encontraba allí. Maldita sea, creí haber escuchado los ladridos, ¿Dónde está mi perro?

Solo quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora