Mi Luna (Kokushibo x tú)

Cap. 23: Último día como humana

-A ver, amor- le contestó Kokushibo confundido- quieres que te convierta en demonio, ¿aquí? ¿Ya? ¿Justo ahora?

-Si... eso quiero.

-Pero, amor...

-Ya sé que no quieres...

-Amor...- y le puso las manos en sus hombros- pero... te hice el desayuno- bajó la voz, como sintiéndose avergonzado- y fue especialmente para ti... te prometo que te convertiré antes del anochecer. Juro que lo haré... así podremos salir a cazar juntos- la tomó del rostro y ella lo miró- sólo...

-¿Lo harás?

-Te lo aseguro. Te daré de mi sangre... pero... al menos come tu última comida de humana... y, a partir de esta noche, serás mi demonio- le susurró. Katzuki asintió. Kokushibo suspiró y la abrazó.

-Amor- le dijo- sé que no se me dá muy bien decir cosas así, pero... tú sabes lo mucho que te amo. También sabes que siempre te trato bien, soy amoroso contigo y me preocupo por ti... me he equivocado dos veces... sólo dos veces he sido injusto contigo... ¿crees que puedas perdonarme por todas las veces en las que te he amado mucho y he sido considerado contigo?

-No vas a deternerte, ¿cierto?

-No, amor- Katzuki lo abrazó.

-Te amo, mi niña. Perdón por hacerte daño.

-Te perdono- le contestó ella apoyando la cabeza en su pecho- tienes razón: siempre me has tratado bien.

-Siempre, mi amor- y besó su cabeza- ahora... quiero que tu último día como humana sea inolvidable... ¿quieres?- y la miró. Ella le sonrió y le contestó:

-Me encantaría- Kokushibo la tomó del rostro y la besó. Se aseguraría de que, el resto de ese día, Katzuki fuera feliz.

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Estaba por anochecer cuando Kokushibo despertó. Katzuki dormía plácidamente sobre su pecho. La abrazó y la acarició. No quería despertarla, pero debía cumplir con lo que le había prometido, aunque le doliera hacerlo. Esperaba que no cambiara mucho y que, por lo menos, recordara parte de su vida. Sabía también que iba a sufrir con la transformación, pero... era el camino que su chica había elegido para estar con él por siempre. La miró, la besó en la frente y, moviéndola suavemente, le dijo:

-Mi amor... despierta... está anocheciendo- Katzuki se movió un poco y abrió los ojos. Lo miró y le sonrió.

-¿Tan rápido?- murmuró.

-Dormimos alrededor de dos horas, amor.

-Mi último día como humana... ¿crees que lo recuerde, amor?

-Si lo olvidas, te ayudaré a recordarlo.

-Fue un gran día: lloré, me sentí triste, me sentí enfadada, estuve feliz, comí a llenarme...

-Y te hice el amor como nunca- Katzuki se sonrojó a más no poder.

-No era necesario que lo dijeras- le dijo ella sintiendo como ardía su rostro. Kokushibo rió y la besó.

-Sabes que te amo, mi cielo- le dijo- además, ni que fuera la primera vez...

-Sí, pero...

-Tranquila, amor... tomemos un baño y luego prepararé todo para transformarte- ella sonrió y ambos se levantaron de la cama.

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Katzuki salió de la habitación con el kimono que Douma le había obsequiado meses atrás. Kokushibo la miró. No pudo evitar pensar en lo hermosa que se veía y quedarse mirándola durante unos segundos. En medio de la sala, estaba un zabutón. Tan sólo en unos minutos, ella comenzaría una etapa nueva, como demonio.